—¿Estás diciendo que olvide como te deshiciste de dos hombres del doble del tamaño? —deduce, haciendo una línea con los labios. Parece poco probable. En absoluto.
—Me conoces hace un par de horas, no deberías juzgarme de esa manera —digo, soltando un suspiro.
—¡Eh chicos! —alza la voz Owen llamando nuestra atención— no se queden atrás, no vamos a oír sus conversaciones.
Las siguientes horas son exhaustivas, aunque ahora podemos caminar a nuestro ritmo no avanzamos mucho debido al cansancio así que decidimos detenernos a un lado del río para descansar.
Mi cuerpo está molido, aun así tengo un pequeño descanso emocional cuando hablo con los gemelos y puedo saber con certeza que se encuentran bien. Mientras Andreé come una de las barritas mantiene un pequeña charla conmigo y me habla un poco sobre él y su familia, un poco, antes que la desolación me haga sentirme tan mal que no puedo sacar más palabra de mi boca.
Faltan un par de kilómetros antes de llegar al puente así que decidimos quedarnos por lo que reste de la noche, lo cual puede ser un par de minutos. Lo primero que hago es dejar mi chaqueta sobre la raíz de un árbol para acercarme a la orilla del río y tomar un poco de agua para echarla en mi cara, sobre el cuello y los brazos.
La venda que tengo se empapa por completo haciendo que la mancha de sangre seca se expanda sobre ella de forma rápida pero luego de desatarla, limpiarme la mano y exprimir la tela hasta que estuvo casi seca la pongo otra vez sobre la herida con un poco de dificultad.
Mientras debato la idea de si tirarme de cabeza al agua y quitarme el cansancio por completo o dejarlo pasar, un par de pasos que se avecinaban me hacen respingar y hubiera ido a parar al agua si quien fuera que estuviera ahí no me hubiera agarrado de la trenza.
—¡Ay! —exclamo llevando mis manos hacia mi nuca mientras aprieto los ojos por el dolor.
¨—!Lo siento¡ —exclama Jules tomando mi mano para ayudarme a poner de pie.
Arruguo la cara ante el dolor y sacudo el cuerpo antes de hablar.
—No te preocupes —le digo poniendo una mano sobre mi pecho para pasar el susto—, prefiero eso a haberme ahogado.
—Lo siento, enserio, por asustarte también —dice apresurado— digo, no encontré de donde más agarrarte.
—Está bien —digo tomando aire— está bien, en serio, no te preocupes.
El chico me mira con las cejas alzadas buscando un indicio de que le miento, pero no lo encontra porque no lo hay así que solamente sonríe tímido.
—Nada superará el primer susto —agrego con una sonrisa amplia.
Su cara de desfigura por un momento antes de reponerse.
—Eso no fue intencional —dice en un tono bajo y fruncienco un poco las cejas.
—Ya lo creo —replico con una sonrisa ladina—, debo irme. Nos veremos cuando desees.
Comienzo a caminar de vuelta a donde están los chicos, pero me detengo al escuchar en un tono bajo y casi intencional:
—No podemos estar junto todo el tiempo¨.
Me muerdo la mejilla conteniendo una risa y sigo. Es un alivio encontrar a Michael en el mismo lugar, me inclino para tomar mi chaqieta y sacar el arma para entregársela sosteniéndola por el cañón.
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A Través de la Oscuridad
Science FictionUn misterio en manos de todos... Cuando la oscuridad viene no se sabe qué trae con ella... Y nosotros quisimos descubrirlo. Misterio, muertes, secretos y muchas preguntas que responder. ¿Podrás llegar al final con nosotros? ¿O te quedarás en el cami...