Innocent

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Pedri:

Íbamos perdiendo el partido, uno de los más importantes si queríamos tener una posición mucho más alta de la que teníamos hasta ahora en la Liga.

Podía ver la desesperación en la cara de mis compañeros de equipo. Sobre todo en la de Pablo, que estaba comenzando a cometer faltas sin importarle nada, ya tenía una amarilla y si conseguía una más estaría fuera.

Habíamos iniciado bien, pero ellos comenzaron a jugar sucio y el árbitro no se las había cobrado.

―No te rebajes a su nivel―le dije a Pablo antes de que se lanzara en contra del árbitro.

Ansu y Frenkie ya se estaban encargando de ello.

―¡Es que no es justo!―se quejó Pablo y lo tomé por lo hombros para sacarlo de ahí―. ¡No se las ha cobrado a Hernández y le ha sacado amarilla a Frenkie!

―Si, pero...

―¡Amarilla a Frenkie!―recalcó Pablo, esquivándome. No llegó muy lejos porque volví a detenerlo.

―¡Eh, chicos!―escuchaba a Xavi―. ¡No perdáis tiempo! ¡Jugad! ¡Jugad!

Lewan nos hizo una seña para que dejáramos al árbitro y le pasaron la pelota a los del equipo contrario.

Es que esto era el colmo.

Fui a por ella y en cuanto estuve a punto de hacerle un pase a Ansu, alguien me tiró. El dolor en mi pierna era indescriptible.

Escuché el silbato.

Y los gritos se hicieron todavía más potentes.

―Eh, eh―Pablo había llegado hacia mi―. ¿Qué te duele?

―La pierna derecha―dije soltando el aire que estaba conteniendo.

―¿Puedes ponerte de pie?

Asentí y Pablo se agachó para ayudarme. No era muy consciente de lo que estaba ocurriendo, se me había nublado la vista por un segundo.

―¡Es que no, tío!―gritó Gavi ―. ¡No van a cobrarla!―se oía muy molesto.

―No me di cuenta de como fue...

―¡Es que fue una falta clarísima!―dijo Ferrán llegando hacia mi.

Me dolía mucho la pierna, casi no podía apoyarla. Ferrán se dio cuenta y me ayudó a volver a sentarme.

―¡Esto no se queda así!―soltó Gavi antes de alejarse de nosotros.

―Detenlo...―le dije a Ferran mientras veía que Gavi corría hacia el árbitro.

―Déjalo que lo haga―respondió Ferrán, el sudor le caía por la frente―. El árbitro es parte y ni siquiera se molesta en disimularlo.

Vi como Xavi comenzaba a reclamar y entonces fue un chiste. El árbitro le sacó tarjeta amarilla a Gavi y a Xavi.

―¡Le ha sacado amarilla a Xavi!―soltó Ferrán, molesto.

Vi como se acercaban los auxiliares, el dolor no cedía.

Gavi había sido expulsado.

Y habíamos perdido el partido.





Estaba en la enfermería, con un humor de perros.

Gavi estaba a mi lado, esperando los resultado de la revisión, aún me dolía la pierna. Se notaba que Gavi estaba muy molesto y yo también lo estaba, ahora tendría una sanción.

IT'S JUST A GAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora