Chapter 33

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Mi día fue normal, preguntando a los chicos, hablando con Matías más feliz de lo normal, desayunar, comer...

Lo normal.

Llegó la tarde, nos encontrábamos jugando Matías y yo al parchís online, nos estaban ganando.

-¡Tío!-Sí, Española 100%. -Encima tienen suerte, he gastado 500 monedas para perder, puta mierda.-Me quejé, en el fondo Matías se partia el culo de la risa al verme enfadada por un juego.

Siempre tuve esa costumbre de mi bisabuelo, alguna trampilla tenía que hacer para ganar, pero luego pierdo y me enfadaba. Cuando ganaba, se lo restregaba en toda la cara al jugador que estuviera jugando.

Mi pantalla cambió a blanco. Una llamada.

Matías me hizo una mueca de que respondiera.

-Annie, Vente para el estudio, y si quiere también tu hermano, que os invito a unas copas.-Rápidamente habló. ¿Tan rápido?

Este tío es un máquina.

-Allí nos vemos.

Una vez la llamada finalizada, nos vestimos con ansiedad, quizás no me querría. Pero, ¿quién dice eso? Si dijo que nos invitaría a unas copas.

Siempre me dijeron; "la fama siempre llega, solo espera." Y así fue.

Con solo dos días seguramente ya tendría mi canción lista.

En camino, nos pusimos a escuchar música, esto era lo bueno de tener los mismos gustos musicales con tu hermano, y los que no tengan, sorry babys.

Una vez llegamos y como de costumbre ahora, Lukas vino, nos saludamos y entramos.

-Tengo la canción, Annie, tienes un gran potencial.-Me alegró.

Empezó a ponerla. Sonaba bastante bien, no creía que tuviera tanta fama, acabo de empezar, soy como novata.

El estribillo empezó a sonar y sonrisas deslumbraban nuestras caras.

Terminó.

Era... perfecta.

Lágrimas de satisfacción al conseguir algo que no pensé que lograría se dibujaban deslizando por mis mejillas.

-Lo dije, potencial.-Se alegraba Lukas. Sí, era un buen amigo.

Estuvimos horas configurando cosas de mis cuentas, fotos de perfiles, YouTube, Instagram, redes sociales básicamente.

Hicimos un video de mi presentación que con un par de minutos ya tenía 1000 vistas, aumentaba más cada vez que el tiempo pasaba.

La gente me seguía en poco tiempo, esto era alucinante, no pensé que este mundo fuera así, o al menos para la gente con suerte. Eso era lo que quería.

La canción se publicaría mañana a las 23:50, sí, tarde pero que más da.

Bebimos bebidas tipo, Coca-Cola, Fanta, Sprite, tremendas mezclas. Matías y Lukas algunas con un poco de alcohol. Yo no obviamente, tenía 17 años apunto de 18, pero eso era lo de menos.

Era la hora de irnos, mi rimel se encontraba un poco corrido por las lágrimas, emoción, alegría..

Ya estábamos afuera así que caminábamos hacia la casa, estábamos agotados. Pero eso no importaba ahora mismo.

Mi profesor de guitarra ; Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora