Chapter 34

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Después de esa larga noche llorando, me desperté con la cara hinchada, incluido los ojos.

No tenia más lágrimas para echar, me había desahogado entera.

No tenía ganas de hacer nada, simplemente tumbarme en mi cama hasta que la canción se publicara.

Por una parte estaba feliz ya que tendría unas altas posibilidades de que mi canción tenga fama, eso significa, ser reconocida, dinero, viajes, conciertos, y eso es lo que me gusta.

Clip

Una notificación.

Muchos lectores me han dicho que bloquee a Tom, pero ¿y si alguna vez le pasa algo y nadie le responde? Para eso estaría yo ahí.

De una vez, fui hacia el chat que me mando mensaje.

Justo al apagar el móvil, Matías entró por la puerta

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Justo al apagar el móvil, Matías entró por la puerta.

—He hablado con Lukas ahora mismo.—Me informaba el. Se encontraba un poco nervioso.

—Igualmente, ¿Te ha contado lo de la cena?—Asintió nerviosamente, ¿eso a que se devía? —Bueno, lo que sea. Ayudame a encontrar algo para vestirme esta noche. Me ha dicho que me arregle porque aparte de la canción, tiene una sorpresa.

—Annie, yo.. sé la sorpresa, Créeme, arreglate lo más guapa posible. —Extraño.

Me ayudó a mirar todas las prendas que tenia, pero ninguna me convencía.

—Vamos al centro comercial.—Dijimos.

Matías saco su coche y directamente nos fuimos al centro comercial que pasamos por todas las tiendas, pero ningún vestido nos gustaba.

La última tienda. Miré el escaparate y tenía un vestido extremadamente bonito y por supuesto sexy, si, quería ese.

Entramos con alegría, me encanta la relación que tengo ahora con mi hermano comparada con unos meses atrás.

Me probé mi talla exacta, como vimos que me quedo bien me lo compré, me lo metieron en una bolsa y nos fuimos a casa.

Lo tuve todo el día en una percha enganchada a la ventana para que no se arrugara.

Mientras que comía y merendaba, escogía los accesorios para ponerme, tipo, collares, pulseras, joyas, anillos.

Matías me alegraba el día con sus chistes malos, pero solo un poco, dolía recordar a Tom y todo lo que me hizo, quería olvidarlo pero era imposible.

Prefería estar como antes, retroceder. Antes era solidaria, nadie quería estar conmigo, y para una relación que tengo, se fue a la mierda.

Prefiero quedarme en mi mundo.

Matías y yo nos divertimos toda la tarde jugando al parchís online, perdíamos, ganábamos, en fin, eso me hizo olvidarme de todo hasta que llegó la hora de vestirnos.

Mi profesor de guitarra ; Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora