Chapter 31

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Empecé a configurar y colocar bien la guitarra para hacer un par de ritmos y elegir el que más me gustaba.

Luego de un rato lo conseguí.

Total, de nombre le puse "My Oh My", no estaba totalmente decidida que quería hacer con eso, solo era aburrimiento.

Empecé a cantarla con el ritmo elegido.

(Traducida al español: My Oh My (feat DaBaby Camila Cabello)

—Dicen que solo le gusta divertirse.
—Oh, dios mío.
—Él comienza a vivir después de la media noche.
—Todas las noches.
—Mi mamá no confía en él.
—Oh dios mío.
—Está aquí solo por una cosa, pero, yo también.
—Un poco mayor.
—Tiene una chaqueta de cuero negra.
—Una mala reputación, hábitos inasibles.
—Su mirada posada sobre mí, y yo casi no podía respirar.

(...)

Cuando terminé me giré y observé a Matías posado en la puerta con la boca abierta de asombro, no sabía a qué venía esa reacción.

—¿Qué pasa? ¿El ritmo es feo?—Pregunté con total inocencia.

—No Annie.—Respondió acercándose a mí.—¿No has pensando en llamar a alguna empresa o algo por el estilo?—Me negué.—Cantas... genial Annie.—Quedaba asombrado.

Nunca me interesé por la música tanto como ahora. Nunca pensé en sí Cantaba bien o mal, solo era el echo de probar, nunca me escuché a mi misma.

La opinión de mi hermano cuenta muchísimo en mi, y que me diga eso no me lo esperé.

Me alegré por su opinión y me di oportunidades para empezar a cantar y crear canciones.













Quedaban pocos días para que los chicos volvieran, tenia un par de hojas con canciones compuestas, y en otras hojas los ritmos con las notas y todo ese tema de música para añadirle ritmo a las canciones.

Cada una de ellas tenía un nombre totalmente distinto, que relacionaba con la letra de la canción.

Los chicos me escribían y me llamaban día a día con fluidez.

Tom un poco menos.

Para ser exacta, los chicos venían en 4 días, osea, después de dos semanas.

Los chicos me contaron que ganaban dinero fácilmente con todas las entradas compradas, se agotaban en segundos.

Su fama subía y ellos seguían con la misma energía, pronto tendrían entrevistas, colaboraciones, y todo eso, que guay.

Ese tema descubrí que me gustaba, pero no sabía si estaba preparada.

Esta noche pediría pizza para cenar o algo me prepararía Matías ya que él iba a ir con sus amigos a cenar a un restaurante italiano, ¡con lo que me gusta a mí!

Entonces me tiraría la noche en llamada con los chicos.

(...)

Y si gente, llegó la noche y Matías ya se iba. Solo salió de la casa con sus llaves y móvil (y obviamente dinero) para irse.

Mientras que yo estaba sola, tumbada en mi cama un horrible resplandor de puro placer al imaginarme la voz de Tom se hacía presente en todo mi cuerpo.

Mi profesor de guitarra ; Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora