BENJAMIN
Intento mantener la compostura, mientras Stephanie y yo almorzamos, pero mis pies no pueden dejar de moverse agitados sobre el piso.
Mi comida aun esta intacta.
Al principio Stephanie no lo nota. Come su coctel de camarones, mientras me habla del trabajo, y de como mamà la convenció de venir hasta aca. Pero cuando mis respuestas son casi monotonas, y distraidas, ella deja la cuchara sobre el plato, y me mira, por lo que parece ser la primera vez desde que llego aqui.
-¿Te sucede algo, Benjamín?- sus ojos se afinan en mi rostro, mientras sus cejas se fruncen -¿es algo del trabajo? ¿algo salio mal con el contrato de construccion?-
Todos siempre asumen que es algo del trabajo. Lo que me hace darme cuenta que realmente nunca me preocupe por nada mas, que por el trabajo. Vivo y respiro trabajo. Ni tan siquiera se si me gustan las peliculas, mas que las series, o el café mas que el té. Me la he pasado trabajando desde los dieciocho. No han existido prioridades en mi vida, mas que el hacer crecer el negocio, para mantener el legado de papá.
-No- le digo a Stephanie, mientras agito mas rapido mi pie sobre el suelo, algo que ella ahora si nota -es algo mas-
Stephanie deja de fruncir el ceño. Apoya su espalda en el respaldo de la silla, cruzando sus manos al frente. Una de sus cejas sube hacia arriba, tal como lo hace cuando esta hablando con un cliente, el cual le parece molesto.
He visto en acción a Stephanie, y se bien cual es su modus operandi, para presionar a sus clientes que le digan la verdad.
-Stephanie, la verdad son muchas cosas, no solo una- apoyo mis brazos en la mesa -es solo que la base de nosotros...- tomo el salero a mi lado, moviéndolo nerviosamente sobre la mesa, antes de que Stephanie me interrumpa.
-¿La base de nosotros?- la voz de Stephanie es hostil. Detiene mi mano de seguir moviendo el salero sobre la mesa -asi que es acerca de nosotros- dice, como llegando a una realización - dime que es lo que sucede- me demanda -estas raro Benjamin, y me estas poniendo nerviosa, asi que dime de una vez-
-¿En que se basa nuestro matrimonio?- las manos de Stephanie siguen en mi mano. Puedo sentirlas tensarse -¿hay planes que quieras hacer?-
Stephanie vuelve apoya su espalda en la silla. Deja de fruncir el ceño, y esta vez, la expresión en su rostro no detona emoción. Su mirada parace estar perdida en pensamientos.
-Es solo que me he dado cuenta que no nos comportamos como una pareja de esposos. No planeamos viajes juntos, o hablamos de tener hijos, o incluso nos sentamos a ver películas juntos en casa- los ojos de Stephanie son glaciales mientras me escucha hablar -me pregunto que es lo que esperamos del otro. Tu siempre...-
-Espera, espera, espera- me detiene Stephanie, alzando su dedo al frente de mi rostro -no quiero que comiences a culparme a mi. Un matrimonio es de dos. Y si estas intentado justificar que te acostaste con otra mujer, haciéndome sentir culpable por no ser la esposa perfecta, no voy a tolerarlo Benjamín- toma un respiro, mientras sus ojos me taladran.
-No, Stephanie. No he tenido relaciones con otra mujer- la mirada de Stephanie se suaviza, pero aun sigue a la defensiva -es solo que me pregunto...- libero un suspiro -¿me amas Stephanie?- ella suspira molesta -no es una cuestión de justificar lo que estoy apunto de confesarte, es solo una pregunta-
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El teorema de las posibilidades
RomansaNovalee es una chica que toda su vida se la ha pasado soñando con una vida igual a la de las películas románticas de Hollywood. Donde el príncipe azul la rescata del villano, juntos vencen todos los obstáculos que se les interponen en el camino, y t...