—No se me ocurrió otra cosa —dice, un poco apenado.
Pero para mí no hay nada mejor que ver los ciento tres minutos de El recuerdo de Marnie, es cómo terapia para mí, de esa manera puedo recordar mis mejores años levantándome en la madrugada los fines de semana para poder verla.
La única forma de que me levantara temprano.
—Está perfecto —murmuro y le doy un beso en la mejilla, desde mi posición tengo una vista privilegiada de su cuello y mandíbula y las ganas de besarlo ahí casi me ganan.— La tumba de las luciérnagas no sería muy apropiada.
El chico se vuelve hacía mí con una sonrisa y me da un beso rápido en los labios, más que suficiente para mí.
—¿De qué trata? —pregunta aún con una sonrisa.— No la he visto.
—No importa —digo, un poco incómoda y volteo a ver el ordenador. El audio no es muy potente por lo que todos los chicos permanecen en silencio absoluto.
Barro toda la habitación con la mirada, los gemelos están junto a Owen y Michael, Luke está recostado en la pared que da a la puerta. En el momento que lo encuentro nuestras miradas se cruzan. Alzo una comisura como si fuera una sonrisa y veo a Louis a su lado más que concentrado en la película . Odella se encuentra del otro lado de la habitación, Lía también, dándome la espalda.
Bajo las cejas y miro a la puerta a mi lado, Sam debe estar ahí dentro, solo.
—¿Dónde vas? —pregunta Jules cuando me levanto. Parece estar curioso, pero al verlo a los ojos solo noto algo parecido a la decepción.
—Sólo un momento —digo en lugar de responder su pregunta y le doy una sonrisa antes de abrir la puerta y entrar.
No tengo que voltear para saber que la mirada de Luke estaría sobre mí.
La habitación está mínimamente iluminada por una de las bombillas, al principio parece que es por elección pero luego sé que es porque las otras tres faltan. Entorno los ojos para acostumbrarme a la poca iluminación, desde dentro no se escucha nada, ni siquiera se podría llegar a pensar que alguien está aquí pero.
Aún así no me siento mejor por el simple hecho de que le hemos excluido de los demás y estábamos disfrutando ahí fuera sin él. Camino siguiendo el recorrido de la pared helada al contacto y doy un respingo cuándo veo que el chico se encuentra sentado con la espalda pegada a la pared, no sé si tiene los ojos abiertos, aun así tuve una desagradable sensación de estar siendo observada.
—¿Sam? —intento, inclinado el cuerpo hacia él.
Durante un segundo estoy de pie a un lado de él, pero al otro me encuentro siendo embestida por una fuerza desconocida contra los estantes cercanos. Suelto un grito ahogado y me cubro la cabeza oyendo los golpes de las cosas al chocar contra el suelo.
—¡Ay, Dios! —chilla el chico. Lo veo intentar ponerse de pie, pero irse a un lado al mismo tiempo.
—¡No! —espeto, alzando una mano hacia él para que se quede quieto.— Está bien, yo me encargo.
Alzo las manos sobre mis hombros para alzar la estantería que se ha inclinado peligrosamente sobre mí mientras me levanto tratando de mantener el equilibrio. Me he dado un golpe en la nuca contra el metal y me siento tan mareada que podría regurgitar otra vez, pero me obligo a fingir que nada pasa mientras levanto las cosas y las dejo de nuevo en su lugar.
La bombilla parpadea mientras termino de hacerlo y alzo la mirada al techo, este lugar no resultaba ser tan agradable como he pensado, llega hasta a dar miedo.
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A Través de la Oscuridad
Science FictionUn misterio en manos de todos... Cuando la oscuridad viene no se sabe qué trae con ella... Y nosotros quisimos descubrirlo. Misterio, muertes, secretos y muchas preguntas que responder. ¿Podrás llegar al final con nosotros? ¿O te quedarás en el cami...