Séptimo año "Primera pelea familiar"

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Abril de 1997, Bosque de Gran Bretaña.

QUINTO MES.

En el momento que Amelia había abrazado a su padre, fue un golpe emocional para ella. Pues ser sostenida en los brazos fuertes y seguros de su padre, era similar a esa sensación de hogar, Amelia había regresado a su hogar.

Regulus Black parecía no asimilar la realidad, pues después de abrazarla por minutos enteros, se había separado únicamente para acunar sus mejillas y comenzar a observar el rostro de Amelia, colo si quisiese aprenderse hasta el rasgo más insignificante, con sus ojos llenos de lágrimas y sus manos temblando, había dejado un suave beso en la frente de Amelia.

—Mi niña... por fin estás conmigo Amelia, ahora estás a salvo. —le susurró Regulus.

Amelia sollozó, asintiendo una y otra vez, mientras tomaba ambas manos de su padre, que aún se encontraban sosteniendo sus mejillas.

Era extraño, el como podías conectar inmediatamente con un hombre que no conocías, como solo con ver sus ojos grises, saber al instante que se trataba de su padre. No habían dudas, no había miedo, no existía el temor al rechazo, porque su padre la había recibido con sus brazos abiertos, como si hubiese esperado toda su vida para tenerla a su lado, para poder conocerla... y de alguna manera, eso era cierto. Regulus había sido obligado a aislarse del mundo entero, de esconderse y esperar a que Amelia supiera la verdad, a qué Amelia lo encontrara.

Pero ahora eso había terminado. La ambición que había cegado a Albus años atrás, esa ambición que seguía con una fuerza brutal y seguía causando el mismo impacto negativo en Amelia y su padre, parecía no importar ahora que ella había encontrado a Regulus, ahora que la verdad se sabía y las cosas se comenzaban a alinear a su favor.

La felicidad parecía querer explotar su pecho, y si Amelia era sincera, no recuerda haber sentido esa felicidad antes... Amelia se sentía segura, y si la seguridad que sentía era solo una venda más en sus ojos, al menos, teniendo a su padre con ella, era una oleada de empoderamiento, Amelia se sentía invencible a lado de su padre, sentía que al fin podía respirar.

Cuando Amelia se separó un poco de su padre, pudo observarlo a detalle. Compartían muchos más rasgos de los que ella había creído, tenían el mismo cabello negro y rizado, los mismos rasgos definidos y la misma mirada fría, los ojos de Regulus eran de hierro, pero aún así, Amelia podía verse a través de ellos.

Al observar su entorno, pudo encontrar una cabaña frente a ellos, construida de ladrillos y madera pulida. ¿Habrá vivido en ese lugar? La respuesta era clara, Amelia se reprendió internamente.

¿Qué esperaba? ¿Ver a su padre viviendo en la vida animal, usando como ropa hojas de árboles cubriendo solo lo necesario y convirtiéndose en el rey del bosque? Era absurdo.

Se mantuvo en su lugar cuando su padre invitó al resto de su grupo de élite entrar a la cabaña, todos encantados ante Regulus, Pansy codeaba a Blaise y le preguntaba si era necesario hacer también una reverencia, pero Blaise sonrió hacia la dirección de su padre y pareció retorcerse en su lugar, indeciso y sin saber si era una buena idea arrodillarse ante el... su padre solo lo miró con curiosidad, casi divertido.

—¡Nuestra mejor amiga es parte de la realeza, creo que Regulus nos maldecirá por no ser los más fieles sirvientes de su hija! —chilló Blaise —. ¡Mantén tus ojos abiertos Draco, que si parpadeas, seguro Regulus Black si que te lanza un maleficio!

Amelia y su padre miraron a Draco, estaba pálido como una hoja de papel, y observaba a Regulus con duda, parecía entrar en una crisis de pánico, temiendo lo peor. Sabía que su temor, era ser rechazado por Regulus Black, solo gracias a su padre Lucius, y todos los crímenes que había cometido... el daño que le había causado a Amelia.

The kingdom of nothing. [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora