Don't Blame Me

2.6K 166 14
                                    

Pedri:

Ni siquiera esperé a que terminará, ya no podía.

Tomé a Alex de las mejillas, uní nuestros labios y fue diferente.

Fue diferente a todas las veces que nos habíamos besado antes, porque ahora la sentía a ella correspondiéndome completamente.

Y yo estaba a punto de perder el control.

Alex soltó un pequeño gemido en cuanto mi lengua se introdujo en su boca, haciendo que mi piel se erizara. Ella bajó sus brazos lentamente y cuando llegó al borde de mi camiseta mi abdomen se contrajo con sólo sentir sus dedos directamente sobre mi piel.

No sabía lo que me estaba pasando, pero era consciente de todo lo que tenía que ver con ella como nunca antes, sentía sus labios, su tacto y su respiración que se hacía cada vez más irregular. Su olor era embriagador y le di pequeños besos en su mejilla antes de dirigirme a su cuello. No pude evitarlo y mis manos se fueron directamente a su cintura y me aferré a ella como si mi vida dependiera de ello.

No me di cuenta el momento en el que ocurrió exactamente, solo fui consciente cuando sentí que sus caderas se elevaban ligeramente. Estaba sobre ella y Alex tenía rodeada mi cadera con sus piernas. Me levanté ligeramente porque necesitaba sentirla y ella me ayudó a quitarme la camiseta, para después tomar mi cuello con una mano y volver a unir nuestros labios. Sólo me soltó para que ella se pudiera quitar la camiseta y me quedé sin aliento.


Alex:

El deseo que sentía en ese momento era inexplicable, nunca me había sentido de este modo. Normalmente era penosa con lo que a mi cuerpo se refería y trataba de disimularlo, pero el impulso de que mi piel estuviera en contacto con la suya se apoderó de mí e hizo que necesitara arrancarme la camiseta.

Mis pechos no eran grandes y eran una de mis inseguridades, pero cuando me miró...

En el momento en el que Pedri me miró todo desapareció.

―¿Puedo?―preguntó y el deseo en sus ojos hizo que se me entrecortara la respiración.

Solo pude asentir.

Pedri fue directo a mi cuello y lo único que me consolaba era que él parecía casi tan desesperado como yo, porque sus besos eran intensos, como si se estuviera controlando para no dejar marcas en mi cuerpo. La mano que tenía en mi cintura comenzó a hacerme masajes en mi pecho izquierdo y mi piel se erizó cuando su boca fue bajando para dirigirse al lugar donde había estado su mano y comenzó a succionar.

Iba a volverme loca.

No pude evitar enredar mis dedos en su cabello cuando me mordió ligeramente y tampoco pude disimular el sonido que se escapó de mis labios después de eso.

Me estaba perdiendo.

Uno de sus brazos se enredó alrededor de mi cintura y me tomó por sorpresa que nos cambiara de posición. Ahora yo estaba sobre él y lo sentí... Lo sentí entre mis piernas y por un momento me congelé. Ni siquiera sabía que todo esto podría haber pasado cuando le pedí un beso.

―¿Pasa algo?―dijo Pedri, que había notado mi duda.

―Yo...―mis mejillas comenzaron a arder―. N-no no pasa nada―dije atropelladamente y me acerqué para que volviera a besarme, podía con esto, podía disimularlo. No necesitaba decirlo.

Pedri me detuvo tomándome de la mejilla con suavidad, muy diferente a cuando me había tocado segundos atrás.

―No tenemos que hacer nada―susurró y me miró a los ojos, la oscuridad hacía que brillaran ligeramente―. Lo entiendo.

IT'S JUST A GAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora