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Kaz no notó la ausencia de Nova hasta que Marko preguntó.
—¿Dónde está la chica dorada? Necesito que este preparada para su acto.
—Le dolía la cabeza, fue a descansar un momento — le respondió Jesper.
—De acuerdo, partiremos en unas horas, mientras practiquen en sus actos, debe ser perfecto — Marko se fue dejando a los cuatro.
Inej y Jesper estaban por ir a la habitación a ver como se encontraba Nova, pero un bastón se los impidió.
—Practiquen, yo me encargo — Kaz se alejó antes de que replicarán.
—Para ser un lisiado, si que es rápido — comentó Jesper.
Jesper e Inej se fueron sin más a practicar, mientras Arken iba a comer.
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Nova escuchó un toque en la puerta, se limpió las lágrimas secas de su rostro mientras iba en dirección a está para después abrirla, esperando ver a Jesper, solo que no era su mitad, era Lucifer.
Kaz llevaba un rato parado frente a la puerta de la habitación, decidiendo si tocar o irse. Sin pensarlo más tocó suavemente la puerta esperando a que Nova la abriera. No esperó mucho, después de unos segundos la puerta se abrió, revelando a la chica por la que no podía permitirse sentir nada, no de nuevo.
Ambos se miraron a los ojos, ninguno fue capaz de apartar la mirada.
Nova reunió todo de si para hablar.
—¿Necesitas algo?
Kaz apartó la mirada de la de ella para analizarla de pies a cabeza, la pelinegra no lucía bien.
