NOVALEE
Es mi segunda semana trabajando para la empresa de Benjamín.
Hasta ahora, no he sido descubierta por mamá, o por mi hermana, que es una fisgona.
Siempre tengo que ir a la gasolinera para poder cambiarme de ropa, y maquillarme un poco.
Ya que no podía ir con la misma camisa todos los días, fui de compras a una tienda de segunda mano. Elegí camisas casi idénticas a las que las demás empleadas de la empresa utilizaban. De mangas largas, con botones el frente. Compre cinco pares de pantalones rectos, una falda con paletones, y un par de tacones de punta. Todo eso por menos de veinte dólares. Claro que me pase horas buscando en las tómbolas de ropa, apiladas unas sobre las otras. Ese día salí de la tienda, con el tiempo justo para llegar a mi turno en el hotel.
Para que mamá y mi hermana no descubriera mi nueva ropa, la escondí bajo mi cama, dentro de una vieja mochila negra.
Estaba sentada frente a mi computadora, mirando un video para poder saber como hacer que la barra de arriba de un cuadro de Excel, aun me apareciera, incluso cuando bajaba la tablaba de casillas. You tube había sido mi salvación en estas dos semanas. Me arrepentía de no haber tomado ese curso gratuito de Excel, que nos ofrecieron en la escuela. A esa edad, no pensaba en lo importante que sería. En lo único que pensaba, era si mi falda estaba lo suficientemente corta, como para que Felipe Serrano me encontrara sexy. Fui una tonta, no solo por no haber aprovechado la oportunidad de tomar el curso de Excel, si no también el haber querido impresionar a Felipe. El tipo era horrendo, y era un completo mujeriego. Me arrepiento de haber perdido algo tan valioso como mi virginidad, con un tipo tan estúpido, y horrendo, física y mentalmente.
Hay un toque en la puerta de mi oficina.
-Pase adelante-
Es una de las empleadas que trabaja en el área de mercadeo. No recuerdo su nombre, así que solo sonrío amigablemente. Ella no lo hace, como la mayoría de las personas aquí. Todos siempre están mirando hacia abajo, absortos en sus monitores, o mirando sus celulares, sin cruzar palabras con sus compañeros de trabajo.
-¿Me ayudas a sacar unas fotocopias?- la chica agita los papeles en su mano, apoyándose en el marco de la puerta.
No se como utilizar una fotocopiadora, pero me da pena admitirlo ante ella. Quizá si fuera Nadia, le diría que necesito ayuda. Pero mi orgullo es mas grande que mi falta de conocimiento, y decido hacerme la tenaz.
¿Que tan difícil puede ser?
-Claro- le digo con la misma sonrisa amigable que siempre le muestro a lo demás.
Ella entra a mi oficina, colocado los papeles sobre mi escritorio, con una sonrisa ostentosa, dibujada en sus labios.
-Serian dos copias, por favor. Llévalas a la oficina del contador- sale de la oficina, con ese tintineo de sus zapatos caros, sobre el piso de mármol.
Rápidamente busco en internet como utilizar una fotocopiadora. Doy clic en un video en You Tube, y lo miro con atencion, aprendiendo de memoria el procedimiento.
-Lo vez- me digo a mi misma, cuando miro por tercera vez el video -no es tan difícil-
Salgo de mi oficina, y camino hasta la fotocopiadora. Se donde esta, porque he visto a otros empleados utilizarla en mi camino al baño.
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El teorema de las posibilidades
RomanceNovalee es una chica que toda su vida se la ha pasado soñando con una vida igual a la de las películas románticas de Hollywood. Donde el príncipe azul la rescata del villano, juntos vencen todos los obstáculos que se les interponen en el camino, y t...