ℕ𝕦𝕟𝕔𝕒 𝕋𝕖 𝔻𝕖𝕛𝕒𝕣é || 𝕋𝕒𝕖𝕂𝕠𝕠𝕜/𝕍𝕂𝕠𝕠𝕜

𝙻𝚕𝚊𝚖𝚊𝚍𝚘 𝙰 𝙻𝚊 𝙰𝚝𝚎𝚗𝚌𝚒ó𝚗

JungKook

     Ahora que lo pensaba, despertar en un nuevo día era bastante pesado, sin embargo, despertar por unos toques en la puerta, que parecía que por poco la tirarían, era el doble de tortuoso.

     Me levanté del camastro, sin ni siquiera saber conde estaba, y corrí hacia donde estaba la camiseta. La noche anterior había regresado algo cansado y la había lanzado a la nada, sin importarme siquiera si había suciedad en el suelo.

     Me coloqué la penda y me quedé parado mirando a la nada, había olvidado que debía hacer. Pensaba volver al camastro, sin embargo, al volver a escuchar los desesperantes golpes en la puerta, me alarmé.

     Corrí a la entrada y, al abrir, me di cuenta que eran... de aquellas personas que nos habían traído a mi y a TaeHyung al lugar. O sea, no eran ellos pero también eran reclutas.

     —Necesitamos que nos acompañes en este mismo momento.—soltó el que parecía ser el líder de ese grupo

     —¿Qué?... ¿Qué sucede?—pregunté desconcertado, ¿Para qué me necesitaban?

     ¿Y si la mujer había hablado? ¿Y si nos habían visto a mi y a  TaeHyung?

     —Christopher nos dijo que habías pedido ser parte de la unidad de reconocimiento.

     Una pequeña parte de mi se alivió, nada de lo que habían dicho tenía que ver con TaeHyung. TaeHyung estaría bien.

     Aunque hizo un pequeño ruido en mi, yo nunca le había pedido eso a Christopher. ¿Qué era lo que estaban tramando?

     —E-está bien—convencí y ellos comenzaron a caminar hacia la izquierda, con rumbo al ascensor.

     Sin nada más que poder hacer, o decir, solo los seguí. Me asustaba muchísimo el hecho de que si yo no hacía nada, pudieran quitarle la posibilidad de curarse a TaeHyung

     Yo le había salvado la vida, sin embargo, nada se comparaba a los cuidados que tenía en este momento y que los seguiría necesitando si quería sanar.

     No quería salir, pero por él podía hacer todo lo que fuera.

     El mayor tocó el botón al cuarto piso, no éramos muchos y aún así estábamos todos apretados en el ascensor, por lo que sentía todos los movimientos que hacían los demás..

    Antes trabajaba para una empresa, pero nunca me tocó estar presente en esta misma, ya que siempre trabajaba desde casa y agradecía mucho de esto. 

     Se me hacía realmente extraño el estar en ese lugar con tanta gente, no estaba acostumbrado y este cambio no me gustaba.

     Las puertas del elevador se abrieron y, con ellas, se logró ver como habían varios grupos, como cuatro, divididos y cada uno preparados para salir.

     Ellos me guiaron sin dejarme atrás, uno iba detrás de mi observándome y los demás delante de mi. Me llevaron hasta un mostrador lleno de armas, armas de todo tipo.

     Analicé el lugar, era la entrada por la cual se habían llevado a TaeHyung y no muy lejos estaban las escaleras por las cuales me habían encerrado a mi.

     El lugar era gigante y tenebroso.

     —Elige un arma.—ordenó una voz algo aguda detrás de mi.

     Miré sobre mi hombro y me di cuenta que, la persona que había hablado, era ChangBin.

     A pesar de que él fuera más bajo que yo, su presencia y si aura, al igual que Christopher, me hacían sentir tan insignificante. A su lado me sentía muy pequeño, muy inferior.

     Miré las armas, había recordado que la navaja ni la pistola de TaeHyung habían llegado a mi. Nos habían quitado las armas y las habían separado.

     Estaba seguro que ellos no querían que nadie en este lugar tuviera algo con que defenderse o atacar.

     Analicé cada una de ellas y me fui a la sección de pistolas, debía estar ahí, sino no usaría otra pistola. No usaría algo que no fuera de él.

     Miraba de un lado a otro y una de ellas me llamó la atención. Era una Glock 5, era la suya, estaba la posibilidad de que fuera incorrecta, sin embargo, recordaba que la suya tenía grabadas, con fuego, sus iniciales "KTH".

     Guardé el arma en mi pantalón, justo en la parte trasera, porque no tenían ningún tipo de funda para guardarlas, no como TaeHyung.

     En cuanto a la navaja... no había forma de encontrarla, no la reconocía de entre la cantidad que habían de ellas.

     Sin más, me volteé y me encontré con la pesada mirada de ChangBin y más de su grupo.

     —¡Oh!, ¡Seremos del mismo grupo!—exclamó con una sonrisa y un tipo de voz tan aguda que me demostraba mucho que todo lo que hacía lo realizaba con una falsedad increíble.

     —Eh, sí.—solté sin dejarme persuadir por sus sonrisas.

     —¡Genial!, ¿estás listo?

     —Yo.. eh.

     —¡Muy bien!, nos moveremos en este mismo instante.—finalizó girándose y soltando lo último con una voz más grave.

     Antes de que pudiera responderle, todos los equipos se movilizaron y comenzaron a bajar por las escaleras hacia la superficie.

     Ya abajo, miré hacia el primer, segundo y tercer piso y me di cuenta que, las ventanas, no dejaban ver nada dentro de estos mismos.

     ¿Qué será lo que habrá en esos pisos y por qué no entran a estos? ¿Quizás sean infectados que nunca exterminaron?

     —Sube.—ordenó uno de los tipos refiriéndose al rover cercano, un rover sin techo.

     Iba a montarme en los asientos traseros, sin embargo, ChangBin me señaló, con los ojos, el asiento del acompañante. No me quedó más que obedecerle y quedarme sentado esperando a que los demás también hicieran lo mismo que yo.

     Al él darme señales con los ojos, entendí la increíble superioridad que tenía sobre los demás y el liderazgo que poseía. Ahora entendía que se refería Chris al decirle "Mano derecha".

     Sin previo aviso, ChangBin comenzó a conducir a toda velocidad haciendo que todo mi cuerpo se vaya hacia atrás.

     Siempre había soñado con estar en uno de los "Rover Defender", pero solo los había podido ver en las películas y, aún así, no me estaba gustando para nada y menos en la forma en la que estaba conduciendo ChangBin

     Me agarré del asiento e intenté mantenerme más seguro, pero ChangBin volvió a ascender la velocidad y me hizo sentir peor, más de lo que ya me sentía.

     —¡¿Qué sucede?!—gritó mirándome y perdiendo la concentración en lo que había delante.— ¡¿Quieres que llamemos a mami y papi?!—vaciló volviendo a mirar al frente y aumentando más la velocidad.

     Todo mi cuerpo temblaba y me sentí mucho peor cuando escuché a los demás, que estaban detrás de mi, reírse. ChangBin me estaba humillando por completo.

     —¡Bienvenido a la unidad de reconocimiento, niño!—exclamó con una gran sonrisa, sonrisa sádica.—¡Rumbo al centro comercial, pendejos!

     Los demás le celebraban, pero mi corazón dolió mucho cuando escuché las palabras "Centro comercial".

     Ahí había ocurrido uno de los hechos más dolorosos de mi vida.

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     Me estoy calcinando los ojos.

Pauu_Nira