Capítulo 50.

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—¿Qué veían? —pregunta girando la silla hacia la pantalla del ordenador que se ha oscurecido hasta estar a punto de apagarse. Michael mueve el mouse lo cual la ilumina de nuevo.

Sam da un pequeño respingo al leer el apartado que se mostraba en la parte superior de la pantalla, se llevó una mano como si le hubieran dado un susto de muerte.

—Pensé que sería mentira —dice, en una voz visiblemente triste—. Han puesto muchas vidas en riesgo por esto.

Frunzo las cejas tratando de entender a qué se refiere y pienso que está hablando solo, hasta que agrega, viendo a nosotros:

—Alguien debería poder ponerle fin al gobierno.

La noche anterior, al pasar de largo de la radio dejé de oír la noticia sobre la caída de la bolsa, que ha creado un vacío económico, afectando así gran parte del país. Se produjo apenas unos minutos después de haber dejado la habitación rumbo al cuarto de baño, pero la noticia creó un revuelo tan grande que se extendió por todas las emisoras, incluso fuera del país y muchas personas ha culpado a la administración de Vanhoff, aunque por razones distintas, se oponen al gobierno que ya está próximo a cumplir su segundo periodo por la ley que aprobaba la reelección, creada por el actual presidente federal.

Y al parecer no se le ha ocurrido mejor forma de desviar la atención que orquestar ese horroroso ataque, que según palabras de Sam llevaba días en marcha la planeación, ya que en el congreso anual se hablaría sobre el tema de la reelección. Ha matado dos pájaros de un solo tiro, y lo que quiere es atrasarlo lo más posible. 

Aún así en el caso de nuevas elecciones, estoy muy segura que se las ingeniará para mantenerse en el poder.

—El congreso dijo que debido a la unión de ambos países debía buscarse la renovación del poder —comenta Sam mientras le echa una mirada a las demás notas—, Vanhoff obviamente no quiere eso y ha puesto en marcha un proyecto de ley para extender su mandato.

La idea me parece tan descabellada, pero aun así no dudo de que hayan personas que lo apoyen, en especial el círculo más cercano del hombre los cuáles gozan de cientos de privilegios a excepción de el de tener a sus hijos seguros como es el caso de Sam y supongo que esa es la principal razón detrás de todo esto, quieren preservar el poder hasta que hallen la forma de desaparecer todas las pruebas de su relación con el proyecto XZ, mejor aún, terminar con el mismo laboratorio para salir del poder con las manos limpias, dejando cientos de víctimas detrás.

Y nuestro deber es ciertamente no dejar que eso ocurra de ninguna manera, deben pagar todas y cada una de las cosas que nos han hecho y todas las vidas que han apagado.


—Estamos en nuestro lugar —oigo la voz proveniente del intercomunicador a mi lado, entrecortada por la tormenta que se acerca—. Proseguir.

La ciudad de Berlín se alza imponente ante nosotros, con sus estructuras antiguas y contemporáneas viviendo en perfecta armonía, se alza frente a nosotros cómo una gran pero poco imponente ciudad coronada por un nubarrón que mezcla el blanco más puro con el negro más aterrador. 

Siento en los dientes cada relámpago que hace temblar la tierra con su gran fuerza y mi piel se eriza cada cierto tiempo con las ráfagas de viento que se cuelan por la ventana abierta de la camioneta. Nos ha tomado quince horas llegar a aquí, evitando puestos de moderación y autopistas, y nos tomará otras quince volver al Búnker. 

Cuento con el tiempo justo.

Siento la vibración del motor del auto en la piel de las mejillas y en la planta de los pies mientras avanzamos para llegar a la ciudad, el primer equipo que salió para verificar el perímetro una hora antes que nosotros ya se encuentra dentro de la ciudad, a unas cuatro cuadras del punto de encuentro y el último, el cuál se quedará a las afueras de la ciudad en caso de que bloqueen las salidas, viene detrás de nosotros. 

A Través de la OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora