ᴛʀᴇɪɴᴛᴀ ʏ ᴄɪɴᴄᴏ

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Tres meses (de embarazo)
 
—Vale, hoy son tres meses -sonrió Cole con el cabello despeinado, se veía tan sexy en la cama. Sus manos fueron hasta mi estómago y pasó la mano por debajo del pijama.
 
—¿Vamos a decirles? -pregunté nerviosa, le había prometido a Cole que le diríamos a los gemelos sobre el embarazo cuando yo tuviera los tres meses.
 
—No, hoy iremos a escoger una nueva casa -la sonrisa no se había ido de su rostro.
 
—¿Qué? -él no me estaba diciendo eso.
 
—Seremos cinco en una casa con tres habitaciones ¿Es en serio? Digo, está bien pero no quiero realmente que Mitchell tenga que dormir con Thom o la bebé en nuestra habitación. No hay peros, tu sólo escoge una que quieras y la sientas como hogar -besó mis labios y se levantó— Uh, tengo hambre.
 
—¿En serio vas a comprar una? ¿Qué pasará con esta?
 
—No sé ____, es tuya no mía.
 
—Iré a hacer desayuno, los gemelos hoy tienen su primer entrenamiento.
 
—Quiero pasteles -jadeó.
 
—¿Por qué no te jodes? ¿Te estás riendo de mi? ¡Sabes que soy pésima en eso! -exclamé. La última vez que intentamos hacer pasteles todos juntos... No diré lo que pasó después.
 
—Olvide lo agresiva que has estado, bueno me confirmo con tostadas -sonrió.
 
Caminé hasta la cocina y comencé a preparar el desayuno pensando en los locos dos meses que han pasado.
 
Mitchell y Thomas hoy tenían su primer entrenamiento en una nueva escuela de fútbol, Cole la había encontrado y dijo que allí iban todos los hijos de sus socios así que definitivamente tenían que ir allí los gemelos. Me imagino la cantidad de madres que van a haber con carteles de oro y diamantes alentando a sus hijos.
 
Pero también teníamos que ver la casa ¿En serio nos íbamos a ir de aquí? ¡Era necesario pero no quiero dejar este lugar!
 
Estos días han sido -súper ultra mega hiper— locos. Los vómitos se acabaron cuando estuve de dos meses no he vuelto a tener mareos desde ese día pero Cole es una real molestia, no deja que haga nada -lo que agradezco pero no es necesario— y los gemelos están en sus días de hacer travesuras y locuras.
 
—Mamá... -susurró Thomas en la puerta de la cocina.
 
—¿Qué, Thom? -sonreí.
 
—Te está saliendo estómago -lo miré sorprendida. ¿Estómago? ¡Tenía tres meses! Yo no veía ningún tipo de "panza"— ¡No es que estés gorda! Pero es raro -caminó hasta mí y puso sus manos en mi estómago, igual que Cole— Wow, es redondito -algo estaba mal con mi hijo— ¡ah! ¡Tiene vida propia! -miré mi estómago y sonreí. Mi pequeño maní había estado algo inquieto últimamente y amaba eso.
 
—Sigo enferma -me excusé.
 
—¿Aún?
 
—Sí, jamás se pasará ¿Estás listo para el entrenamiento?
 
—Sip -sonrió y abrazó mi cintura— ¿Nos irás a ver tu?
 
—Es hasta las 1pm y luego iremos a ver una casa -no lo podía creer.
 
—¿Una casa? ¿Para qué? -preguntó confundido.
 
—Para nosotros, quizás Spider podría tener su propia habitación -Thom abrió los ojos emocionado y se alejó de mí. Sentí una punzada en el estómago y jadeé, había dolido.
 
—¿Estás bien?
 
—Sí...
 
¡No! ¿Qué había sido eso?
 
—Iré a despertar a Mitch.
 
—Llevaré el cereal a tu habitación y el de Mitch también, tienen que ponerse sus shorts y camisetas.
 
—¡Vale! -gritó Thom en la puerta, se dio vuelta y comenzó a correr hacia la escalera.
 
Puse las tostadas de Cole y jugo de naranja en una bandeja y subí hasta nuestra habitación. Cole tenía la boca abierta y los ronquidos casi salían desde su garganta.
 
—¡Cole! -exclamé moviendo su hombro.
 
—Déjame -susurró, ¿No tenía hambre?
 
—Me voy a comer tus tostadas -lo amenacé.
 
—¡No! -chilló, aún estaba con los ojos cerrados.
 
—Cole, abre los ojos y come tu desayuno porque luego vamos a estar atrasados -maldito hombre infantil.
 
—Ya estoy despierto -dijo seguro, tomó el vaso y tomó un gran sorbo de jugo.
 
—No iré a buscar más para ti -ni loca bajaría la cocina nuevamente.
 
—Bueno -sonrió y siguió tomando.
 
Iba a responder pero un dolor cubrió la parte baja de mi estómago, gemí y me senté en la cama con las manos en mi pequeño bulto.
 
—¿Qué pasa? -preguntó Cole preocupado, dejó la bandeja en el suelo y se paró de la cama para quedar frente a mí.
 
—Nada... -susurré, aunque era mentira, había dolido

ᴅᴀᴅ || ᴄᴏʟᴇ sᴘʀᴏᴜsᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora