Pedri:
Y ahí estaba ella.
Parada frente a mí después de casi un año de no vernos.
Me quedé sin aliento.
Casi un año desde que no había escuchado su voz, incluso ya había olvidado las tonalidades de su pelo.
―Qué... ¿Cómo supiste que estaba aquí?―susurró y en ese momento agarró al perro más grande que yo había visto en mi vida para evitar que me saltara.
Auggie.
Me agaché para hacerle cariño y Alex lo soltó. Auggie saltó sobre mí y comenzó a lamerme sin parar.
―Benja―respondí, sentándome mientras le hacía caricias a Auggie ―. Le llamé y le rogué que me dijera donde estabas. Se rehusó al principio, pero finalmente accedió.
―Entiendo―lo dijo tan bajito que si no fuera porque estábamos los dos completamente solos en el pasillo, no la hubiera escuchado.
Me puse de pie y no esperé que Alex abriera más su puerta para dejarme pasar, pero cuando lo hizo mi pulso se aceleró.
―Pedri... Hay algo que debo decirte―dijo cuando entré y cerró la puerta, apoyó su espalda en ella.
Alex no me miraba a los ojos.
Mi corazón se rompió en el momento en el que terminó de hablar porque con eso ya me lo había confirmado.
―Ya lo sé―dije y esta vez si levantó la mirada. Tuve que hacer mi mayor esfuerzo para controlarme―. Les tomaron unas fotos, Pablo y tú...
Ya no podía hablar.
Alex no respondió.
La rabia nació en mí y fue más fuerte que el dolor.
―¿Desde cuando están juntos?―solté.
―Desde anoche.
Unas horas.
Si los resultados hubieran estado un día antes...
Tal vez...
Ella y yo...
―Pedri, yo quiero...
―¿Tan rápido?―la interrumpí, sabía que debía controlarme, pero no podía, ni siquiera estaba seguro de que quisiera hacerlo. Estaba tan confundido.
Eran Pablo, mi mejor amigo y Alex, la mujer con la que creí que yo pasaría el resto de mi vida.
―¿Qué?
―¿Tan rápido te olvidaste de nosotros?―no podía contenerme, el dolor era demasiado grande―. Porque Alex... Dijiste que me amabas. ¿Es que acaso no fue nada?
―Pedri.
―Porque te aseguro que yo no te he olvidado. Maldita sea, Alex. Me enamoré de ti, me enamoré como un idiota y ahora me dices que eres la novia de mi mejor amigo―estallé, mi respiración se estaba entrecortando―. Mi mejor amigo―repetí y lo dije tan alto que incluso Auggie se fue de la sala―, y tampoco lo disculpo a él―traté de contenerme.
Alex tenía los ojos rojos, vi el dolor en ellos.
Y me dolía ser el causante de sus lágrimas, pero es que ella también estaba provocando las mías.
―¿Puedes escucharme?
―¿Por qué?―no podía parar―. ¿Por qué no me esperaste?
―Pedri, perdóname.
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IT'S JUST A GAME
FanfictionElla ha perdido el control de su vida. Absolutamente todo lo que creía seguro de pronto parece haber desaparecido. Había tenido que mudarse de Manchester a Barcelona, dejar su casa, a sus amigos y comenzar una nueva vida. Él finalmente parece tener...