Chapter 40

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2 años y 4 meses...

Annie por favor alégrate tía.—Suplicaba Lukas.

Después de tanto tiempo me volvía a Alemania.

Resumidamente, tenía 20 años. Mi cabello ahora era pelirrojo, combinaban bien con mis ojos verdes y mis pecas.

Lukas me convenció, aparte de ser mi manager era como mi mejor amigo, nos llevábamos como hermanos.

Ahora, lo que realmente no queráis leer.

Matías era el causante de todo esto, tenía una orden de alejamiento hacia mi, me quitó todo, aparte del amor de mis padres.

Mi padre salio de la cárcel y está en busca mía, bueno, estaba, ahora está con Matías, eran cómplices, pero hay algo por descubrir, faltaba un cómplice más.

Mi madre seguía con su novio, se casaron.

A veces me llegó a pedir dinero, pero no le di. Que se joda, si, es mi madre pero me la suda.

Todavía no me creo lo de Matías, quería obtener mi confianza para que su plan con mi padre fuera de mejor a mejor. Eso no me lo esperaba yo.

Hablando de.. Los chicos.

No sé nada de ellos, leyendo una revista anunciaron de la pérdida de sus móviles, tuvieron un accidente y sus móviles a la mierda.

Tampoco los veía por las televisión, al perder contacto con ellos no sabría cada entrevista o cada concierto.

Mi cuerpo ahora estaba más formado, tenía más pecho y más glúteos. Y lo que más me gusta de mi, que se formaron mis curvas, a ver, antes tenía 17 años.

En mi departamento yo estaba, acompañada de Lukas que me ayudaba a guardar todo en maletas y en cajas.

Me compré una casa para mi en Alemania, la mía antigua donde estaba con mi hermano se vendió hace tiempo. Me la compre cerca de mi antigua casa.

Ya nos íbamos, nuestros brazos dolían por el peso de las maletas.

El taxi nos recogió, una hora para el aeropuerto, cual llegamos y teníamos el scáner de maletas. Todo bien.

Tuvimos que esperar quince minutos para poder entrar y que pudieran nuestras maletas en los compartimentos de arriba.

En el avión hablábamos, criticabamos, dormíamos, comíamos, simplemente Lukas y yo.

Una vez un largo viaje, permaneciamos en Alemania, no me lo creía, después de dos años.

Ahora estaba perdida, no me acordaba de nada.

De nuevo otro taxi nos llevó, esta vez era menos horas, unos 30 o 20 minutos.

Primero dejo a Lukas, tenía que ver su casa de nuevo y el estudio que tanto se echaba de menos.

Luego íbamos a la mía.

La entrada era moderna. Sus colores eran blancos y negros, con grises oscuros.

Al entrar olía a mi literalmente, avellanas. Como Tom, me decía...

Y si, dos años y la querida Annie no olvidó a Tom.

Pero él seguramente ya tendría a una mejor que yo, además, lo hubiera hecho ya demasiadas veces por lo menos.

Luego de unas horas ordenando se me echó la noche, simplemente cené con poca comida que había allí y me dormí.






Mi profesor de guitarra ; Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora