Clean

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Alex:

Estaba bien.   

Yo estaba bien.

No lo necesitaba.

Pablo me había ayudado a quitarme un peso de encima. No necesitaba llamar a Luis para pedirle...

Miré mi brazo, ahora la marca de mis uñas tardaba más en borrarse.

Hace mucho que no lo haces.

Negué.

Todo mi cuerpo comenzó a picarme.

Estoy segura de que si llamas a Luis, te lo dará...

Hice mi mayor esfuerzo para no tomar el teléfono y salir de mi habitación. Fui directa hacia la cocina y casi me ahogué con el agua.

Solo una llamada y podrás descansar hoy...

―Auggie ―lo llamé y rápidamente tomé la correa, necesitaba salir.

Comencé a correr, Auggie estaba bastante emocionado, así que fue de gran ayuda para evitar que volviera a casa y tomara el teléfono.



Pablo:

Estaba volviendo a casa del entrenamiento cuando la vi.

Ella venía caminando hacia la casa muy despacio, incluso Auggie se estaba tambaleando. Sabía lo que había ocurrido, lo había leído en internet cuando me puse a investigar para ayudarla.

Alex estaba ansiosa.

Miré sus piernas, llevaba unos pantaloncillos cortos y en ellas no había rastro de marcas, la seguí recorriendo con la mirada; su cuello tampoco tenía nada, así que los signos debían estar debajo de su camiseta con mangas.

En ese momento Auggie me vio, pero como estaba tan cansando apenas movió su cola cuando se acercó. Me agaché para hacerle unas caricias.

―¿Fueron a hacer ejercicio?―le pregunté a Alex y levanté la vista.

―Sí, estuvimos corriendo durante un rato―contestó Alex con la respiración agitada.

Me puse de pie y la miré a los ojos, estaba limpia. Y yo iba a asegurarme de que siguiera siendo así.

―¿Te apetece ir a cenar?―pregunté, no quería que recayera. Si había salido a correr para evitarlo, significaba que ella tampoco quería hacerlo, pero en la noche su mente podría jugarle una mala pasada.

―Creo que...

―El otro día fui a almorzar con unos compañeros del equipo y me llevaron a un lugar muy bueno. La comida estaba deliciosa.

Alex estaba dudando.

Vamos Alex, di que sí.

―De acuerdo―respondió y no pude evitar que una sonrisa apareciera en mi rostro―. Sólo deja que me de una ducha y algo de comida a Auggie.

Asentí y ambos subimos las escaleras.

Me bañé rápidamente y traté de cambiarme en el menor tiempo posible. Me aterraba la idea de que pudiera recaer. Cuando salí al pasillo, Alex aún no estaba ahí y me asaltó la idea de entrar a su departamento con cualquier excusa, pero me detuve.

Tenía que confiar en ella.

Apareció diez minutos después y un hormigueo me recorrió el cuerpo cuando la vi. Alex siempre había sido hermosa, pero algo en sus ojos me llamó la atención, me relajé al darme cuenta de que no era lo que me estaba imaginando, simplemente... Ya no estaban tan opacos.

IT'S JUST A GAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora