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UN DÍA ANTES DE LA MUERTE DE LA REINA SELENE B.
Nova había logrado escaparse de su hermana y Zoya. Quería ver a su madre pero ellas no se lo permitían.
Con cuidado de no ser atrapada se dirigió a la habitación de su madre, pero su abuela había logrado encontrarla antes de que pudiese tocar a la puerta.
—Synn, no deberías estar aqui.— Baghra notó la cara manchada de lágrimas de su pequeña nieta.
—Quiero ver a mi mami.— se escabulló por debajo de las piernas de su abuela pero la ciencia de alguien más la detuvo.
—¡Nova Synn Morozova! Te pedí estrictamente que te quedarás con tu hermana y Zoya.—
La pequeña pataleaba tratando de llegar a su madre. —¡NO QUIERO! ¡QUIERO A MI MAMI!—
Selene escuchó los gritos de su amada hija fuera de su habitación. Trató de llegar a la puerta pero los guardias ahí dentro la detuvieron. —¡Porfavor! Solo quiero ver a mi hija por última vez.—
—Lo siento el General Kirigan nos dió órdenes específicas que no podía verla.—
Aleksander tomó a su hija y trató de llevarla, pero la pequeña seguía pataleando y pidiendo ver a su madre.
Baghra trató de convencer a su hijo de que dejará a su nieta ver a su madre, pero el se negó.
—No la dejaré con esa sucia traidora.— fueron las palabras que Nova escuchó de su padre. Por el enojo utilizó su luz para apartarlo de ella, lo cual logró.
Corrió tan rápido como pudo al cuarto de su madre, utilizó nuevamente su ciencia para hacer explotar la puerta y tras está encontro a su madre desconsolada tratando de luchar con los guardias para que le permitieran llegar a su hija.
Los guardias al ver a la princesa trataron de llegar a ella, pero al estar distraidos Selene los golpeó con un bastón para que no tocaran a su hija, dejandolos inconcientes.
—¡MAMÁ!— Nova corrió hacia ella.
Selene al estar esposada, levanto los brazos para que su hija quedará entre sus brazos. —Mi niña hermosa.— besó su cara tanto como pudo, sabía que sería la última vez.
Nova aspiró su dulce aroma a fresas —No me dejes mami, porfavor.— pedía la niña entre lágrimas.
Aleksander iba recobrando la conciencia y al ver la escena de madre e hija frente a él, le partió el alma. Amaba a su hija y lo que menos quería era herirla, pero no podía permitir que Selene la alejará de él. Su amor por el poder era más fuerte que el amor por sus hijas. Trató de llegar a ellas pero su madre lo detuvo.
