ᴛʀᴇɪɴᴛᴀ ʏ ᴅᴏs

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Eran las 7am y estaba con los ojos casi cerrados preparándole el desayuno a los pequeños. Dormí como la mierda y ahora sólo quería cerrar los ojos y no despertar en meses.
 
—Mamá hoy nos quedamos a basquetbol -gritó Thom en la puerta de la cocina, entró y tomó una tostada para luego volver a correr de vuelta a las escaleras.
 
Gruñí y puse ambas manos en mi cabeza, dolía demasiado y estaba mareada. Hoy entré a la cocina y lo primero que hice fue tirar el pastel, sabía que los gemelos de habías esforzado en hacerlo pero no quería que se comenzaran a sentir como yo lo estaba haciendo ahora.
 
—Ayer no tomé la leche y hoy no quiero ir al colegio -Mitchell tocó el pantalón de mi pijama y lo miré ahogando un gritó.
 
—¡Vístete Mitchell! -estaba sólo con bóxers y todo despeinado.
 
—No, mami, no quiero -se apoyó en mi pierna, lo tomé en brazos y caminé con el hasta las escaleras. Aw, esto no me gustaba, no tenía fuerzas ni para tomar a Mitch.
 
—Mitch quiero que subas a tu habitación, te pongas tu lindo uniforme, laves tus dientes, laves tu carita de niño bueno que tienes y bajes -besé su mejilla esperando a que subiera pero no lo hizo y se quedo allí sentado en la escalera.
 
—¿Qué? ¡Vamos, estamos muy atrasados! -gritó Cole. Toqué mi cabeza rogando para que dejaran de gritar y el dolor se vaya.
 
—¡Ayer no tomé mi leche y ahora no estoy feliz! -Mitchell gritó cuando Cole lo tomó en sus hombros y subió las escaleras.
 
—¡Déjalo, Cole! -mierda, iba a morir— Ve con Thom a la escuela, Mitchell no irá hoy -no estaba para pensar en sí iban o no iban, Mitchell no estaba listo así que no iría y dormiríamos hasta tarde porque claro está que yo no iré a trabajar con esta cara de mierda que traigo.
 
—¡Tu tampoco estás lista! -chilló.
 
—Me siento fatal así que no iré a trabajar. La comida de Thom está en la mesa. Por favor no llames temprano, te amo -besé sus labios cortamente y tomé a Mitchell como pude para que subamos las escaleras.
 
—¡No puedes faltar!
 
—Mírame hacerlo.
 
—¡Estoy listo! -Thom bajó las escaleras como un rayo y corrió a la cocina, luego salió con un jugo y una tostada. Thom era mucho más responsable que Mitchell y yo.
 
—Te estaré esperando en el auto -gruñó Cole y caminó hasta la salida. Thom me miró pidiendo alguna explicación y me encogí de hombros, subió los pocos peldaños hasta llegar a mí, besé su frente y Thom corrió con su mochila hasta la puerta.
 
—¡Te extrañaré hoy, Mitch!
 
—¡También yo! -la puerta se cerró y Mitchell se aferró a mi hombro.
 
—Vamos a dormir y luego te daré la leche -besé su mejilla y caminé hasta mi habitación.
 
—Vale, tengo mucho sueño -se quejó.
 
—Vamos a dormir ahora porque mamá de siente fatal, Mitch no la molestará ¿Verdad?
 
—Siempre y cuando mamá tampoco moleste a Mitch -lo dejé en la cama y en cuento lo hice cerró ambos ojos. Me acosté a un lado de él y abrazándolo me dormí.
 
(..)
 
—Mitchell — susurré moviendo sus brazos.
 
—Mamá molestó a Mitchell y eso no está bien -gruñó.
 
—Mitch necesito que me ayudes.
 
—¿En qué cosa?
 
—¿Puedes traerme un vaso de agua? -Mitchell me miró casi con los ojos cerrados y asintió levantándose.
 
Tomé mi teléfono y marqué el número de Cole, me importaba una mierda si tenía alguna reunión pero me sentía demasiado mal, la contestadora apareció en cuanto la llamada comenzó a sonar ¿Me había cortado? Mitchell apareció con el vaso en la mano y me lo dio.
 
—¿Estás bien? -tocó mi brazo con cuidado.
 
Era raro, sólo de un momento a otro los mareos venían y luego se iban, lo estaba odiando.
 
—¿¡Puede ser hoy nuestro día de mamá e hijo!? -chilló.
 
—Sí, eso sería genial -toqué mi cabeza, espero que el dolor de acabe de una vez— Báñate y vístete, Mitch. Ordenaré acá y luego salimos.
 
—Vale -sonrió y dio un corto beso en mi mejilla para luego salir corriendo.
 
...
 
—¡No quiero cortarme el cabello! -gimió.
 
—Ya está demasiado largo, Mitch.
 
—¡No! -bufé y tomé su mano para que siguiéramos caminando, comprar ropa también estaría bien.
 
—¿Qué son las pastillas del día después? -preguntó, una señora que estaba pasando al lado de él lo miró sorprendida y luego me miró a mí negando con la cabeza.
 
—¿A qué viene esa pregunta?
 
—Porque ahí sale y quiero saber que es -apuntó un cartel que estaba en una farmacia.
 
—Ah, cuando estés más grande lo vas a entender.
 
Mierda.
 
Ay.
 
No.
 
Pastilla del día DESPUÉS.
 
¿Cómo fui tan idiota y la tomé dos días después? Oh Dios mío. La señora de la farmacia me había dicho eso, demonios ella hablaba francés y seguramente no me entendió ni mierda lo que yo le había pedido.
 
¡No! Mareos, vómitos y tomé la pastilla dos días después.
 
—Mitch ve a comprar dulces a esa máquina de allá -apunté una máquina que daba luces por una libra, se la di y el salió corriendo.
 
Entré a la farmacia con mareos, ay Dios no lo permitas por favor. Estamos bien sólo con los gemelos ¡Habíamos vuelto hace tres meses! Agh, ¿Por qué no lo detuve cuando supe que no teníamos condón? ¡Era la misma historia que hace nueve años!
 
—¿La puedo ayudar en algo? -preguntó la señora detrás del mostrador.
 
—Sí, umh ¿Tiene test de embarazos?
 
—Oh, claro -me miró con lástima ¡Lástima! ¡Le daba lástima a la señora de la farmacia!
 
—Quiero uno por favor -estaba en un tipo de Shock.
 
—Aquí, tenemos estos nueve, tienes que elegir dos -sonrió. Escogí los dos y los pague. Mitchell llegó corriendo hacia mí y con la boca llena de dulces. Debo estar muy mal como para dejar que Mitchell coma todas esas golosinas.
 
...
 
—Negativo -susurré con una sonrisa viendo el segundo test que me había hecho.
 
—Mamá, papá llamó y dijo que no llegará hasta las 8 -gritó Mitch desde afuera.
 
—¡Vale! Pero iremos a verlo nosotros.
 
—¡Y luego a buscar a Thom!
 
—¡Bueno! -me lavé las manos y salí del baño.
 
—¿Vamos ahora?
 
¡Negativo! Era justo lo que quería ver.
 
—Nunca he venido -susurró Mitchell tocando el espejo del ascensor.
 
—Vamos, papá estará contento de verte -tomé su mano y salí con una sonrisa en el rostro.
 
—¿Acá trabajas tú? -apuntó el escritorio de Megan. ¿dónde estaba?
 
—No, allí trabaja una mujer muy fea -hice una mueca y Mitchell rió.
 
—¿Es vieja?
 
—¡Muy vieja!
 
—Oh, que mal -rió. Abrí la puerta de la oficina de Cole viendo como Mitch hacia distintas muecas. Levanté la mirada y abrí la boca chillando.
 
—Oops -susurró la perra de Megan. Puse a Mitchell delante mío tapé sus ojos con la palma de mis manos. Cole tenía su pecho pegado con el de Megan, la sonrisa de Megan estaba pegada a los labios de Cole.
 
<<Al menos estaban con ropa>>
 
—Mierda, _____ -se separó de Megan y caminó hasta mí. Mordí mi labio tratando de no llorar.
 
Me di vuelta con Mitch y lo empujé hasta el ascensor, agradecí haber actuado rápido y tapar sus ojos.
 
¿Qué hubiera pensado de Cole?
 
—¡____! ¡Mierda, amor!
 
Ay, mierda, que esto sea un sueño por favor.
 
—¡Ay, mamá! -chilló Mitchell, las puertas del ascensor ya se habían cerrado y Cole había quedado fuera con Megan detrás de él.
 
—Mitch no hables -susurré.
 
—¿Por qué? ¡Ni si quiera pude ver a papá! ¿¡Por qué lloras!? -gritó abrazando mis piernas.
 
—No… No pasó Nada.
 
—¡Estás llorando!
 
—¿Peleaste con papá?
 
—No, Cole estaba ocupado sólo eso -caminamos hasta mi nuevo coche, no debí aceptarlo. Cole me lo había dado ayer diciéndome que era mucho más seguro para mí y los gemelos. ¡Maldito!
 
—¿Vamos a buscar a Thom?
 
—Sí -debía tranquilizarme.
 
...
 
—Y entonces Jason dijo que Maddie era fea y bam Maddie lo golpeó justo allí -rió Thom junto a Mitchell.
 
—¡Ay, está ciego! -rió Mitchell— obviamente Maddie es mucho más linda que Grace -hablaban como sí estuvieran solos.
 
—¡Deberías haber estado allí!
 
—No faltaré nunca más a la escuela -gimió Mitch.
 
Nos bajamos del auto y caminamos juntos hasta la puerta, el estómago se me revolvió otra vez y a los segundos de abrir la puerta ya estaba en el baño de mi habitación.
 
Solté -ahora sí— todo lo que había comido en el centro comercial con Mitch, cerré los ojos y sentí que mis ojos ardían, me dolía como el infierno la garganta por lo seca que estaba.
 
Limpié mi boca con una toalla y y miré mi pálido rostro en el espejo. A la mierda me veía fatal.
 
—¿Me lo ibas a decir? -susurró esa ronca voz tan conocida para mí. Tapé mi rostro con la toalla y solté pequeñas lágrimas que la esponjosa toalla las absorbió al instante. No podía creer que Cole haya estado con Megan, estábamos tan bien los últimos días ¿Que fue lo que pasó? ¡Vale, admito que a veces no era muy buena en la cama pero con sueño nadie lo es!
 
—¿De qué hablas? -susurré.
 
— ¿¡De qué hablo!? -gritó— de que estoy hablando -rió— ¡De esto hablo! ¿¡Me lo ibas a ocultar otra vez!? -volvió a gritar y algo cayó a mis pies.
 
¿Qué?

ᴅᴀᴅ || ᴄᴏʟᴇ sᴘʀᴏᴜsᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora