Narrador omnisciente
El de trenzas salió desesperado del coche sin importarle donde lo había dejado, solo observaba como Annie no podía casi abrir los ojos, con ojeras en aquellos.
La chica veía una gran escultura negra frente suya, no podía distinguir quien era ya que sentía cansancio en sus ojos, demasiado.
—Annie, estoy aquí.—Susurró el de trenzas mientras se avalanzaba a ella cuidadosamente para abrazarla y hacerla que esconda su rostro en su pecho.—Móntate en el coche, iré a asegurarme que no hay nadie por allí.—Justo giró el de trenzas para asegurarse de que los chicos se encontraban allí y que Annie subiera sin ningún temor hacia el coche.
—Bill, ¡Deja de hacernos fotos!—Exclamó el de trenzas mientras que la foto de Bill se fotocopiaba en aquella cámara, los chicos junto la chica rescatada reían ante ese acto.
—¡Es que salís monos!—Reía el pelinegro mientras observaba detalladamente la foto.—¡Mira!
Le enseñó la foto a su hermano, para quedar distraídos en la foto, quedaron bastante bien.
El de trenzas alejándose un poco de aquel coche, revisaba si había alguien, pero no se encontraba en aquella calle ni un alma, solo esos niños que tanto describía Annie.Nuevamente entró al coche, la chica se situaba en el asiento de copiloto, mientras que su chico se quitaba la chaqueta para dársela, tiritaba del frío ya que sus prendas estaban un poco rotas.
Arranco el motor para lo más rápido posible que pudiera llegar a casa y poder solucionarlo todo.
—Annie cuéntanos,—metía presión el hermano contrario, Bill.—¿Que te hicieron? ¿Te golpearon?
El de trenzas ardía por besarla y hacer que todos los problemas se vayan con un silbido, disolviendose tal cual.
—Bill, deja de meterle presión, acaba de llegar joder.—Un silencio rotundo habitó en el coche.—Annie, volvió a hablar este.
La chica se giró a verlo, sus ojos que tanto le gustaban a Tom, no tenían su brillo, su rostro pálido y sus labios entrecortado.
—No quiero hablar, solo por hoy,—Interrumpió callando a todo el ambiente.—no hoy.—Susurró.
Llegaron a la casa de los chicos, Bill continuaba hablando con Matías sobre su aparición, solo habría que arreglar unos papeles y ya.
Bajaron del coche y la chica Agradeció con toda su vida por todo lo que hacían por ella.
Entró y Bill cuchicheó en el oído de la pecosa, lo que ella Admitió y el de trenzas tenía pura curiosidad por saber lo que tanto hablaban. Estaba perdidamente mal.
Tom no dudo en batallar contra su hermano, rápidamente mientras los chicos daban de comer a Annie y Bill la peínaba, subió hasta su habitación y cogió un pantalón muy, pero que muy ancho, junto una sudadera también muy ancha.
La llevo hasta la cocina, donde ahí estaban todos, y no dudo en meter la mano de la ropa hacia el rostro de la chica para que viera las prendas.
—Ten, ponte esto.—Ordenó, ella asintió para irse al baño y cambiarse completamente.
El de trenzas Reía por como le había quedado, seguramente estaría comodisima, pero los pantalones le llegaban hasta hasta suelo y poco más, la sudadera hasta las rodillas bajando un poco.
Annie y Bill subieron hasta la habitación del pelinegro, lo cual a Tom hizo celarle, pero no tenía por qué, su relación había acabado y por culpa de él, Tom lo había hecho mal y solo por confiar en su ex Lisa.
Annie Willson
No sabía ni que me habían hecho, mi cuerpo estaba cortado del frío pero con moratones, demasiados.
Tom me observaba todo el rato cuando estaba con Bill, en su miraba se apreciaba enfado, rabia, celos, tristeza, pero él se decidió por esto, no puedo hacer nada.
Subimos hasta la habitación de Bill, no tenía necesidad de dormir con Tom.
Su cama era realmente grande, su habitación estaba decorada gótica pero moderna, tenía estilo.
Me tumbé en la cama tapandome completamente, estaba muerta de frío, la sudadera de Tom ayudaba un poco, era gorda pero grande.
A los segundos me quedé dormida, pero podía sentir el tacto de Bill rozar con mi cabello, acariciando un poco este. Lectores, de verdad que Bill es una amabilidad de persona.
12:48 pm
—Annie, despierta. —Musitaba Bill.—Tu hermano de espera.—Me desperté y asentí haciendo que la sonrisa de Bill apareciera. La echaba tanto de menos.
Mientras bajaba las escaleras, intentaba no pasarme los pantalones de Tom ya que llegaban hasta el suelo, increíble como no me caí.
—Buenos días.—Añadí refiriéndome a Tom que me ofrecía una magdalena.—Buenos días guapa.—Me respondió.
Cogí agradecida la magdalena, mientras que me mentía trozos grandes en la boca.
Matías entró por la puerta y me dió un fuerte abrazo.
—Annie..—Hablaba mi hermano mientras me tocaba la cara.—¿Estás bien?—Asentí.—No te dejaré sola a partir de ahora.—Me seguía abrazando.
Luego de un rato me fui, si, Tom me "regaló" su ropa, decía que me quedaba mejor a mí que a él.
Con esa misma ropa fuimos a la comisaría, tendríamos que hacer algo de papeles y tal, se investigaría el sucesor de este caso y darían la noticia a la ciudad para que dejaran mi búsqueda por mi.
Tendríamos que volver a ir mañana por la mañana a la misma hora.
Seguidamente íbamos a una revisión de medico, tendrían que examinarme.
Cuando terminé todo estuvo bien, la costilla en esos días empeoró un poco por los golpes hechos con moratones, pero a la vez mejorada.
El rasguño del ojo casi desaparece, solo es una pequeña cicatriz que pronto se irá.
Nuevamente en mi casa, la que raramente extrañaba por estar en aquella.
Sí, tengo una vida de mierda, ¡me envidiais lectores!
Nada más llegar me tumbé rápidamente en mi blando sofá, extrañaba echarme siestas allí.
Mientras veía el móvil lo tenía cargando.
Mari's note
Gente recuerden que cada día un cap, pero apenas empiezo las clases, entonces los subiré por la noche (hora española)Voten!!
Alguna duda, critica, idea o fallo aquí!! <33♡☆
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Mi profesor de guitarra ; Tom Kaulitz
Fanfiction"No todo acaba como empieza." "A la tercera va la vencida." Annie, una niña tranquila en clase, solidaria pero ya estaba acostumbrada. Su hermano era nombrado Matías, el mimado de Papá y Mamá. Yo siempre fuí la retirada de la familia. Un día decidí...