Chapter 69

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Tenia miedo de dejar a Nick alejado de mi, igualmente creo que estará bien, ya tiene siete añitos, al igual que Tom pensaba. Pero mi madre nos demostró que estaría en buenas manos, y yo no podría decirle que no confiaba en su cara tampoco.

Si, nos hemos tomado bastante tiempo en realidad para tomar este vuelo, estábamos indecisos y además, Nick era muy pequeño y no podíamos dejarlo solo. Ya que lo vemos un poco más mayor, creemos que es la hora de tener un descanso.

Era muy pronto, ya estaba alistada al igual que Tom. Cogimos nuestras maletas y nos fuimos. Mi madre se llevó a Nick a su casa. Igualmente, los chicos irían a ver a Nick para decirme también como está.

Un taxi nos llevó hasta el aeropuerto. La verdad, nunca viaje en avión así que eso me ponía de nervios.

Al llegar al aeropuerto estuvieron largos minutos revisando las maletas para luego desordenarlas, ptm.

Estuvimos sentados en unos asientos hasta que dijeron nuestro vuelo y número de avión.

Llegábamos tarde, bien.

Con una mano agarraba la maleta y con la otra, la tenía unida a Tom ya que yo iba más lenta que él al correr.

Menos mal que llegamos a tiempo. En nuestras maletas pusieron una etiqueta muy rara y bajamos una gran rampa.

Mis manos temblaban, era la primera vez que me Montaba en avión, y también me daba pánico, ¿Y si se cae? (La autora me metió el miedo después de contarme la sociedad de la nieve)

En fin, nos montamos en un autobús hasta el avión. Abrieron unas escaleras y subimos, Tom cogió mi maleta y la puso en su hombro, tan caballeroso él.

Entramos y nos ayudaron a poner las maletas arriba de nuestros asientos, me senté donde la ventana, mala decisión.

Quedamos como diez minutos parados hasta que por el megáfono ese que retumba por todo el avión comenzó a hablar tanto chino como pikaingli.

El avión poco a poco andaba, dios mío sálvame. Me agarré fuerte de la mano de Tom, mientras que este se Reía y tocaba mi anillo.

Empezaba a subir y más panico me entraba, cerré los ojos y más rápido paso.

—Ya está, ya estamos arriba. No pasó nada.—Tom me daba besos en la mejilla.—Guapa.





—No Aguanto más, ¿cuanto queda para llegar? —Ya tenía ganas de llegar. Eran muchas horas.

—En la pantalla lo pone, 20 minutos.—Dijo Tom.

—Me aburro demasiado.—Afirme.

Tom miró para los lados.—Podemos jugar a algo.

Levante una ceja y este puso un dedo en su boca, es decir, silencio. Levanté los hombros y miré a la ventana, sin entenderlo.

Sentí unas manos ásperas rozas mis brazos, bajando por la cintura hasta mis piernas.

Esta mano acariciaba mi pierna de arriba abajo mientras que subía mucho más.

Desabrochó mi cremallera del pantalón para meter la mano y tocar mi entrada, se sentía bien, pero aquí no.

—Tom..—Me empezaba a agitar.—Aquí no, nos pueden oír.

—Te aburrias dijiste, además, están dormidos. No se despertarán si no haces ruido. —

Acariciaba mi entrada sin tela. Con otro dedo, jugaba con mi clitoris, ni había hecho nada y ya no podía más.

Empezó a meter un dedo, para no soltar ningún gemido me tape la boca.

Mi profesor de guitarra ; Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora