IT'S JUST A GAME

Better than Revenge

Alex:

―¡Maravilloso Alexandra!―dijo Elle mientras levantaba mi boceto y daba vueltas alrededor del salón de clases―. ¡Es muy elegante!

Todos la estábamos mirando y, aunque Elle era de mis profesoras favoritas, cuando centraba su atención en mí, hacía que me avergonzara un poco. 

Elle era muy apasionada.

―Me leíste la mente, porque es muy parecido al diseño que tenía en mi cabeza y lo que esperaba para este proyecto. 

Elle no dejaba de dar vueltas mientras les mostraba mi diseño a mis compañeros.

―A veces pienso que va a caerse―soltó Mona cuando vio que Elle se había subido a la mesa y ponía el dibujo justo a la luz de la ventana más alta.

Sonreí un poco.

En ese momento sonó la campana y todos se levantaron para recoger sus cosas, cuando terminé de guardar mis dibujos vi que Mona estaba esperándome en la puerta, así que apuré el paso.

―Oh, Alexandra―me llamó Elle, su acento italiano era muy marcado, me encantaba.

Le eché una mirada a Mona para que me esperara y ella asintió.

―Me ha encantado tu trabajo―dijo Elle mientras guardaba sus cosas en una bolsa tejida, su estilo del día de hoy era hippie. Elle cambiaba de estilo todos los días.

―Gracias.

―Ningún gracias, porque dentro de un segundo vas a odiarme.

Levanté una ceja.

―Quiero una colección completa inspirada en tu diseño de hoy, para el lunes―soltó Elle, como si no fuera nada.

―Estás loca―respondí y sonreí esperando que dijera que era un chiste.

―De remate―contestó y cerró su bolso para dirigirse a la salida. Entonces me di cuenta de que hablaba en serio.

―¿Qué?―pregunté y comencé a seguirla―. Elle, no puedes pedirme eso. Diseñar una colección me toma meses.

―Hiciste este boceto en treinta minutos, querida―dijo sin detenerse, Mona me acompañó.

―Sí, pero fue solo un vestido.

―Podrás con ello.

―Elle, hoy es viernes. Sólo me dejas tres días...

―Es una orden, Alexandra. No pierdas tiempo y ve a hacer tu tarea.

Elle desapareció entre los estudiantes.

―Ser la favorita de Elle no es precisamente un premio―dijo Luis, riéndose en mi cara.

―Vaya mierda―comentó Mona, que por lo menos tuvo la consideración de intentar disimular su risa.

―Supongo que hoy no sales, ¿no?―preguntó Luis y se llevó la mano a su cabello, hace dos días que se había hecho mechas grises.

―Pues no, si salgo hoy la resaca del sábado va a ser insoportable y eso sólo me dejará el domingo para hacer la colección y lo crean o no, me rehúso a presentar porquerías...

―O sal con nosotros y no bebas―opinó Luis y levantó ambas cejas, sabía que no lo decía en serio.

―Como si Alexandra fuera a salir y no beber nada―dijo Mona, pero tan amable como era, me ofreció el beneficio de la duda y levantó una ceja.

Voltee los ojos y comencé a caminar.

Mona y Luis soltaron una risa y comenzaron a caminar detrás de mi.