CAPITULO 27

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NOVALEE

El viaje de regreso a la ciudad se siente demasiado corto.

Disfruto de la vista de la ciudad, fuera de la ventana del auto de Benjamín, quien me ha dejado vestir su saco, a pesar que ya no siento frio. Pero no es el frio lo que me esta ayunado a combatir ahora, es mas bien la idea de pensar que no estoy sola. Se siente como un abrazo permanente de los brazos de Benjamín. Y me encanta. Podría dormir con el, si eso no me hiciera ver tan rara.

-Aqui estamos- Benjamin parque su auto, frente a la casa de Nadia.

Acepte la propuesta de Benjamin, no porque me sintiera optmista con los resultados, si no para darle a el la satisfaccion, ya que realmente se veia lleno de esperanzas, el pensar que hablar con Nadia me ayudaria.

Suspiro mirando fuera de la ventana, no solo porque me sienta nerviosa por algun motivo, si no también porque tendre que entregarle su saco a Benjamin, y separarme de su lado.

No quiero que Nadia nos vea juntos. Las cosas pueden mal entederse, y eso no me haria quedar bien frente a la jefa de recursos humanos, de la empresa donde estoy laborando.

-Llámame cuando termines, por favor- sus ojos están llenos de suplica.

-Lo prometo- me acero a el, y le doy un beso en la mejilla.

Me quito su saco de vestir, y se lo entrego

Salgo del auto, despiendome una ultima vez de Benjamín con la mano, sus labios sonrien, al igual que su mirada, pero puedo ver que aun hay angustia en sus ojos.

Camino los dos bloques que me hacen falta hacia la casa de Nadia. Benjamín me dio su número , y yo le menti, diciendo que lo habia conseguido de la oficina. Ella me dijo que estaria encantada de recibirme en su casa, sin hacer preguntas del porque.

Tome un ultimo suspiro antes de tocar a su puerta, dandome animos de seguir adelante, y de tomar valor una vez por todas, y contarle alguien todo con lo que habia cargado en mi vida.

Toco a la puerta dos veces. Puedo escuchar a Nadia dentro de la casa.

Abre la puerta, y al verme frente a ella, sonríe, hasta darse cuenta del golpe en mi rostro.

-Novalee, ¿que fue lo que te sucedio?- trato de quitarle importancia a la situación, subiendo mis hombros hacia arriba, y sonriendo, pero esto no apacigua la expresión de alarma en Nadia -pasa adelante Novalee-

Entro a la casa de Nadia, que tiene un leve olor a canela y pino. Hay cajas por todos lados, que me hacen pensar que Nadia acaba de mudarse.

-Está un poco desordenado, acabo de regresar a casa. La estaba remodelando. Estuve con mi hermana todo este tiempo- asi que a eso se debian las cajas -pero vamos, la sala esta por aqui-

El sillón esta solitario sobre la sala de estar. Un gato reposa sobre el, mientras lame sus patas. Me acerco a el, para acariciar su pelaje.

-Dejame ir por café. Esta recien hecho- asiento, mientras me mantengo entrenida con el gato.

Nadia regresa con dos tazs humeantes de café, y un plato con galletas. Desplega una mesa al frente, y toma asiento en una silla frente a mi.

Espera que le de un sorbo al café, antes de preguntarme que me ha sucedido.

-¿A sido tu pareja Novalee?- sonrio con ironia. Todos asumen que ha sido un novio, lo que me apena admitir que ha sido mi mamà -¿quien ha sido?- pregunta cuando niego con mi cabeza, a su pregunta anterior.

-Ha sido mi mamá, Nadia- mi confesión hace que Nadia se haga para atras en su silla, mientras el semblante de su rostro, cambia de preocupada, a asombrada -tuvimos una pelea anoche, y ella...- no digo lo obvio, solo señalo mi golpe. Junto mis manos en mi regazo, dandoles un retorcijon. Nadia lo nota. Se acerca a mi, y toma mis manos, mietras me mira con dulzura.

-¿Quieres hablar de ello, Novalee?-

-Alguien me dijo que seria lo mejor- Nadia asiente -pero no se que decir Nadia- suspiro con exasperación, pensando que esto ha sido una mala idea.

-Porque no me hablas de tu madre- Nadia vuelve a recostarse en su silla. Sus ojos son calidos -¿como es ella?-

Tomo un sorbo de café, y le doy una mordida a la galleta, tratando de poner mis pensamientos en orden.

-Ella es...- trago el nudo en mi garganta -es dura- dejo escapar el aire que no sabia estaba reteniendo -no tuvo una vida facil, mi abuela tambien era dura con ella, y muchas cosas malas le pasaron en su vida-

Yo era una de ellas, y cada que la hacia fastidiar, me lo recalcaba en la cara.

-Es cierto que todos forjamos nuestro carácter, de experiencias de nuestra niñez. Apredemos de lo que vemos hacer a nuestros padres. Pero eso Novalee, no justifica el daño que nuestros padres nos hacen- una lagrima roda de mis ojos -tenemos que aprender a romper esos ciclos, Novalee. Se que la vida no es facil, pero hacerle daño a nuestros seres queridos, no ayuda a sanar, eso solo provoca mas dolor-

-Es mi madre, Nadia. No queda mas que aceptarla. Yo no tengo a nadie mas en mi vida- mis labios comienzan a temblar.

-Si, es tu madre, y tienes que respetarla- Nadia vuelve a inclinarse hacia mi -pero tu no estas en la obligación de aceptar ese tipo de maltrato. No quiero que piense que mereces sus golpes, solo porque es tu madre. A veces las personas que mas nos hacen daño, suelen ser nuestros padres. Y nosotros justificamos sus acciones, porque los amamos- puedo ver los ojos de Nadia llenarse de lagrimas -el amor es el sentimiento mas inexplicable de este mundo, y tu puedes amar a tu madre mucho Novalee, no voy a pedirte que no lo hagas. Pero lo mejor es que sanes tus heridas, salgas de casa, rompas el ciclo, seas feliz, y busques el amor que tanto te mereces- esta vez mis lagrimas comienzan a caer como cascadas sobre mis ojos -y no quiero que los busques en otra persona. Primero debes amarte a ti- los sollozos en mi garganta salen de mi labios -aprender a conocerte, valorarte, crear metas. Y así, cuando ames alguien mas, sepas valorar, que no aceptaras un amor que no creas merecer, porque conoces tu valor, porque te amas, y porque sabes que mereces lo mejor-

Nadia viene a mi lado, y me da un abrazo, dejándome sollozar sobre su hombro.

-Nadia, a mamà la violaron cuando era joven. Ella me odia porque yo soy el recuerdo de lo que paso esa noche- los brazos de Nadia me aferran mas a sus hombros -soy un error Nadia, me odio a misma, porque me siento culpable de haber nacido, no se porque mamà no me aborto-

-No digas eso Novalee- me reprende al instante Nadia -todos tenemos un proposito en esta vida. Tu mereces lo mejor del mundo, sin importar las situaciones en las que hayas sido concebida-

-Pero mamà no pidio ser violada, ¿porque suceden estas cosas? ¿porque tuve que ser yo quien viviera este martirio? ¿porque mamà?-

Mi cabeza estaba llena de porques. Cuando era pequeña, me preguntaba porque mamà me odiaba tanto. Hasta el dia en que me lo confeso, entre gritos y lagrimas. Y lo comprendi, porque sentia tanta repulsión hacia mi. Intente lo mejor que pude ser la hija que ella deseaba, pero cada vez que intentaba hacer las cosas bien, mamà nunca se sentia satisfecha. Me aborrecía a mi misma, porque mamà lo hacia, y despues de un tiempo, deje de preocuparme por mi salud, aspecto y vestimenta, ¿que razón habia? ¿una niña nacida de una violación, merecía amor?

-Tu no tienes la culpa, tampoco tu mamá- me deshago en lagrimas sobre los brazos de Nadia, no pudiendo detener el llanto, y dejando que parte de la culpa que lleve desde que conocí la razón del rechazo de mamá, disminuya sobre mis hombros.

Siempre espere por algo en mi vida, aunque no sabía lo que era. Quizá solo estaba buscando una excusa, para el momento en que me fuera de este mundo, lo dejaré sin dejar de decir que lo intente.

Quizá hoy debería comenzar a creerlo. No esperar por la magia, intentar realmente vivir, a pesar del dolor.

El teorema de las posibilidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora