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JungKook
Sentí una puntada directa al corazón. ¿A donde estaba? ¿Y si alguien se lo había llevado? ¿Qué hacía ahora?
Corrí hacia la cocina, a ver si había algún tipo de rastro de él, no había nada. Salí hacia el baño, el cual se encontraba igual de vacío. ¡No estaba por ningún lugar! ¿Qué debía hacer?
Comencé a hiperventilar, no sabía qué hacer, tampoco sabía donde podría estar. ¡Había tardado demasiado! ¡No debía haber salido por tanto tiempo!
¿Se había ido? Me había prometido a mi mismo que no lo iba a dejar morir... pero ¿Y ahora?
Mi cuerpo se paralizó por completo al escuchar una extraña tos, proveniente de la habitación.
¿Qué... sucedía?
Salí del baño y corrí hacia el cuarto, ahí estaba. Estaba sentado en el suelo, con las espalda apoyada en la pared y con las rodillas en el pecho. Su cabeza estaba gacha y logré ver como una pequeña lágrima bajaba de su ojo.
—¿TaeHyunggie?—pregunté llamando su atención y haciendo que me mirase a los ojos.
Mi corazón se rompió, la lágrima que había visto no había sido la primera. ¿Qué había sucedido?
Lancé la mochila a un lado y me abalancé sobre él, quedando entre sus pernas. Esta vez era yo quien lloraba. Había sobrevivido, él había sobrevivido.
—J-JungKook, creí que t-te habías ido, cre-creí que te habían asesinado.—habló tomando mi cara con sus manos.
—N-No, no sería capaz.—respondí estrechando aún más nuestra distancia para, por fin, conectar nuestros labios.
Era inexplicable la seguridad y calidez que me transmitía con cada beso. Era maravilloso.
Me quedé así por unos segundos, necesitaba estar con él... necesitaba procesar que aún estaba conmigo.
—¿Qué te ha sucedido?—preguntó acariciando cada una de mis cicatrices.
—Lo lamento. No te gustan ¿Verdad?
—No es lo que crees, de hecho siempre me han gustado las cicatrices y déjame decirte que te quedan bellas.—sonreí, solo él podía decirme esas cosas.
—Gra-gracias.—agradecí tocando con mi mano desde su pecho hasta su ombligo. Lastimosamente tenía una camiseta.— Déjame limpiar la herida.
Él asintió y yo tomé mi mochila para comenzar mi trabajo. Saqué todo lo que había traído de afuera y miré su casa al momento de sacar las cervezas, junto a una botella de vodka y algo de soju. Me miró sorprendido.
—¿Bebes?—preguntó mirándome y mirando las bebidas.
—No he probado nunca. ¿Y tú?
—Uff, cuando tenía vacaciones me bebía hasta el alma.—sonreí y él soltó unas cuantas carcajadas.
Tomé el desinfectante y un paño, para comenzar mi trabajo. Levanté la camisa y empecé a pasar el paño sobre la herida, limpiando pequeños restos de sangre.
—Mamá nunca me dejó.—solté, evitando a toda costa el silencio.
—Ah, ¿Qué?
—Mi madre nunca me dejó probar ni una gota de alcohol, ni drogas y el cigarrillo ni hablar.
—Entiendo. Mi madre nunca estuvo presente, de hecho, estaba pero ninguno de nosotros le preocupaba.
—¿A quién te refieres con un "Nosotros"?
—Mi hermana mayor, ella se encargó de alimentarme y cuidarme mientras mamá iba de hombre en hombre.
—¿Qué fue de ella?... tu hermana.—pregunté con total inocencia.
—Se suicidó, no pudo soportarlo. Ninguno de los dos dormía por el miedo de que mamá entrara y nos golpeara, y si llegábamos a dormir... debíamos estar muy concentrados en los sonidos externos.
—Entiendo, yo... lo siento.—lamenté acercándome a él y quedando sentado sobre sus piernas, aproveché y también escondí mi cabeza entre su hombro y cuello.
—No hay problemas, son cosas del pasado y deben ser superadas.
—Lo sé.—sonreí.— vieras la cara de mi mamá cuando le dije que era homosexual.
—Me imagino.—besó mi frente.
—Estoy más que seguro que de lo primero que pensó fue en "SIDA" y que no va a tener nietos biológicos.
—Oh, yo nunca le dije a mamá que era gay, no esperaría algo bueno de eso.
—Entiendo, tu caso es más... difícil.
Luego de haber dicho eso, no esperé que él tomase mi rostro e hiciera que lo mirara a los ojos.
—Lamento lo que te diré, pero es solo la verdad.
—Dime, dime lo que sea.
—Tu madre no influyó en cosas buenas sobre ti, de hecho, de lejos se nota que te hizo muy mal.
—Lo sé, pero no siempre fue así.—respondí agarrando una de las cervezas y abriéndola.—Ella tuvo una especie de lio amoroso de secretaria-jefe.—primer sorbo de cerveza, se sentía extraño— Me tuvieron a mi y tuve padre durante quince años.—segundo sorbo, me estaba gustando.— Luego murió de leucemia y, de verlo vomitar sangre más las constantes protecciones de mamá, saqué el miedo a la sangre.—le pasé la bebida para que él también tomara.
—Algo de suerte tuviste, yo nunca conocí a mi papá. Pero es lo que te digo, tu círculo social te mantuvo dentro de una cápsula y... creo que tu madre no estaría muy contenta de saber que estoy haciendo esto contigo.—sonrió y volvió a beber.
—Se fueron, ya no queda nada más que bastos recuerdos de lo que alguna vez me rodeó.
—Está bien, tonto.
Aproveché el momento y me escondí aún más dentro de su cuello, además de besarle la base de la mandíbula, haciéndole sentir... ¿Nervioso?
—¿Sabías yo amo a una persona que se llama Jeon JungKook?
—¿Quién es ese? ¿Por qué lo amas? ¿Lo puedo matar?.—pregunté sacando unas cuantas carcajadas.—Yo también te amo, solo que... me has dado unos sustos que...—me detuve un momento, ese "Pero" no era bueno.—¿Sabes? No importa, solo quiero dormir a tu lado y sentirte una vez más.
—Él es el chico más precioso que he tenido en toda mi vida y, sorprendentemente, está en mis brazos en este momento.—acarició mi cabeza.— Duerme, yo te protejo mi pequeño.
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Se me pegó una canción y no sé cómo sacarla de mi mente.
Mmh, este es la primera parte de un pequeño maratón. No sé, creo que me volví loca
Pauu_Nira
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ℕ𝕦𝕟𝕔𝕒 𝕋𝕖 𝔻𝕖𝕛𝕒𝕣é || 𝕋𝕒𝕖𝕂𝕠𝕠𝕜/𝕍𝕂𝕠𝕠𝕜
FanfictionPrimera y principal historia del universo de muertos vivientes. Desarrollo de personajes de JungKook y TaeHyung. Por culpa de un virus la humanidad enloqueció. Toda persona que tuviera contacto con la saliva o sangre, de un infectado, sobre una heri...