A veces es complicado aceptar que la persona que creías que conocías resulte ser un machista y un narcisista. Que no te deja ser tu, que te maltrata y que te es infiel muchísimas veces. Un monstruo era Dimitriu, era el mismo demonio. Pero... en ese...
-¡Carajo!-grité golpeando el volante y me tuve que detener.
-¿Porque fingió su muerte?-susurré entre lagrimas. Llegué a la casa.
-Cariño, ¿todo está bien?-preguntó mamá y la miré.
-Si-susurré.
-¿Estuviste llorando?-preguntó y solo subí las escaleras y me encerré en mi habitación. Rápidamente tome mi computador y comencé a buscar información sobre Gabriela y ahí estaba ella. Era Sol. Decía que era inversionista y que era dueña de un casino junto a Dimitriu. No podía creer lo que estaba leyendo.
-Lucas, ¿que está sucediendo?-preguntó mamá y la miré.
-Pasa que Sol nos ha estado viendo la cara de imbeciles a todos. Sol no está muerta-dije con rabia y mis lagrimas no tardaron en salir.
-Lucas, esto es muy grave. ¿Estas seguro?-preguntó.
-Si, se cambió su nombre e incluso tiene una hija un año menor que Sol. Como es posible, que haya abandonado a nuestra hija, tengo muchas dudas ahora mismo mi cabeza está dando vueltas. Creo que lo mejor será que... regrese a Italia un tiempo. Necesito aclarar mi mente-dije y mi madre me mira.
-¿Como te enteraste de todo?-preguntó mamá.
-Eso no importa-susurré.
*****
-¿Y Natalie?-pregunté y Danna me miró.
-¿Como crees que está?-dijo Danna.
-Nececito hablar con ella-dije y Danna asiente.
-Esta en su habitación-dijo y asentí. Subí las escaleras y entré a la habitación. Natalie al verme se sentó y se secó sus lagrimas.
-Lucas-dijo y le regale media sonrisa.
-Natalie, vengo a despedirme-dije y ella me miro confundida.
-¿Despedirte?-preguntó y asentí.
-Me iré a Italia, nececito aclarar mi mente. Tengo miles de dudas ahora mismo, un millón de preguntas. Mi mente es un caos y no puedo seguir aquí. Todo me acuerda a ella, la casa y me da coraje al saber que todo este tiempo me estuvo viendo la cara de idiota-dije con mis ojos llenos de lagrimas, Natalie estallo en llanto y agarré su mano.
-Creo que lo mejor será que nos demos un tiempo Natalie, ambos estamos pasando por situaciones muy difíciles y lo menos que quiero en estos momentos es cargarte de mis problemas. Tú no tuviste la culpa de nada, al contrario-dije tratando de calmarla y acaricio su mejilla.
-Lucas te lo suplico, no te vayas-susurró entre lagrimas.
-Natalie, mi salud mental está primero que todo. Nececito tiempo, solo eso-dije y ella me miró.
-Me vas a abandonar-susurró y negué.
-No, no, no te estoy abandonando Natalie. Eso jamás, simplemente estaré en otro país, pero nos mantendremos comunicados. Cuando me necesites ahí voy a estar, no voy a dejarte sola-dije y Natalie no dejaba de llorar. Saqué el collar que era de Sol y mire a Natalie.
-Este collar significa mucho para mi, el día en el que me enteré de que iba a ser papá le regale este collar a Sol. Este collar significa mucho para mi y quiero que tú lo tengas, para que cada vez que me extrañes lo veas a él y sepas que aunque estoy a kilómetros de ti, estoy contigo. Y júrame que si Dimitriu intenta hacerte algo me lo vas a decir-dije y Natalie se puso el collar.
-Yo tengo uno y mi pequeña también tiene uno. Prométeme que vas a estar bien-dije y ella asiente.
-Te voy a extrañar tanto Lucas, pero tú salud mental está primero que yo y que todo. Te quiero mucho-dijo Natalie abrazándome. Estalle en llanto y ella también.
-Yo te quiero más, prometo que voy a regresar por ti y vamos a ser felices. Te lo juro Natalie-dije juntando mi frente con la suya.
-Ten esto-dijo Natalie sacando dinero de su bolso.
-No-dije y ella me miró.
-Es tu sueldo Lucas, por lo que trabajaste. Tómalo por favor-dijo Natalie.
-Mejor guárdalo aquí, debo irme, el vuelo está por salir-dije y ella me miró.
-Te deseo mucha suerte y que logres recuperarte Lucas-susurró y la mire.
-¿Puedo besarte?-pregunté y ella asintió y la bese. Uno de los besos más hermosos, no quería soltarla y sabía que ella tampoco quería hacerlo, pero ella se separó de mi.
-Cuida mucho a Sol y dale un beso por mi-susurró y asentí camine hacia la puerta y le regale una sonrisa a Natalie y salí y cerré la puerta. Me recosté de la puerta y respiré profundo y salí de la casa, entre a mi camioneta y estalle en llanto.
-Natalie, no sabes cuanto te voy a extrañar. Te amo-susurré.
Narra Natalie
-Natalie, por Dios qué pasó-dijo Danna quien se lanzó al suelo a abrazarme.
-Lucas se va a ir a Italia-susurré entre lagrimas.
-Ay-susurró.
-Tienes que ser fuerte, ahora más que nunca. Ahora tienes que enfrentar a Dimitriu-dijo Danna.
*****
-Natalie, nececitas un donante de corazón. Lo nececitas lo más pronto posible, tu corazón va a dejar de funcionar en cualquier momento-dijo el doctor y lo miré.
-Ojalá y de una vez se pare, a ver si ya salgo de esta miseria de vida-dije con mis ojos llenos de lagrimas.
-Srta. Williams, no debe expresarse así. Le voy a recomendar un psicólogo-dijo el doctor y negué.
-Estoy cansada de que todo el tiempo quieran decirme que estoy loca, pero nadie se pone en mis putos zapatos a sentir lo que siento-dije con rabia.
-Esta bien, debe calmarse. Eso no le hace bien-dijo el doctor.
-No le diga a nadie sobre esto, nadie tiene que enterarse que estoy a punto de morirme. Gracias y que pase una excelente tarde-dije.
-Antes de que se vaya, quiero decirle que... si está activa sexualmente, utilice protección. Un bebé con su condición lo complica todo aún más-dijo el doctor y salí.
Llegué a la casa, y decidí ir a la bañera. Sumergí mi cuerpo en el agua y salí. Miraba fijamente la pared blanca, y cerré mis ojos. Y Lucas vino a mi mente. Estar lejos de él me tiene muy deprimida, esa persona que me hacia sentirme yo, me hacia sentirme amada, feliz. Me hacía sentirme bien. Simplemente el ya no estaba en mi vida y ese brillo se había apagado en mi. Miraba mi celular con desespero esperando esa llamada para poder escuchar su voz, pero la espera no valió la pena porque mi celular nunca sonó y eso me desmotivo mucho más.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
