The kingdom of nothing. [+18]

Quinto año "Luna llena"

Diciembre de 1994, Hogwarts.

La luna llena era esa misma noche.

Y Amelia tenía todo perfectamente planeado, su hermano le dejo el camino libre para poder escabullirse por la noche hasta el sauce boxeador, pues no había dado tregua y siguió con las discusiones diarias, los gritos y los malos tratos hacia Amelia. Amelia había recibido montones de cartas por parte de la señora Weasley y Sirius, pidiéndole disculparse con Harry y terminar con las diferencias, ella le respondió con un "no sé preocupe Señora Weasley, solo es un simple mal entendido".

Pero a Sirius le escribió un pergamino lleno de reclamos, siendo lo suficientemente dramática cómo para recibir una carta de su tío pidiéndole sus más sinceras disculpas, incluso le prometió a Amelia que recompensaría ese mal trato que ella estaba recibiendo de su hermano.

Querida Amelia:

Te pido perdón por el mal momento que te hice pasar, y por la carta que te envié anteriormente, me cegué ante la versión que Harry me contó, te ruego que no me juzgues, en ocasiones los prejuicios están marcados hasta los huesos y es difícil quitarlos de ti. Se con quiénes te juntas, quienes crees que son tus amigos, conozco a sus padres, pelee contra ellos en la primera guerra, ví morir a amigos míos por su culpa y mi vida destruirse ante mis ojos sin saber cómo detenerlo.
Por eso mismo me niego a aceptarlos y que se involucren en tu vida, estoy seguro que no te merecen. Mi bella Amelia, solo deseo protegerte.
Moony ya me envió un vociferador está mañana, el es el que más te ha visto sufrir a causa de la actitud de tu hermano, tu padrino es (por suerte), bastante cercano a ti y eso me tranquiliza. Pues no hay nadie mejor en el mundo para entenderte que el, y se con seguridad que el te hubiera reprendido si hubieses hecho algo malo.
Conozco a mi ahijado, se los prejuicios que tiene respecto a los Slytherin (y claro que tiene derecho a detestarlos, tiene sus motivos), pero tú eres su hermana, quien más lo ha protegido y consentido, y es injusto que tus buenas acciones se borren solo por tener un corazón bondadoso y sin prejuicios.
Hablaré con el, ¿sabías que está noche estaré en el castillo? Espero que no te sorprenda, después de todo, siempre estoy con Moony en las lunas llenas.
Te veré por la noche.
Te ama, hocicos.

Amelia se sincero respecto con sus sentimientos: su corazón se sintió más cálido una vez que terminó de leer la carta de Sirius, ella se había sentido sola últimamente, pues su hermano y los gemelos parecían aplicarle la ley del hielo con su indiferencia (a excepción de Fred y Hermione, quienes buscaban a la pelinegra cada vez que lograban despegarse de sus amigos), pero aún así, ellos eran amigos de su hermano, más de lo que alguna vez sería de ella. No le molestaba, simplemente que leer las palabras que Sirius le escribió, saber que la entendía y no juzgaba su comportamiento, fue como si un lazo invisible los uniera.

Ella era más unida con Remus, no solo por ser su ahijada, sino porque tuvieron una conexión instantánea. Remus había sido una figura paterna para ella desde el día que se conocieron, un hombre leal, bueno, fuerte y valiente, ella lo admiró desde el día en el que lo conoció en aquella clase de defensa contra las artes oscuras en su cuarto año.

Recuerda haber llegado tarde a su clase, la ansiedad recorriendo a la muchacha por completo, sus compañeros de clase no se miraban tensos, ni asustados, lo entendió todo cuando miró al frente, unos ojos de color miel la observaban. Amelia nunca había visto unos ojos tan amables y bondadosos cómo los de su padrino, ella no pudo evitar sonreírle enormemente mientras le pedía permiso para entrar al aula.

Fue conexión instantánea, no solo por sentir esa aura amable recorrerla cada vez que Remus se encontraba cerca, sino que ella nunca había tenido una sensación de comodidad con nadie. Su padrino le enseñó todo lo que el sabía, compartió sus conocimientos con ella y siempre la trato como su igual, como alguien a quién debía guardarle respeto.