CAPITULO 24

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BENJAMIN

Esta vez llego a la oficina como siempre acostumbro hacerlo. Con mi traje y corbata combinado, mi cincho alrededor de mi pantalón, mi cabello peinado, y sobre todo, temprano. Lo que todos no podían ver, era el desastre que era por dentro. 

No pude dormir anoche, la culpa me estaba matando. Era la primera vez en mi vida que me sentía tan desconcertado. Nada ayudaba, ni los números, ni el trabajo, o incluso dormir.

No podía dejar de pensar en Novalee.

Novalee era una mujer atractiva. Sus ojos grandes y expresivos, su sonrisa, las facciones delicadas de su rostro. Su naturalidad en general, era atractiva. Su cercanía me volvía loco, y el beso de anoche, me confirmó que la deseaba. Pero dejando a un lado el deseo sexual que sentía hacia ella, también existía otro anhelo hacia ella. El escucharla llamar mi nombre, el roce de sus dedos en mi cabello, escucharla hablar, mientras saltaba de un tema a otro, pero al final todo tiene sentido. Cada historia que ella cuenta, tiene un punto final, y creo que eso es lo que más me gusta de ella.

El solo pensar que pronto la veré, me llena de satisfacción. Se siente incluso como un logro haber pasada la noche sin ella.

Antes de llegar a mi oficina, Nadia me intercepta, para entregarme unos papeles que debo firmar.

-Oh, por cierto, Novalee me llamo para decirme que no podrá venir ahora-

-¿Le sucedió algo?- no puedo aplacar la preocupación en mi voz. Pero Nadia no nota mi expresión, ya está mirando un mensaje en su celular.

Ayer que la dejé en su casa, estaba perfectamente bien. Incluso le envíe un par de textos, y ella no mencionó nada.

-Un asunto familiar- Nadia suspira con pesar, guardando su celular en su chaqueta de vestir -se escuchaba triste, quizá algún familiar murió-

-Posiblemente, ¿Necesitas estos documentos para ahora?-

-No, tomate tu tiempo. Son propuestas para actividades con los empleados. Campaña y eso-

-Bien. Lo leeré cuando pueda-

No me entretengo más en los pasillos. Voy directo a mi oficina, dejando todo sobre mi escritorio. Lo más importante en estos momentos, es saber si Novalee está bien.

Yo: Buenos días Novalee, ¿solo quería saber si todo está bien?

Envió el mensaje, y espero por su respuesta.

Diez minutos pasan, y no hay respuesta.

Decido comenzar a trabajar, mientras espero por la respuesta de Novalee. No estaré tranquilo, hasta saber que todo esta bien con ella.

Mi pie se mueve de arriba, abajo, mi cabello de nuevo esta alborotado debido a que he pasado mis dedos demasiado seguido.

Ya ha pasado una hora y media desde que le envié el mensaje a Novalee, y todavía no tengo respuesta.

Enumeró las razones por las que quizá no me correspondido.

1. No tiene saldo.

2. No tiene su celular cerca.

3. Su celular esta sin carga.

El teorema de las posibilidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora