Todo Lo Que Hice Por Ti

Capitulo 33 (La hija del maestro)

Ese día por la tarde Alexa se viste con ropa deportiva para poder ir a entrenar puesto que aún no tenía su uniforme o Dobook como se llama dicha vestimenta tenía que ir a entrenar en ropa deportiva.

Con los ánimos por el piso y con tantos pensamientos rondando por su mente decide ir, pues sentía que mientras entrenaba podía ser ella misma sin ser juzgada por los demás, se sentía en un lugar seguro como era su Doyang (Area de entrenamiento)

Al llegar al Doyang saluda a los cinturones negros, quienes eran los ayudantes de su maestro y eran los encargados de la clase mientras su maestro estaba ausente, un apretón de manos seguido de una reverencia era más que suficiente.

Al iniciar la clase su profesor Javier comienza con unos ejercicios de estiramiento, seguido de un trote variado para el cardio, un día normal de entrenamiento cuando de pronto ella junto a sus compañeros firmes con sus brazos a cada lado y cerrando su mano en puño

Atención -dijo en coreano el profesor Javier mirando al Maestro y su familia- firme -nuevamente hablo en coreano- buenas tardes Maestro -dijo el profe nuevamente haciendo una reverencia hacia el maestro seguido de sus compañeros.

Buenas tardes -respondió el Maestro en un tono serio pero algo alto- sigan entrenando -dijo y el profesor Javier asintió no sin antes hacer una reverencia.

Cómo sabrán, el contienente Astico es muy conocido no solo por su cultura y por las comidas tan exóticas que tienen países como China o la India, pero este arte marcial es de Corea del Sur y así como los demás países los modales y la educación era lo primordial y según las modalidades de dicho país como un gesto de educación a alguien que sea mayor se le debe saludar con reverencia de aproximadamente 5 segundos o 10, pero en este caso solo eran 5 segundos debido a que el maestro era mucho más mayor de rango que el profesor Javier a pesar que ambos eran cinturones negros.

Lo que diferencia a un cinturón negro ordinario y un cinturón negro Dan son las rayas doradas que tienen en la punta de una, casi todas las artes marciales que al llegar a la cinta negra dan la última sería la novena dan, es decir el rango más alto sería cinturón negro noveno Dan pero sin embargo en el taekwondo existe una décima cinta, dicha cinta es Cinturón negro décimo dan que se otorta ya a un maestro que le ha dedicado toda su vida al taekwondo y que al fallecer se le otorga está cinta como símbolo de respeto, honor y lealtad a dicho arte marcial, está cinta se les entrega a sus familiares con su respectivo nombre y rayas doradas en la punta de dicha cinta.

Pero volviendo al tema, el maestro llegó con su familia al Doyang, un chico moreno con semblante serio algo alto y con cabello ondulado entrel al tatami pidiendo permiso para unirse al calentamiento al profesor Javier seguido de una chica castaña de piel clara con su cabello semi liso de ojos grandes.

Está chica al verla parecía ser una chica tímida y delicada, al terminar de calentar van por un poco de agua, ambos se parecían un poco. A mitad del entrenamiento en un descanso que les había dado el maestro Aleso, Alexa junto a una amiga que había hecho ya desde una semana antes llamada Fernanda, quien era un rango mayor que Alexa.

Hola -dijo Alexa mirando a la chica con una sonrisa- Soy Alexa mucho gusto.

Hola -sonrió amablemente la chica estrechando la mano de Alexa- Soy Gabriela, el gusto es mío -Dijo amablemente- y tú eres... -miro a Fernanda quien estaba mirando a los más pequeños hacer de las suyas jugando y hablando.

Fernanda -dijo Fernanda presentándose amablemente.

Después de estar casi por unos 2 minutos conversando regresaron al entrenamiento, este día tocaba patear unos sacos y si había algo que Alexa en ese momento odiaba era un saco de color azúl pues este saco estaba relleno de un material que parecía arena y estaba forrado de tela como de sacos de costal con una delgada tela de platico.