Una sirena para el alpha.

1. Nerea y Zesch.🌺

Desde tiempos inmemorables se han escuchado historias sobre distintos seres que habitan en este mundo.

Desde humanos,vampiros, hadas licántropos, demonios, brujas y hechiceros, sirenas, elfos, y muchísimas más.

Y es posible que de todas, las sirenas sean las criaturas más desconocidas.

Algunos dicen que son hermosas criaturas que viven en las profundidades del mar y tienen una voz tan hermosa que pueden hechizar el corazón de cualquier hombre.

Otros dicen que son criaturas monstruosas que usan su canto para atraer a los hombres al mar y devorarlos, porque les gusta la carne humana.

Hay muchos mitos y creencias. Algunas aciertan, algunas no, y otras simplemente están lejos de encajar con la realidad.

Lo que sí es seguro, es que al igual que todos tenemos la capacidad de pensar y accionar por voluntad propia, tenemos pensamientos y gustos diferentes, y como en cada especie cada cabeza es un mundo.

Pero hay algo a lo que nadie le ha acertado, convirtiéndose en un dato desconocido.

Las sirenas carecemos de afecto, las madres no son tan amorosas, la familia es solo un habitante más en el vasto océano, y nadie puede sentir amor puro por nadie.

¿Cómo lo sé?

Las sirenas nos hacemos mayor a los dieciséis años. A partir de esa edad nos permiten salir del océano, solo en luna llena y con muchas reglas que cumplir.

Yo principalmente soy muy curiosa, e inmediatamente cumplí mi mayoría de edad empecé a salir del océano todas las lunas llenas, sin falta.

Empecé a ver y a sentir cada vez más curiosidad.

Noté las muchas diferencias que hay entre la tierra y el mar, y la diferencia que más me marcó, fué el afecto.

Me he topado con varias especies a lo largo de estos cinco años, humanos, licántropos, vampiros y en todos pude ver el afecto que se proporcionaban.

Mis favoritos son los licántropos. En mi opinión esa es la especie que más afecto proporciona.

Aman su manada y se cuidan mutuamente.

Aman a sus cachorros desde que son conscientes de su existencia.

Y ni hablar de sus parejas. Aman a sus parejas y son capaces de todo por ellas.

Ellos despertaron en mí, el querer saber lo que se siente amar y ser amada. Algo insignificante para mi especie, pero sumamente intrigador y necesario para mí.

No es que no tengamos sentimientos, los tenemos pero solo lo mínimo, nada como lo que he podido ver en mis visitas a la superficie.

Es como una maldición, nuestro frío corazón solo podrá salir de ese capullo de hielo cuando encontremos nuestro merak. Algo casi imposible.

Porque a veces puede ser de otra especie, y como siempre estamos en las profundidades del mar, es casi una misión imposible que se cruzen nuestros caminos.

Quizás, por esa razón la diosa luna nos dió un corazón escarchado, en caso de que no logremos completar esa misión casi imposible, así nuestro corazón no sufre el daño. Y esa escarcha lo protege hasta que la calidez de nuestro merak pueda derretir la fina capa de hielo.

He leído muchos libros sobre los seres sobrenaturales, a veces paso toda la luna llena leyendo en alguna biblioteca, pero no me arrepiento. Porque gracias a eso conozco de las demás criaturas más que cualquier otro de mi especie.

Sé que los lobos pierden el control si no encuentran a su pareja en cierto tiempo, principalmente los alphas. Quizás esa escarcha en nuestros corazones, impida que eso nos pase, porque claramente tenemos menos posibilidades de encontrar a nuestras parejas que un licántropo.

Pero mi deseo más grande es aprender a amar, y también ser amada.

Porque así como he visto a las distintas especies amar, también las he visto odiar, dañar y despreciar.

Incluso leí sobre el rechazo de un licántropo a su mate, es algo poco común pero mortal, capaz de acabar con la vida de uno o incluso de ambos.

Y yo no quiero ser rechazada.

Yo quiero que mi frío corazón, conozca lo que es la calidez.

Me gusta el mar, me encanta nadar en sus profundidades, el brillo de los corales, lo colorido y variado que son los peces. Es algo increíble. Pero todo es muy solitario. Y con el pasar del tiempo, la monotonía nos consume poco a poco.

-Nerea, otra vez estás en tu mundo - miro a zesch y no sé que responderle.

-Pronto habrá luna llena, y estoy un poco ansiosa - ella no dice nada.

Zesch es otra sirena, pasamos tiempo juntas y hablamos diariamente, porque tenemos gustos similares. Es como a lo que en la superficie llaman amigos.

Ciertamente las sirenas somos hermosas. Zesch tiene la piel pálida y su cabello es de un rubio tan claro que pretende llegar a blanco, sus ojos felinos son de un azul cielo que parecen grises y su cola es azul celeste tan inusual como sus ojos. Simplemente hermosa.

Yo en cambio tengo la piel blanca pero no tanto como ella, mi cabello es azúl oscuro rozando con el negro, mis ojos felinos son violeta, al igual que mi cola.

La cola de las sirenas es del color de sus ojos.

Lo que nos caracteriza aparte de nuestras colas, son nuestros ojos felinos. Al igual que ellos nuestra pupila es vertical. También nuestras orejas puntiagudas parecidas a los elfos, y colmillos largos y afilados.

-¿Qué haremos esta luna llena? - juega con unos pecesitos que pasan a su lado.

-Me gustaría caminar entre los licántropos, sabes que son mis favoritos.

Zesch dice que nos deberían de gustar más los vampiros, porque al igual que ellos consumimos sangre, pero las dos tenemos debilidad por los licántropos.

-Pronto nos darán el pase, y cuando eso suceda iremos a vivir a una manada. - sonrío, pero mi sonrisa se borra al recordar un detalle.

-Para eso faltan diez años Zesch - mi voz sale apagada.

-Antes eran quince, ahora faltan menos - se encoge de hombros.

Tiene razón.

El pase es una marca que podemos solicitar al cumplir los treinta años, eso nos permite salir del océano siempre que queramos, no solo en luna llena. Es como independizarse del mar.

-Y las sirenas no somos tan amadas por las demás especies. - vuelvo a decir.

-Se acostumbrarán - Zesch y su optimismo.

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Camelia_Red

Y arrancamos. ¿Qué les parece?

💝 Ciao Cuores 💝