Capítulo 16

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Taehyung

El bosque estaba en el tipo de quietud y silencio que hacía que la piel de Taehyung picara. Él no se atrevió a encender una fogata. No esta noche, con tantos ojos. Podía sentir las miradas en él, similar a la sensación de delgadas patas de araña caminando sobre la piel. Él acampó en este lugar por varias noches ya, y probablemente ese fue su error. Él debería haberse mantenido en movimiento.

Noches como esta eran la razón por la cual los asesinos de la Orden viajaban en pares.

Él se enderezó, comprobó la daga hecha de dientes de dragón en su cadera, y se escabulló en la oscuridad. El aire estaba húmedo, rico y con olor a tierra, y el terreno suave bajo los pies. Él necesitaba mantenerse alejado del pantano, donde las
aguas negras estaban hambrientas, pero eso debería ser lo suficientemente fácil mientras él no diera vueltas en los árboles.

Una rama se partió a su derecha.

Él permaneció en silencio, escuchando, tratando de filtrar el sonido de su corazón. No podía tratarse de un dragón. Ninguno era así de silencioso. Un lobo entonces.

Maldijo a Jimin por esto. —Yo no te amo. Nunca te ame. Nosotros éramos amigos. Ahora no somos nada —Las palabras intentaron robarle el aliento y cegarle. Exhaló, dominando la sensación. Taehyung estaba en lo correcto. Jimin solo no era capaz de verlo. Pero lo vería. Un día, pronto, lo vería. El príncipe dragón se volvería contra todos ellos y Jimin le rogaría a Taehyung que regresara. Taehyung podía esperar. Había esperó toda su vida para que Jimin lo notará. Esto era solo otro paso a lo largo del camino.

Un gruñido, bajo y amortiguado desde algún lugar detrás de él. No cerca. Él todavía tenía tiempo para trepar la copa de los árboles, si solo pudiera encontrar una rama lo suficientemente larga. Cuidadosamente, observó más adelante, deslizándose silenciosamente a través de la maleza y sobre las largas raíces. No podía correr. Eso haría que todo termine mucho más rápido.

El árbol más adelante tenía una rama que sobresalía del tronco principal, lo suficientemente baja para alcanzarla y trepar a la seguridad.

Él casi lo logra cuando el gruñido sonó nuevamente, esta vez haciendo erizar los finos cabellos en la parte posterior de su cuello. Adelante, ojos de lobo brillaban. La bestia era grande pero delgada. Hambrienta.

Un gruñido desde atrás se unió al primero en el frente.

Atrapado.

Él no tenía elección ahora.

Taehyung salió disparado a la izquierda, abriéndose camino a través de los arbustos. Se dejó caer por un barranco natural, buscando por una rama baja o un río, algo para disuadir a los lobos.

Los lobos corrieron tras de él, jadeando con fuerza, garras cortando madera y piedras.

El pantano se extendía por delante, repleto de cañas puntiagudas y agua negra como el aceite. Ellos no podrían perseguirlo ahí. Él se mantendría por los bordes, no iría más profundo que sus muslos y esperaría a que se fueran. Eso debería ser suficiente.

Taehyung golpeo fuerte la húmeda, y pesada agua y vadeo a través, arañando la textura similar a una sopa, tratando de no pensar en cómo eso le recordaba el estuario de lodo donde había encontrado a Suho, medio enterrado, con las tripas en sus brazos.

Él sobreviviría esto. Tenía que hacerlo. Esto no había acabado y así no es como él moriría, no aquí. Había aún mucho trabajo por hacer. Jimin volvería en sí. Jimin lo necesitaba.

El agua pegajosa se aferraba a sus rodillas, sujetándole como si fueran manos, tratando de arrastrarlo más profundo. Miró hacia atrás, tres lobos vigilaban los bordes del pantano, se desplegaron, avanzando con dificultad por las orillas, olfateando la superficie.

Elfo y Dragón #3 Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora