Calliope
Caminaba por los pasillos del instituto en busca de Mark, estaba distraída. Una mano me tomó por el brazo y me obligó a entrar a una de las salas de limpieza.La luz se prendió y pude ver por fin su cara.
—¿Arizona? —fruncí el ceño.
—Necesito hablar contigo —dijo rápidamente. —¿Tú que sabes?
—¿Qué sé de qué?
—Mi madre no quiso decirme nada acerca de la pelea de ayer, ¿tú qué sabes? ¿Qué te dijo tu padre?
Bufé.
—Él tampoco quiso abrir la boca.
—Mierda —miró hacía un lado. —¿Por qué le habrá dicho eso? ¿Qué tiene que ver mi madre con que tu no hables con la tuya?
—¡No lo sé! Solo sé que tú madre conocía a la mía.
Arizona estaba confundida, se podía ver en su rostro. Inspeccionándola, pude darme cuenta de que estábamos realmente cerca. La habitación no era grande, apenas entrábamos.
—Mierda —dijo la rubia en cuanto miró su móvil. —Dann está buscándome, nos vemos luego —besó mi mejilla rápidamente y salió.
Su accionar me dejó paralizada, ella había besado mi rostro, sin siquiera darse cuenta.
Sonreí apenas y salí de ahí.
—¿Qué estuviste haciendo? —preguntó Mark cuando nos encontramos en el pasillo.
—Nada...¿Por qué?
—Porque estás sonrojada —rio. —¿A quién te has follado? —se burló.
—Cierra la boca —lo empujé mientras reía.
—¿Cómo te fue ayer con Arizona? Dime cuánto sufriste.
—Oh, estuvo bien. Fue extraño, pero no me quejo —sonreí apenas mientras nos sentábamos en el salón.
—¿Lo dices en serio?
Asentí.
—Debo admitir que no es tan mala como parece —me encogí de hombros.
Mark se quedó en silencio un buen rato.
—¿Qué? —pregunté.
—Escuché un rumor —me observó.
Levanté las cejas esperando una respuesta.
—Arizona es lesbiana.
¿Qué? Imposible
—Eso es imposible, ha estado con Dann desde hace años —negué riendo.
—Si tu lo dices...
Al salir del instituto fui directo a casa, necesitaba hacer deberes y terminar una canción, me gustaba tocar el piano y cantar, esperaba algún día poder contárselo a papá.
Si es que volvía a casa antes de que me quedara dormida.
Al mirar por la ventana, vi un auto rosa estacionarse frente a casa. Mi ceño se frunció.
Bajé prácticamente corriendo la escaleras hasta la puerta, la rubia estaba esperándome ahí.
—¿Arizona? ¿Qué haces aquí?
—Tenemos que hablar, encontré algo —pasó a mi casa prepotente.
—¿Cómo sabes dónde vivo?
—April ha venido a fiestas aquí —me observó.
Se veía preciosa, llevaba un suéter negro y unos jeans azules. Era la primera vez que la veía sin producirse al máximo.
—¿Okey?
—Mira —puso una foto en mi cara.
—¿Qué es esto? —la tomé y la analicé.
—Una foto, duh.
En aquella podía verse a mi madre, a Bárbara y a otra mujer, eran jóvenes, la foto era vieja, claro está.
—¿Quién es esa otra mujer? Me resulta conocida.
—Ese es el punto, no lo sé. Quería saber si tenías alguna foto de tu madre, de donde pudiéramos sacar más información...
—Creo que están en el cuarto de mi padre, no estoy segura. Las debe haber quemado —bufé.
—¿Por qué tu madre no se las llevó?
—Porque mi padre tomó la mayor parte de su ropa y se la tiró en la calle... Ella no entra a la casa desde hace años —desvié mi mirada.
—Oh... Lo siento. Mi intención no es que revuelvas el pasado Callie —bajó su mirada.
—Vamos al cuarto de mi padre, revisaré si todavía tiene las fotos —tomé su mano y la llevé hacía allí.
Me puse de rodillas y rebusqué entre sus cajas.
—Mierda —dije cuando tomé una con el nombre de mi madre.
—¿Es esa?
—Si —me senté y se la entregué.
Ella la abrió y comenzó a observar las fotos, pasando una por una, hasta que encontró una carta.
—Es... una carta —me miró.
—¿De quién?
—De mi madre —intentó no ponerse nerviosa.
—Mierda —dije cuando sentí el auto de papá estacionarse en el garaje.
Comenzamos a guardar todo rápidamente, incluso la carta. Corrimos hacia mi habitación e intentamos hacer de cuenta que estudiábamos.
—Cariño —gritó mi padre y subió a mi cuarto, en cuanto abrió la puerta sus cejas subieron. —Arizona, no sabía que estabas en casa —sonrió apenas.
—Estamos estudiando papá —sonreí nerviosa.
—Claro, yo estaré en la cocina —me guiñó el ojo y se fue.
Arizona dejó escapar todo el aire que mantenía en sus pulmones y se desplomó en mi cama.
—Eso estuvo jodidamente cerca Calliope —rio.
Reí también. A veces se sentía bien pasar el tiempo con ella.
—Debo irme, recuerda que esta noche es la fiesta en mi casa. No faltes —me sonrió.
Ambas bajamos y abrí la puerta, nos sonreíamos, algo raro en nosotras.
—Nos vemos.
—Adiós —besó mi mejilla y salió volando hacia su auto.
"Quiero rayar su coche
I wanna key his car
Quiero hacerle el almuerzo
I wanna make him lunch
Quiero romperle el corazón
I wanna break his heart
Y luego ser la que lo cure
Then be the one to stitch it up"———
El sábado fue mi cumpleaños, quería subir el capítulo ese día, pero tuve demasiadas cosas que hacer.
Así que ¡disfruten!
-Palo cumpleañera.
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Blondie
Fanfiction"Sobre todo, te odio porque pienso en ti. A menudo. Es repulsivo, pero no puedo evitarlo." - El príncipe cruel.