Capitulo 54 《No me dejes》.

707 100 28
                                    

YoonGi aparcó su auto en el estacionamiento de la clínica psiquiátrica. Cerró la puerta mirando el imponente edificio y camino a la entrada. Se sentía extraño, esa opresión en su pecho, quería verla, necesitaba hacerlo, hoy en día comprendía tantas cosas, tantas que llegaban a abrumarlo de cierta manera.

La enfermera le dio la bienvenida y la siguió como de costumbre hasta donde se encontraba el médico a cargo.

— Señor Min — hizo una reverencia y el pálido la respondió — ¿Como ha estado?.

— Bien... ¿Como esta mi madre?.

— Ha estado respondiendo bien a la nueva medicación... pero no tenemos ningún avance.

— Entiendo — respondió caminando al patio.

Y así era, la medicación era cambiada seguidamente... el doctor le respondió que a dormido con normalidad, que las pesadillas ya no la azotan durante las noches, come, es capaz de mantener su higiene por ella misma, pero su mente sigue perdida. YoonGi nunca a entendido por que su madre no puede dormir con normalidad, por que aveces grita desesperada pidiendo a alguien que se alejara, porque por más que le preguntara esta no respondía y solo se aferraba a su cuerpo llorando tan indefensa y eso, no negaría, le dolía... Por que la quiere.

Es su madre.

— ¡Yoonie! — llamo esta con una sonrisa cansada en cuanto lo vio acercarse — Yoonie.

Ella seguía como siempre... Como él la recuerda, su piel pálida, sus labios resecos, sus cabellos carentes de brillo atados en una coleta y esos ojos, tan oscuros sin ningún signo de alegría, vida o sentimientos, ni siquiera estos se iluminaban cuando lo veían a él.

Sintió un pinchazo que hace mucho no sentía, entonces se acercó a esta y le tomo de las manos.

Pero la mujer lo abrazó usando la poca fuerza que tenía en su cuerpo y cerró los ojos sintiendo como su hijo correspondía al acto.

El doctor y la enfermera les dejaron en el patio, habían otros pacientes, pero estos estaban en lo suyo... Entonces tomaron asiento.

— Te extrañe mucho hijo...

YoonGi solo conectó su mirada con la de su madre... Por tanto tiempo la idea de decepcionarla lo atormentaba, de imaginar que pensaría su madre si en algún momento decaia o simplemente se rendía, fueron esas cosas que le mantuvieron en pie ignorando la vida, con odio y resentimiento. Aún tenía miedo, temía que esa persona se resguardara en lo más profundo de su ser, esperando el mejor momento para volver.

— ¿YoonGi? — le volvió a llamar acariciando su mano.

En ese momento parpadeo repetidas veces y volvió a mirarle dándose cuenta que se había perdido en sus pensamientos.

— ¿Ocurre algo?.

Nego con una sonrisa — La última vez te dije que comenzaría un nuevo proyecto... hasta ahora lo termino.

— Ah de seguro lo hiciste muy bien... por que yo tengo un hijo perfecto.

— No soy perfecto — mordió su labio mirando al frente hacia el jardín —... pero hice lo mejor que pude.

La mujer junto sus cejas, podía notar algo extraño en su hijo... no era como las otras veces donde venía a verla y él se jactaba contándole lo increíble que es, como todas estaban locas por él y hasta decía que el piso por donde pasaba ellas lamian, como los periodistas le molestaban siempre queriendo primicias sobre él, ¿Donde estaba ese YoonGi?.

— Si hiciste lo que pudiste, entonces estoy segura de que lo hiciste magnífico — froto su mano en el hombro del pálido — ¿Me mostrarás algo?.

— No... no creo que esta película te guste mamá, así que mejor no.

Cambio de papel «Yoonmin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora