ℕ𝕦𝕟𝕔𝕒 𝕋𝕖 𝔻𝕖𝕛𝕒𝕣é || 𝕋𝕒𝕖𝕂𝕠𝕠𝕜/𝕍𝕂𝕠𝕠𝕜

𝚃𝚎𝚛𝚛𝚘𝚛

JungKook

     Sin ni siquiera una sola palabra, solo con miradas, él me ordenó que lo siguiera, comenzando a caminar hacia el ascensor y con una pistola en la mano.

     Joder, estaba cagado, mis manos temblaban, el resto de mi cuerpo también, no me podía controlar a mi mismo. No sabía que carajos hacer ni lo que me harían.

     Haber bajado hacia allí fue un error, un muy grave error y ahora me tocaba pagar las consecuencias. Me había intentado hacer el héroe y había salido muy mal, demasiado mal.

     Ambos bajamos por el ascensor, reinados por el silencio que me estaba haciendo enloquecer peor de lo que ya estaba.

     Si bien, ChangBin me daba mucho miedo, ahora estaba mucho peor, emanaba ira por sus poros.

     Los guardias de la entrada no nos dijeron nada y solo nos dejaron pasar. Bajamos las escaleras hasta estar fuera del edificio y me guió hasta el rover donde anteriormente habíamos salido a las expediciones.

      En ese mismo auto me habían humillado de todas las formas posibles, me habían gritado, me habían golpeado, me habían hecho de todo que ya no podía soportarlo, no sin perder la cordura por completo.

     Él nos condujo muy rápidamente hacia un lugar no muy alejado del edificio, un lugar limpio de infectados y al aire libre, es decir, justo en medio de la calle.

     Apagó el motor y se salió, ordenándome con la mirada que hiciera lo mismo.

     Sin esperar por más, me salí y caminé hasta estar frente a él. No dijo una sola palabra, solo me miraba a los ojos pareciendo que me estaba analizando

     —¿Por qué eres tan putamente metido?—preguntó apretando fuertemente sus manos.—¡Christopher estaba considerando dejarte vivo!

     Eso fue como un golpe fuerte a mi cuerpo. Si, consideraban dejarme vivo, pero yo no podía soportar las humillaciones diarias, no podía soportar los gritos. En algún momento iba a pasar esto, era más que inevitable.

     —¿Q-Qué es lo que hacen aquí?—pregunté temblando, con pánico a la que podía ser la posible respuesta.

     —¿No eres muy curioso, siendo en la situación en la que te encuentras?—recitó acercándose mientras sacaba un cuchillo de su bolsillo.

     Aquél cuchillo fue a parar hasta la base de mi mandíbula, haciendo un muy pequeño corte. Comencé a hiperventilar, me miraba a los ojos y ni siquiera quitaba la hoja de mi cuello.

      —El edificio es un casino, un casino que siempre se ha hecho pasar por otras cosas. ¿Lo entiendes?

      Asentí lentamente esperando que dejara de pincharme con la cuchilla.

     —Quiero que pelees contra mi.

     Y esas palabras fueron suficientes para que todo mi cuerpo se tensara. Yo no sabía pelear y él era un profesional, ¿Cómo lo haría?

     —Si tu me ganas, te dejaré vivir, si yo gano... te mato aquí mismo, ¿Lo entiendes?—explicaba sintiendo su aliento en mi rostro.

     Estábamos tan cerca que no podía evitar sentir cada una de sus respiraciones.

     —B-Bien—solté separándome de él.

      —¿Tienes tu navaja?

     Toqué mi bolsillo y ahí estaba, junto a los dos anillos de compromiso. Rápidamente la tomé y saqué la cuchilla, apuntando a mi contrincante con esta misma.

     Aproveché que él estaba de espaldas, al parecer buscando algo, y corrí intentando apuñalarle con mi navaja y terminar todo lo más rápido posible, sin embargo, él se dio vuelta antes de que yo le atacara y, con un movimiento de su cuchillo, hizo cortes en mi antebrazo. Mi navaja voló, no muy lejos de nosotros, pero era muy peligroso irla a buscar.

     Antes de que me siguiera cortando, lo tomé del cuello y lo tiré al selo, con la poca fuerza que me quedaba. Seguí sin dejarle tiempo y golpeé su abdomen, aunque parecía que ni lo había sentido porque volví a sentir el filo de la cuchilla en mis manos. Me había vuelto a cortar.

     Ante el dolor que sentí, me alejé, no podía permitirme muchos cortes. Abandoné la idea de golpearle en el suelo, nada servía con su rapidez y fuerza.

      Me volví a acercar, esta vez intentando golpearle la cara con mi puño, pero lo único que logré fue que me esquivara y que cortara, no solo mi brazo, la parte izquierda de mi abdomen, mi mano y más de mis antebrazos.

     La hoja del cuchillo, cuando pasaba por mi piel hacía un pequeño ruido muy agudo, pero doloroso. Los cortes no eran profundos, aún así sangraban mucho.

     Sin detenerme, corrí hacia él, intentando empujarlo, pero la reacción fue al revés. Él me empujó a mi e hizo otro corte más, solo que esta vez era debajo de mi abdomen.

     De repente, mis pies fallaron y resbalé, cayendo de trasero al suelo. Al ver su rostro con una sonrisa, comencé a arrastrarme hacia donde habían lanzado mi navaja.

     No estaba lejos, pero el camino, el dolor y la agonía hacían que todo fueran más y más largo.

     Escuché como ChangBin se había agachado a mi lado, viéndome como me arrastraba par a tomar mi cuchilla.

     Voltea, córtale.

     Y así como quería, tomé la navaja y me volteé, intentando cortar algo de él y, lo que logré, no sabía si era bueno o malo.

     Había logrado cortar una de sus mejillas, pero... no parecía querer seguir la pelea... al instante sacó una pistola y me apunto.

     Con su mano, tocó la mejilla donde yo había hecho el gran corte y me miró sorprendido.

     —Ahora Christopher te matará.—soltó sonriendo y lamiendo parte de su sangre.

     Esas palabras fueron suficientes para que todo en mi se descontrolara

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      El autocorrector de la laptop es de todo, menos mi amigo.

Pauu_Nira