Capítulo 12.

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—Me temo que debo dejar que lo averigües tú misma —dice—, pero ten en cuenta que si decides quedarte y ser parte de nosotros, te daremos todo lo que necesites.

—Ya lo tengo —digo guardando los papeles en el bolsillo de mi pantalón.

—Hum —murmulla el chico y toma mi mano para retirar de ella la carpeta con la investigación—. Esto me lo tengo que quedar yo, no puede estar rodando por ahí.

Lamo mis labios.

—Agradezco que me tengas en cuenta para lo que planees hacer, pero luego de ver lo que has hecho en ese lugar no es una opción. 

Luke sonríe asintiendo con la cabeza.

—Me gustan las personas que defienden sus propios ideales.

Cuando salgo de aquella oficina lo hago peor de lo que había ingresado a la enfermería casi dos días atrás, me siento mareada, asqueada y con la sensación de tener alguien a mis espaldas siguiendo cada paso que doy por el lugar. No sé hacia donde ir cuándo el rostro de Michael se me aparece como un milagro, el chico se ve resuelto y cuando me ve, sonríe.

Me dice que los demás están en el comedor del primer piso, al parecer han pasado varias horas en la oficina con Luke, también me dice que ya han servido la comida y que me apurare si no quiero quedarme sin mi parte, pero estoy dudosa por lo que ha sucedido en la base Beta, por la intoxicación que estoy consciente, pudo ser mortal de no haber sido por... por lo que yo soy.

Lo que odio tanto me ha salvado.

Camino siguiendo las indicaciones de Michael hasta llegar al comedor, es una salita un poco más pequeña que la que vi antes. Hay varias mesas tupidas de chicos que conversan de cosas que no entiendo, me muevo hasta donde sirven la comida, pero ya se ha acabado la comida. No sé si lo agradezco o lo lamento. Lo siguiente que hago es buscar a los chicos, y los encuentro en una de las mesas más apartadas, conversando en voz baja.

El primero que nota mi presencia es Owen quien está de espaldas a la pared del fondo y le da un codazo para nada disimulado a Andreé, quien voltea como se acabara de despertar de un sueño. 

—¡Hola, linda! —me saluda Annie antes, y me extiende un pequeño plato con puré de papas. 

—Gracias —murmullo tomando asiento al lado de Owen. 

Miro el plato durante un tiempo antes de animarme a probarlo y cuando lo hago es como si hubiera despertado una parte dormida de mi cuerpo que me pide alimento a gritos. Comienzo a comer sumergiéndome en una burbuja personal de satisfacción, hasta que finalizo y noto que todos me miran de soslayo. 

Hasta este momento noto que habían parado su conversación por completo.

—¿Qué tanto hablaste con Luke? —pregunta Annie a penas alejo el plato.

Alzo la mirada y noto la mirada atenta de todos sobre mí. 

—¿Qué? —musito extrañada—. Solo hablamos sobre el funcionamiento del lugar. 

Por alguna extraña razón, no me siento mal por mentirles.

—Además —añado— ¿cómo sabían que estaba con él?

Owen alza las cejas.

—Michael te iba a buscar cuando vio que te ibas con él —responde y se refriega el rostro con expresión somnolienta. 

Después de eso solo hay silencio, un silencio extenso y pesado. Hasta que una chica de cabello rizado nos hace saber que pronto se hará hora de dormir, más específicamente se lo dijo a los menores. 

A Través de la OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora