The Only Exception | winrina

Capítulo 10: Choque de bruces

Minjeong

¿Qué mierda me pasaba con ella? Minjeong, concéntrate, tu la odias. Detestala, moléstala, hazla rabiar... Pero no le prestes tanta atención. ¿Por qué tuve que besarla en el callejón?

Mi plan era hablar con ella y zanjar el asunto. Cerrar el circulo de anoche y que me prometiera que jamás contaría nada, pero entonces la veo y algo sucede... Y no sé qué es.

No sé si son sus labios, o sus ojos, o tal vez todo... Sea lo que sea hacían que no pudiera dejar de pensar en ella, pero me negaba a sentir algo por una persona tan frívola como Katarina Bluu.

A veces me pregunto si es capaz de tomarse algo en serio o solo le gusta la diversión y el placer de torturar a alguien. La manera en la que sonríe cuando me sigue el juego, o cuando discutimos... Esa sonrisa frívola es lo que me hace sentir algo que no entiendo bien qué es.

Pero luego recuerdo sus mensajes... Los mensajes con Karina antes de todo esto. Esa chica y Katarina son la misma persona, y justo eso era lo que yo no entendía. ¿Cómo podia llegar a tener dos extremos tan diferentes?

De Karina podría llegar a enamorarme, sin embargo de Katarina quiero besar cada parte de ella hasta saciar mi energía y ganas.

—¿Estas bien? —me preguntó Ningning al verme mover la pierna.

Estábamos en clase del señor Chan, historia del arte. Mi mente estaba completamente en otro lado desde ayer, apenas prestaba atención.

—Sí, es solo que estoy cansada.

—¿Puedo preguntarte algo? —susurró.

—Dime.

—¿Qué pasó con Karina en la fiesta?

Fruncí el ceño.

—No pasó nada, ¿por?

—Giselle me dijo que os vio salir del baño, ibais juntas. ¿Seguro que no pasó nada?

Oh, mierda.

A ver, si se lo cuento puede ayudarme en mis dramas, me desahogaría, tal vez me ayudaría a explicarme a mí misma qué estoy sintiendo. Pero también terminaría torturándome diariamente preguntándome si siento algo por ella.

Pues no sé qué lado pesa más.

Nah, sí que lo sabía.

—Te voy a contar la verdad, pero prométeme que vas a ser seria y no harás comentarios.

—Prometido.

Suspiré y di un vistazo al profesor asegurándome que no estaba mirando.

—Discutimos, una cosa llevó a la otra y termínanos besandonos.

Sus ojos se abrieron con fuerza.

—¡¿Qué?! —susurró.

—El problema es que ayer le dije de vernos para decirle que no podia decir nada de lo ocurrido y que nadie podía volver a vernos juntas, que fue algo de una noche... Y terminé besándola otra vez —puse mis manos sobre el rostro.

—Minjeong... A ver, no pasa nada, ya te gustaba Karina desde un inicio. Es normal.

Me giré a mirarla.

—Es que a mi no me gusta, Ningning. No la aguanto, es una frívola prepotente que se cree el centro del mundo —resoplé—. Pero cuando la veo quiero besarla, y no sé que diablos me pasa.

—¿Y qué vais a hacer?

Tragué saliva.

—No lo sé.