CAPITULO 22

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BENJAMIN

Diez minutos despues de nuestro beso, el tecnico llega ayudarnos a salir del ascensor. Nos explica que un trasformador exploto cerca, y esto hizo que uno de los circuitos del ascensor se arruinara. Intento prestarle atención a su explicación, pero no puedo parar de pensar en el beso con Novalee.

Pense que seria un simple beso. No imagine que sentiria tanta electricidad en mi cuerpo.

No queria dejar ir a Novalee, queria aferrarla a mi.

Había sido un error, lo sabia. Pero no me sentia arrepentido, y creo que eso era lo peor.

-Estara bien para mañana, no se preocupe señor Lara- me dice el tecnico.

-Bien. Gracias por todo-

Novalee esta sentada sobre una banca fuera del edificio. Su mirada esta perdida en el horizonte. Al verme llegar, sonrie ampliamente.

-¿Si quieres puede llevarte al hotel?- intento que mi voz suene neutral, que Novalee no denote lo afectado que estoy por su presencia, por todo en ella, en general.

-Es mi dia libre- dejo escapar un gemido de pesar, que hace reir a Novalee -¿aun no quieres dejarme ir?-dice ella con diversion.

-No- le digo con sinceridad -pero se que estas cansada. Puedo llevarte a tu casa, ¿si gustas?- me siento a su lado, sabiendo que es un error. Existiedo la posibilidad que los vigilantes del edificio me vean con Novalee.

-¿Quieres dar un paseo por la ciudad?- miro a Novalee -en la noche todo es mejor- sonrio.


Nos marchamos en mi auto, con las ventanas abajo, disfrutando de la brisa de la noche.

Fuera del hotel y de la oficina, Novalee esta mas relajada. No parece importarle que solo la escuche hablar, y no agrege mas a la conversacion. Hace preguntas, que respondo con una sonrisa.

-Parquea aqui- dice ella -es un lugar seguro. No te preocupes, nada va pasarle a tu hermoso carro-

Estamos en lo que parece ser un auditorio. Hay un escenario, y gradas lo rodean. Hay gente sentada en las bancas, incluso niños jugando a las escondidas. Gente paseando perros, y ancianos jugando poker.

He recorrido estas calles ya desde hace un mes, y nunca me habia dado cuenta de este lugar.

-La alcaldía lo remodelo hace poco- me explica Novalee -hiceron el auditorio, pusieron nuevos juegos para los niños, y colaron nuevas bancas-

Miro a mi alrededor, y todo parece ser nuevo. Acabados sencillos, pero cumplen su proposito.

- El alcalde no es tan malo- me dice Novalee, con una mirada de diversión - es solo que como a todo el mundo, le gusta el dinero- sonrio.

-No creo que sea un mal hombre. El me cae bien. Dice chistes que de verdad me hacen reir- Novalee abre sus boca en sorpresa. Le doy un respingo en la nariz, por estar riendo de mi -es muy dificil hacerme reir-

-Lo se. Es por eso que atesoro cada sonrisa sincera que me muestras-

Y aqui estoy de nuevo, preguntadome como es posible que no me guste Novalee, cuando es la primera chica que me halaga.

El teorema de las posibilidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora