Pablo:
―¿No estás bromeando?
―¿Cómo voy a estar bromeando con algo como esto?―me preguntó mi padre.
―¡Pablo!―se quejó Aurora y corrió hacia mi para abrazarme―. ¿Cómo crees a papá capaz de bromear con algo como esto? ¡Te convocaron para la selección!
Era algo que no podía creer, apenas y había abierto la puerta y me habían recibido con esta noticia que... Que era una de las más importantes de mi vida. Podría ir al Mundial.
―¡Vamos a celebrar!―gritó mi madre.
―Son las dos de la madrugada―solté.
―Mi hijo fue convocado a la selección. Podrían ser las cinco de la mañana y aún así saldremos a celebrar.
―Las eliminatorias son en Madrid, en dos semanas―informó mi padre a la mañana siguiente.
Aurora y yo estábamos tomando el desayuno.
Miré mi teléfono y vi el mensaje de Pedri. Una sonrisa apareció en mi rostro.
―Pedri, también fue convocado―dije y mi padre y Aurora aplaudieron por él aunque no estuviera aquí.
―Maravilloso, dile que felicidades de mi parte―dijo mi padre.
―Bueno, Pablo y Pedri van con la selección―dijo Aurora antes de tomar su jugo―. Pero papá, mamá y yo, ¿en qué vamos?
La sonrisa que tenía mi padre fue desapareciendo poco a poco y Aurora y yo fruncimos el ceño.
―Tu madre y yo no podremos ir esta vez. Lo siento mucho, hijo, pero el trabajo...―se disculpó mi padre, se veía realmente apenado.
―Lo entiendo, no os preocupéis―dije, porque realmente lo entendía.
―Intentaremos conseguir los permisos, pero lo más seguro es que no...
―Lo entiendo y está bien.
Papá asintió y salió de la cocina.
Aurora y yo nos quedamos solos.
―¿Tenéis entrenamiento hoy? ―preguntó.
―Así es, pero antes tengo que ir a hacerme una fotos con la camiseta del equipo―dije y vi de reojo que Aurora sonreía―. ¿Quieres venir?
―¿Yo? ¿La estudiante de fotografía? ¿Ir a ver una sesión de fotos profesional?―se señaló a ella misma y soltó un bufido―. Por supuesto que no.
―Estate lista en una hora―le dije mientras me levantaba y sonreí cuando escuché su chillido de felicidad.
―¿Puedes dejar que te eche una crema, al menos?―preguntó Aurora mientras entrábamos al set del campo.
―Que no, que estoy bien así―dije mientras me dirigía a los vestuarios.
―Tienes la piel muy seca, Pablo. Deberías cuidártela un poco más.
―¿Te quedas al entrenamiento?―le pregunté, ignorando por completo su comentario.
―Vale―dijo Aurora y yo asentí para alejarme, aunque pude escuchar su último comentario―. Quién va a llevarle a casa sino.
Alex:
―No puedo creer que me hayas echo quedarme en el estacionamiento durante cinco minutos―se quejó Pedri mientras entrábamos en el set del campo.
ESTÁS LEYENDO
IT'S JUST A GAME
FanfictionElla ha perdido el control de su vida. Absolutamente todo lo que creía seguro de pronto parece haber desaparecido. Había tenido que mudarse de Manchester a Barcelona, dejar su casa, a sus amigos y comenzar una nueva vida. Él finalmente parece tener...