IT'S JUST A GAME

Sparks Fly

🔞
Alex:

―Alex―me llamó papá desde algún lado de la casa.

―¡Aquí!―respondí, Benja y yo estábamos en la sala que usábamos como un cine viendo Una Niñera a Prueba de Balas.

―¿Qué hacen?―preguntó cuando llegó.

Benja y yo apuntamos hacia el proyector y hacia la película.

―Sí, sí que están viendo una película, gracias por responder hijos míos―soltó y se sentó en uno de los sillones―. Póngale pausa un rato, que tengo una sorpresa.

Tomé el control e hice lo que me pidió.

―¿Para quién es la sorpresa?―preguntó Benja, levantando una ceja.

―Para tu hermana.

Yo sonreí y me acomodé en el sillón, ahora sí que el tema me interesaba. Benja soltó un suspiro y volvió a hundirse.

―Pero también te beneficia―añadió papá con una sonrisa y Benja escuchó, atento―. Pronto vas a cumplir 19 años...

Yo asentí emocionada.

―Sí, así es...

―Entonces yo...

―Vos... ―añadí emocionada―. El mejor papá del mundo va a...

―Regalarte...

―Regalarme...

―Una...

―¡¿Una qué?!―preguntamos Benja y yo al mismo tiempo, ya no aguantábamos la curiosidad.

―¡Propia extensión de tu seguro de vida!―dijo papá emocionado.

Benja soltó una carcajada.

―¿Ese será su regalo de cumpleaños?―preguntó, riendo.

―¿Y qué tiene?―preguntó papá―. Ambos saben que su viejo, ya está viejo. Ambos están asegurados, pero como soy un padre amoroso y considerado, noble además...

―Y humilde―añadí con una pequeña sonrisa.

―Y modesto también―añadió Benja.

―Quiero que mis nietos también estén bien―explicó papá―. Así que Alex, no tendrás que preocuparte por eso...

―Cumplo diecinueve―dije negando con la cabeza, papá a veces lograba sorprenderme en verdad―. No pienso tener hijos en un largo tiempo.

―Pero ya están protegidos y vos Benja también...―dijo papá y a Benja se le borró la sonrisa―. Cuando cumplas diecinueve también tendrás una extensión.

Benja y yo nos miramos.

―Gracias pa... ―dijimos al mismo tiempo.

―Quiten esas caras―dijo papá volteando los ojos―. Que también les voy a regalar un viaje a Hawái...

Ahora si Benja y yo saltamos a abrazarlo.

―Te queremos pa...

―Sí si, ahora si, ¿no?

Papá estaba por salir de la sala, pero se detuvo para añadir:

―Hija, ¿ya enviaste la solicitud a la otra escuela que querías en París?

―Eh, no...

Papá frunció el ceño.

―Y bueno, andá, enviala que te queda como una semana de plazo―dijo papá mientras se fijaba en su teléfono la fecha y al ver mi cara se sentó a mi lado―. ¿Qué pasa?