Chapter 24

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Luego de un largo tiempo gemiendo como si nada, me cogió en brazos hasta la cama, la cual me dejó allí para él coger un momento su movil y revisar el mensaje que le llegó.

Yo en un momento rápido hice lo mismo.

¿Qué? Me da igual, porque me estoy follando al mismisimo Tom Kaulitz

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¿Qué? Me da igual, porque me estoy follando al mismisimo Tom Kaulitz.

Tom levantó la mirada hacia mi para soltar su móvil y bajar lentamente su bóxer para dejar su erección al aire.

Espera no... ¿estaba más grande? Que dios me bendiga.

Andaba para mí con su erección al aire, no me resistía al verla para observarla mejor de nuevo. Era grande, si, muy grande, y dolería. Tenía un poco de pelo sin pasar, y alguna que otra vena recorriendo su masculinidad.

Encima mía se subió el, rozando para adelante y para atrás su erección provocándome totalmente.

—¿Quieres o no quieres?—Afirme ya que mi respiración agitada no me dejaba. —Habla.—Respondió seco y duro.—¿Quieres, o, no quieres?—Seguía moviéndola de adelante para atrás.

—Sí-.. Ahgm—Respondí como pude.—Sí quiero- ah.—Sonreía pateticamente como un tonto ante mi asquerosa respuesta.

—Ratatouille, ¿te tocas pensando en mí?—Y esa pregunta del diablo loko. Negué con la cabeza.—Sabes.. eres una niña mala.

Empezó primero con un leve recorrido de besos en mi abdomen provocando cosquillas en este.

En partes del cuello succionaba, solo esperaba que no me dejara marca..

Mientras seguía besandome alargó el brazo hacia la mesita de noche para abrir el cajón, supongo que para un condón.

Chicos siempre protección si no quieren una cría en nueve meses.

Y así fue, abrió un condón y lo estiró hasta que su pene quedara cubierto.

Rozaba para adelante y para atrás su erección contra mi feminidad, eso hacia enfadarme, él quería vacilarme de esta manera.

Cuando puso su punta en mi entrada solo quería sentirlo hasta que mis piernas temblaran, aunque el mundo se cayera, él, estaría en mí. Y eso es lo que desée desde que lo vi en aquel parque desesperado porque nadie lo llamaba, hasta que yo llegué.

Antes de tener mi aprobación, él miró hacia arriba buscando mi mirada para obtenerla, obtener la aprobación.

Una vez agitada mi cabeza para decir que sí, este empezó a meter lento para poco a poco sacar y meter hasta llegar al fondo de su pene.

Mi profesor de guitarra ; Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora