IT'S JUST A GAME

Willow

Pedri:

Iba a moverme, pero había algo que me lo impedía.

Abrí los ojos y me di cuenta de que Alex estaba a mi lado, abrazándome. O bueno, en realidad yo también la estaba abrazando. 

Su aroma me llegó, era dulce.

Estuve a punto de cerrar los ojos de nuevo, pero Alex se movió y noté como se ponía rígida al darse cuenta de la situación en la que estábamos.

Lentamente se separó de mi cuello y vi como sus mejillas se enrojecían.

―Buenos días, bella durmiente―dije y Alex volteó los ojos, mi sonrisa se hizo más amplia.

―Que sepas que cuando duermo entro en coma, no soy consciente de lo que hago―dijo con voz ronca.

Solté una carcajada.

―Yo también dormí bien, gracias―dije y tomé mi móvil para ver la hora.

Eran las nueve de la mañana y yo tenía entrenamiento a las cinco de la tarde.

―¿Quieres desayunar?―preguntó Alex mientras se sentaba en la cama y pasaba su mano por su cabello desordenado, la verdad era que hasta recién levantada era guapa.

―Claro―dije y me apoyé sobre mi brazo para levantarme un poco―. ¿Puedo tomar una ducha primero?

Alex asintió.

Me levanté de la cama y me dirigí hacia su baño.

Una pequeña sonrisa se dibujó en mi rostro cuando me di cuenta que el cepillo de dientes que Alex me había dado la última vez que me quedé con ella seguía ahí.

Cuando salí vi que tenía un mensaje de Joaquín.

Buena idea lo de subir tú una foto. 

Las aguas se calmaron por el momento.

Sólo se habla de lo que escribiste para Alex.

Entré a Instagram.

Diez millones de personas habían visto la foto de Alex.

La única persona con la que quiero celebrar, había escrito.

Sonreí ante la respuesta de Fer, que era un Ok. y uno de esos emojis de la carita volteada.

Mis ojos se dirigieron hacia la fecha del día de hoy. Ya había pasado un mes desde que Alex y yo habíamos firmado el contrato.

Solo nos quedaban cinco.

Una sensación extraña me recorrió el cuerpo.

―Buenos días―nos saludó su padre, estaba tomando un café.

Alex y yo lo saludamos y nos sentamos junto a él y a Benja. 

―¿Sabes, Pedri?―dijo su padre y miró a Alex con una sonrisa―. Deberías quedarte más seguido. Cuando estás acá, Alex se levanta temprano.

Sonreí al notar la mirada asesina que Alex le lanzaba a su padre.

―¿Sabes, Pedri?―dijo Alex mientras se servía unos cereales y luego me los pasaba ―. Deberías quedarte más seguido, así papá seguiría comiendo más sano, porque cuando no estás acá, desayuna una docena de media lunas.

―Sólo fue una vez―dijo el Kun.

―Tres―dijeron Alex y Benja al mismo tiempo.

―¿Son ricas?―pregunté.