GUERRA, PRIMER AÑO "No te rindas"

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TW:Tortura física y mental.

Enero de 1998, Privet Drive.

Amelia se encontraba alucinando.

Ella corría por la nieve, podía ver la figura de un grupo de personas luchando, y Amelia se sentía desesperada por llegar. No sabía la razón, pero era inevitable sentir el terror hacerla reaccionar.

No importaba que estuviera descalza, que estuviera semidesnuda o recién torturada, porque ella tenía que llegar a la batalla, porque una punzada en su pecho le indicaba que su familia estaba en peligro.

Entre más se acercaba, los rostros se volvían más claros, y eso la llevaba al borde de la locura. Era su familia luchando en contra de la orden del fénix y mortífagos... luchando frente a frente contra ambos líderes.

Amelia no quería que se sacrificaran, no quería que lucharan por la causa, ella los quería vivos a todos, porque en el momento que regresase a casa, se encargaría de terminar con la guerra... con su guerra.

Sus pies se sentían entumecidos y el frío de la nieve parecía evitar que la sangre corriera por esos lugares, pero no le importó, no se detuvo y siguió corriendo.

Pero poco a poco caían, todos morían. Adam caía en la nieve sin vida, Ava también, y Amelia gritaba.

Su padrino Remus era asesinado frente a sus ojos, y Severus también caía en la nieve, sus cuerpos sin vida. Ella lloraba y parecía ahogarse, cayendo de rodillas cuando sus ojos chocaron con los grises de su padre y le daba una última mirada antes de ser asesinado por Voldemort.

Negaba con la cabeza, estaba desesperada. Pues sus hermanos también eran asesinados por miembros de la orden del fénix, cortándoles la garganta y dejando la nieve pintada de carmesí.

Era una lucha con enorme desventaja, y Amelia no parecía poder hacer nada al respecto, solo ver cómo los suyos morían.

Cómo Tom moría frente a ella, su cuerpo cayendo frente a Amelia, ahogandose con su propia sangre y sus ojos azules quedando perdidos en la nada, su pecho dejando de moverse, pues había muerto.

Ella gritó.

Y entonces abrió sus ojos, regresando a la realidad, sus ojos levemente nublados y su garganta irritada por culpa de sus gritos.

El sótano gris le daba la bienvenida de nuevo.

Estaba encadenada y con su máscara de hierro limitando sus movimientos, dejándola en el suelo tirada, sangrando y brutalmente herida. Con su boca seca y su estómago rogando por algo de comida, pues cada alimento que les daban, Blaise y Amelia se lo daban a Pansy para alimentarse lo más adecuado que se podía en ese lugar.

Hermione, la profesora Mcgonagall, Ron, Fred y Charlie eran los principales en ayudarlos, en entrar al sótano y darles un alimento digno, Hermione dándole menjurjes y elixires a Pansy para ayudarla con su embarazo, ayudándola a no perder a su hijo de cuatro meses.

Amelia le agradecía a Merlín por aún no mostrar el bulto de su abdomen, parecía que la hija de Blaise y Pansy se escondía, que sabía no debía ser descubierta. Eso era un enorme respiro, sabían que dentro del territorio de la orden del fénix no tendrían piedad por su familia.

Ella intentó levantarse, pero el dolor era insoportable, no dejaban cicatrizar sus heridas para ya crearle unas nuevas, llenarla de cicatrices, heridas y empapada de su propia sangre. Amelia era solo un pedazo de carne golpeado, roto e inservible, que usaban cada que se les apetecía y la botaban para dejarla pudrirse en su propia agonía.

The kingdom of nothing. [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora