Una sirena para el alpha.

44. Sangriento🌺

Narra Thessar:

En el momento en que ví como Nerea colapsaba en mis brazos, fué como si un huracán de gran categoría se formara en mi interior.

Por más que lo intenté retrasar, Terence tomó el control. Todo lo que veía y sentía pasó a un segundo plano.

La ira era lo único que dominaba su pensar y su actuar.

Después de sacar a Nerea y Lisa del arroyo, se contactó con Asher ignorando por completo mi llamado.

Justo en el momento en que Asher piso el lugar junto a unos pocos guardias, él se transformó y corrió a lo profundo del bosque. No sin antes ordenar que nadie se atreviera a seguirlo.

Ya sabía lo que se avecinaba, y no pensaba interponerme. Andrea nos traicionó de la peor manera. La principal regla en todas las especies, es no meterse con la relación de almas gemelas. Dañar a un compañero es castigado de la peor manera sin importar a cual especie pertenezcas.

Porque un compañero es lo más importante en la vida de los sobrenaturales. O al menos en la vida de casi todos, porque aún hay algunos que sobrepasan está ley mundial. Como Andrea que rechazó a su mate, quien debió ser lo más importante para ella, y no conforme con eso, intentó dañar una relación de compañeros interviniendo en su camino con trucos sucios y aún peor intentado dañar físicamente a uno de ellos. Por todo esto la muerte es lo mínimo que se le puede otorgar, incluso matarla es tenerle misericordia.

Aunque rechazar a tu pareja no es castigado, no es bien visto por los sobrenaturales. Pero intervenir en una relación de almas gemelas es algo que nunca se deja pasar. Y nosotros no seremos la excepción.

En el momento en que Terence se acercó a la dirección en la que ella se encontraba, los gritos desesperados se hicieron escuchar. Ya la noche había desaparecido, pero por tener los ojos vendados ella no era consciente de esto.

En su pensar, ella aún se encontraba en un lugar desolado, en medio de un bosque terrorífico rodeada de una abrumadora oscuridad. Donde no sabía que esperar, o con qué encontrarse. Temiendo ser detectada por alguna criatura salvaje que merodee en la oscura noche.

Siempre le tuvo miedo a la oscuridad, durmiendo con luces encendidas, y evitando merodear luego de la caída del sol. Pero tuvo el valor suficiente para encontrarse con cazadores despiadados, a altas horas de la noche, todo por lastimar a lo más importante en mi vida.

Sus gritos aumentaron al escuchar los pasos apresurados de Terence acercándose a ella, y sus ruegos llenaron el lugar luego de reconocer nuestro aroma.

Pidió piedad tantas veces, que sería difícil recordar el número con exactitud. No, no habría manera.

Tenía miedo de ser encontrada por alguna bestia salvaje, sin saber que eso hubiera sido cien veces mejor, a que Terence volviera por ella.

Terence no habló, no perdió un segundo en empezar a morder todo su cuerpo, desprendiendo y rasgando la carne de todo su cuerpo, mientras sus gritos agonizantes resonaban en los oídos lobunos del animal que ella misma había provocado.

La ví a través de unos ojos que no eran los míos, su manera de retorcerse bajo los afilados dientes de mi compañero, su manera desesperada de intentar soltarse y escapar, lejos de causarme dolor me airaron, a tal punto que incité a Terence para que prolongara su sufrimiento, no quería que fuera tan fácil.

Porque, ¿Qué hubiera pasado si Nerea se hubiera encontrar en su situación?.

¿Y si esos cazadores hubieran cumplido su cometido con la mujer que amo, o con la mujer que mi hermano ama?.

Ella era consciente de lo que esos cazadores le harían a Nerea y Zesch, y aún así las entregó sin ningún remordimiento, hasta quería ver como las hacían vivir un infierno.

Con solo pensarlo, siento como se nubla mi juicio.

¿Y se atreve a pedir piedad, se atreve a rogar misericordia?.

-¡Noooo! ¡Por favor! .

Terence no se detuvo en ningún momento.

Las lágrimas habían bañado todo su rostro, y la sangre había bañado su cuerpo, incluso en el suelo debajo de su cuerpo se había formado un charco  carmesí.

Terence no le había dado chance de que se curaran sus heridas, y justo en este momento la habilidad de autocuración parecía más una maldición que una ventaja.

Cuando el sol empezaba a sentirse atravesando las ramas de los árboles, cuando la ira de Terence parecía haber disminuido, cuando sus lágrimas se habían agotado y su voz era incapaz de salir apesar de seguir sufriendo el mismo dolor. Fué el momento.

Sus ojos ya visibles parecían sin vida, vacíos, ensombrecidos, agotados. No hizo ningún movimiento cuando vió que Terence se acercaba a su cuello, no hubo una sola palabra antes de que Terence desgarrara su cuello.

- Necesitaremos evidencia de que cumplimos con el castigo - esas fueron las únicas palabras que Terence me dirigió en todo ese momento.

Sabía que en parte estaba enojado conmigo, quizás aún mantengo mi cabeza porque es imposible dañarme sin dañarse a él mismo. Y más aún, porque Nerea sufriría. Y eso le dolería más que provocarse daño a él mismo.

Llevó la cabeza de Andrea ante todos los demás, y subió a hacerse cargo de nuestra compañera.

No hubo súplica que valiera para que me devolviera el control. No lo hizo hasta que Nerea despertó, y se aseguró de que todo estaba bien.

Me costará una vida hacer que se le dicipe ese mal humor.

Fué una sorpresa ver a Marcus enganchado a una sirena de las que rescatamos, y según escuché el no fué el único en encontrar a su mate en medio de ese alboroto. Incluso Lisa encontró a su compañero en uno de los guardias de Marcus.

La conversación que Marcus y yo mantuvimos no fué larga y no hubo mucha palabrería. Ahora que él tenía a su compañera no intentaría nada con Nerea y eso era lo importante. Así que no fué difícil llegar a una tregua, además él fué de gran ayuda con todo el asunto.

Ni siquiera Terence se opuso a que se quedara hasta que Nerea despertara.

Y el desayuno que compartimos entre todos esta mañana fué algo que no pasaba hacía mucho tiempo.

Ver a Nerea comer bien e interactuar con todos ellos de una manera tan extrovertida después de lo que había atravesado, fué lo mejor que me ha pasado en la vida. Fué como si el alma me hubiera vuelto al cuerpo.

Verdaderamente puedo ser feliz siempre y cuando ella lo sea.

A este extremo a llegado mi vida, después de todo mi vida ya no es mía, todo de mí, le pertenece.

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Camelia _Red

Para los que querían presenciar el sufrimiento de Andrea. No podría dejarlos así, aquí está su plato bien servido 😘

💝 Ciao Cuores 💝