Nada nuevo.

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Agosto de 1997, Mansión Malfoy.

8 MESES ANTES.

Amelia se sentía completamente estúpida, la mujer con tan poca suerte en toda Gran Bretaña.

Estaba parada en un taburete, con sus brazos levantados, y solo usando bragas y un sostén, pues entre algunas brujas que trabajaban en la Mansión, le colocaban el vestido de novia.

Era la primera vez que se veía en el.

Y era horrendo.

Le quedaba enorme, se suponía que debía de ajustarse a su cuerpo de la cintura para arriba, pero al parecer, había adelgazado por culpa del estrés y todos los deberes que tenía encima. Era de encaje con tela blanca y llena de brillos, de mangas hechas de ese mismo encaje y piedras hermosas resplandecientes, creando la forma de "V" en su cuello con esa misma tela. La falda larga no era tan ampona y eso lo agradecía, Amelia se vería como la tía abuela de los Weasley, o algo peor, estaba segura.

Amelia se miraba al espejo, y no le gustaba lo que el reflejo le mostraba, no era grato para ella tener que usar un vestido de novia, tener que casarse con un hombre nefasto. Y por el rabillo del ojo, podía notar la mirada de Ava, llena de dolor.

Ella se sentía culpable. Pero, ¿qué más podía hacer?

No podía desobedecer a las órdenes del Señor Tenebroso, ese sería el acto más tonto que podía hacer, aún le pesara, aún le molestara. Y aún cuando quería tomar del cuello, al mago calvo tenebroso e imbécil que tenía que seguir, y estrangularlo, una y otra vez... tenía que ser más lista.

-¡Mierda Amelia! -chilló Pansy -. ¡Te ves...!

-¡Quitenle esos trapos viejos y feos a mi prima ahora mismo! -ordenó Draco -. ¿Qué tipo de crimen es esto?

Blaise soltó una carcajada, envolviendo a Pansy en un abrazo y recargando su mejilla en el hombro izquierdo de su novia.

-¡Ay Draco no seas grosero, solo es Amelia! -fue lo que Blaise dijo, Amelia lo miró sin humor -. ¡No porque no quiera casarse con el imbécil de tu hermano, significa que se le vea mal ese trapo mal formado! O sea, si se le ve terrible... pero no es porque no quiera contraer matrimonio con Tom.

Amelia no lo soportó más, las brujas que le habían colocado el vestido, intentaban ajustarlo con magia, pero ella se alejó y se quitó el vestido, dejándolo en el piso, y colocándose su ropa, pantalones, botas y guantes negros, con un suéter de color café.

-Mira Amelia... si quieres presumir tu abdomen plano, entonces tendremos problemas -Blaise dramatizó -, ¡Si, me comí una caja entera de ranas de chocolate con Pansy! ¿Qué harás con eso?

Amelia frunció su ceño, mantuvo su mirada clavada en Pansy por varios segundos, y después en Blaise.

-¿No te parece que Pansy tiene muchos antojos últimamente? -preguntó Amelia.

Pansy se cruzó de brazos.

-¿Me estás diciendo glotona?

Amelia giró sus ojos.

-No Pansy, sabes a lo que me refiero.

Blaise arqueó una ceja.

-¿Insinuas que somos una pareja irresponsable que solo piensa en sexo, y no en lo jóvenes que somos para convertirnos en padres?

Amelia sonrió ladina.

-Me has leído la mente. -le dijo sarcástica.

-Siempre te leo, hermanita. -dijo guiñando un ojo.

The kingdom of nothing. [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora