IT'S JUST A GAME

Haunted

Pedri:

No entendía.

No entendía como de un momento a otro, todo lo que ella y yo teníamos se había arruinado. Le hubiera suplicado durante más tiempo, no quería dejarla marchar pero sabía que si la retenía nunca podría perdonarme.

Me puse de pie y me sequé las lágrimas. Cuando me di la vuelta vi que Pablo y Fer se habían quedado ahí, la sorpresa estaba en sus rostros. Intentaron disimularlo, pero ya era demasiado tarde.

―¿Se fue con Aurora?―pregunté, con un nudo en la garganta.

Pablo asintió.

―¿Dónde estuviste anoche?―preguntó Fer.

―Con Karina.

Fer frunció el ceño.

―¿Qué? ¿Por qué? No lo entiendo... Creí que... Que ya no. Que Alex...

―No sé lo que pasó. No sé cómo terminé en su casa, estoy seguro de que yo no la busqué.

―¿Entonces, qué?―preguntó Fer, molesto―. ¿Te teletransportaste y apareciste en su cama?

―Pues sí―yo también estaba molesto, pero no por la manera en la que Fer estaba atacándome, sino que estaba molesto conmigo mismo.

―Yo me voy a casa―avisó Fer, decepcionado―. Si querías estar con Karina te hubieras enfrentado a Joaquín desde un principio y no hubieras utilizado a Alex para olvidarla.

No pude resistirme, no sabía lo que hacía. Para cuando me di cuenta, tenía a Fer acorralado contra la pared.

―¡No utilicé a Alex para olvidar a nadie!―dije con rabia y Fer estuvo a punto de responder, me lo merecía.

―¡Para!―dijo Pablo interponiéndose entre nosotros ―. Ninguno sabe lo que dice, será mejor que nos calmemos.

En ese momento tocaron el timbre de la casa.

―No hagan nada hasta que yo regrese―nos advirtió Pablo y antes de desaparecer nos dio una última mirada.

―Yo la amo―expliqué, pero Fer no me miró―. No puedo estar sin ella.

―Lo hubieras pensado antes de meterte con Karina.

―Eres mi hermano, deberías saber que yo no le haría algo así.

―Justamente porque soy tu hermano, es que digo esto―dijo Fer y me miró a los ojos―. ¿O es que no te acuerdas como era tu vida antes de ella? Las llamadas de Joaquín, los problemas en los que te metías, los canales de noticias con chismes tuyos, las fotos que te tomaron, lo amargado que estabas con todo y todos...

Fer tenía razón y me sentó como una patada en el estómago. Antes no era yo mismo.

―¡Buenos días!―dijo Estela, apareciendo con una gran sonrisa en el rostro. Era obvio que no se había enterado de nada―. ¿Y Aurora y Alex?

―Aurora fue a dejar a Alex a casa―explicó Pablo, apareciendo tras ella―. Puedes esperarla si quieres.

―¿Alex se fue?―preguntó Estela, confundida―. Pero ambas me habían dicho que revelaríamos las fotos de la fiesta hoy. Es más, pasé temprano por el lugar a recoger todas las cámaras, por cierto, lo estaban limpiando. Vaya desastre habéis hecho―sonrió ante el último comentario y levantó la bolsa con aproximadamente treinta cámaras desechables que hasta ese momento no había notado

¿Fotos?

―Creo que será mejor que Aurora te lo...

―¿Qué fotos?―pregunté interrumpiendo a Gavi y mi corazón se aceleró.