Capítulo 10.

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Pocas veces he salido de esta habitación desde que Theo me encontró en las calles.

Esta es la habitación principal de la casa, antes le pertenecía a Theo, aunque ahora también vivo aquí. Es relativamente pequeña a comparación de otras habitaciones de la mansión, pero es especial porque tiene la mejor vista del jardín delantero, además de una chimenea frente a la cama, y un baño privado.

La casa de Theo aún es un misterio para mí, no me gusta salir mucho de aquí, y todas las veces que lo hice fue junto a él. Como cuando viene de visita la doctora Hold, o cuando quiso mostrarme el lago congelado en la parte posterior de la casa desde una de las salas de té.

—Cuando nazca nuestro cachorro y sea el próximo invierno, te enseñaré a patinar en el lago, será muy divertido —me dijo Theo emocionado cuando me mostró el lago.

—¿A ti te gusta patinar?

—Sí, esa es la razón por la que compre esta casa. Yo adoro el invierno, porque me recuerda a ti, fue en navidad y en medio de la nieve cuando conocí a mi omega destinado.

Theo a veces es tan romántico...

—¿Cuál me queda mejor? ¿Este o este? —pregunto mostrándole un par de camisas a Lisa.

—El blanco, creo que el color hace resaltar mejor sus ojos señor Nick —me dijo ella—, pero la camisa azul es tan bonita, es muy difícil elegir.

—Lo se... Ah... ¿Qué debería ponerme?

Como Theo prometió, después del almuerzo varios empleados me trajeron ropa, pero no un conjunto, mucha ropa. Lisa me dijo que guardaría las prendas de ropa en el armario de Theo, pero antes tenía que elegir que ponerme, así que estaba algo mareado, ponerme ropa elegante era mucho más difícil de lo que pensaba.

—Podría ponerse la camisa blanca con ese suéter gris, creo que va a combinar bien porque su abrigo también es gris —me señala Lisa.

—Esa es una gran idea, tienes razón.

Siguiendo con la idea de Lisa, tomo la camisa blanca y con su ayuda me la pongo, mirando mi cuerpo de reojo.

Todos los golpes y heridas ya desaparecieron, solo quedan las cicatrices. Aun así no me gusta mirar mi cuerpo, me está siendo muy difícil poder ganar peso a pesar de toda la comida deliciosa que me trae mi alfa, así que aún me parece desagradable ver mi cuerpo tan delgado y algo desnutrido. Espero que gracias a la ropa cara mi cuerpo feo se vea cubierto, porque no quiero que las personas del restaurante caro se sientan asqueadas por tenerme cerca, no quiero avergonzar a Theo hoy.

—Se ve muy bien señor Nick, muy guapo —me dice Lisa emocionada, aplaudiendo con las manos.

—¿Tú crees? Se ve muy bonito, tengo miedo de arruinar mi ropa con la comida hoy.

—No se preocupe señor, hemos estado practicando para que deje de comer con sus manos y use los cubiertos, seguro todo va a salir bien.

—Eso espero... Pediré que traigan algo delicioso para ti de comer cuando salgamos del restaurante, traeré algo delicioso para todos en la mansión.

—Es muy amable de su parte señor, pero no piense en mi o en los demás empleados hoy, es una noche importante, debe concentrarse en el señor Gold y lo que harán en el restaurante —me pide Lisa con un tono de voz algo misterioso.

Creo que todos saben el regalo que tiene Theo preparado para mí, pero nadie me dice nada, ¿Acaso es tan importante?

Me miro en el espejo por última vez, viendo mi atuendo, con una camisa blanca, un suéter gris, unos pantalones negros y unos zapatos de color obscuro. Me veo bastante elegante, mucho más de lo que alguna vez me vi en la vida.

Mi tesoro de inviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora