Cuando llegamos a la superficie visualizamos a los chicos caminando de un lado a otro, hasta que voltean a vernos, y rápidamente corren a cubrirnos.
No puedo evitar sonreír.
-Lo de la ropa es en serio - gruñe Thessar - si no quieren ver cabezas rodar es mejor que cooperen.
Zesch y yo compartimos mirada. Queríamos licántropos y tenemos licántropos. Así que a aguantarnos.
Después de cambiarnos y despedirnos de los demás, nos vamos sonrientes con nuestros merak.
Lo veo y no me lo creo, y lo mejor de todo es que Zesch y yo no nos separaremos, si no que ahora aprenderemos juntas a vivir una nueva vida. Esta vez llena de amor.
Llegamos a la enorme casa de antes y ahora sí ellos dejan que los guardias abran la puerta.
- Creo que por hoy será mejor descansar, mañana les mostraremos la casa y hablaremos más calmados.
- Está bien - concuerdo.
-¿Dónde dormiremos? - pregunta Zesch.
Ellos se miran entre sí para luego mirarnos a nosotras.
-Con nosotros claro está - ¿Claro está?
-¿Es algo normal? - lo pregunto por la manera en la que lo dijeron.
- Sí, porque son nuestras
mates - contesta Asher.-¿Y si vamos de visita a alguna casa también debemos dormir con los dueños? - me contengo de reír porque sé que Zesch lo hace solo para molestarlos. Y vaya que lo logra.
- Claro que no - gruñe Asher.
-¿Nos podemos ir ya? - los
interrumpo - estoy cansada.Thessar toma mi mano y me guía hasta la que ahora será nuestra habitación.
Es enorme y los colores que predominan son el beige y el gris. Es hermosa.
-¿Aquí dormiré? - pregunto sin poder ocultar mi asombro.
- Así es - me abraza por detrás - me alegra que te guste.
-Me encanta - volteo entre sus brazos para darle un beso algo tímido.
Me tiro sobre mi nueva cama y es casi como si me abrazara, me encanta.
Thessar empieza a desvestirse y automáticamente tapo mi cara.
-¡¿Qué estás haciendo?! - pregunto escandalizada.
Su risa ronca resuena en toda la habitación.
- Preparándome para dormír - odio que use ese tono de obviedad.
-¿Y dormirás así? - ya no dormirá solo.
-Tu también deberías ponerte cómoda.
- No dormiré desnuda, y dudo mucho que tengas un pijama para mí - hablo segura, pero después recuerdo que él es un hombre que ha estado sin encontrar a su pareja osea yo, por más de cien años -... o sí? - agrego dejando mi timidez a un lado y mirándolo a la cara, aunque es una misión casi imposible mirar solo su rostro.
- Acertaste, no tengo. Pero..- alarga la palabra - puedes usar algo mío.
-No, gracias. Así estaré bien.
- Como digas - me da la espalda y entra detrás de una de las puertas que hay en la habitación, supongo que a llevar su ropa al closet, y en seguida vuelve a salir.
Bendito sea todo lo que participó en la creación de tremendo espécimen.
¿Todo eso es para mí?
Creo que necesitaré más que una sábana para secar mi babeo.
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Una sirena para el alpha.
FantasyMás allá de las profundidades del mar, donde habitan los animales marinos y los corales; a pesar de que muchos lo consideran solo un mito y de que verlas es algo increíblemente poco probable, ahí habitan los seres más hermosos. Incluso más hermosos...