The kingdom of nothing. [+18]

GUERRA, PRIMER AÑO "Venganza"

Julio de 1998, Ministerio de magia.

Narrador Omnisciente.

Cuando la noche caía, era cuando el espectro aparecía. Eso todos lo sabían.

El espectro había estado ausente, nadie sabía nada de el, y aunque la gente no le tomaba importancia a su identidad, le tenían respeto.

No sé hablaba de la ausencia del espectro, porque para todos, el que el espectro hubiese desaparecido, solo los llevaba a una misma persona que había desaparecido ese mismo tiempo. Y si el espectro volvía, entonces significaba que la batalla final se acercaba.

Así sería.

Las estrellas brillaban en el cielo nocturno, y a pesar de que para el mundo mágico, Amelia Black y Tom Riddle estaban alejados ahora mismo de la guerra, no era así. Porque si bien, todo el mundo sabía ahora que ambos se habían convertido en marido y mujer, los planes de ese par seguía centrado en ganar la guerra.

No había luna de miel, no habían más días de descanso, y ellos estaban de regreso.

El espectro no había sido cuidadoso al entrar al ministerio de magia, más bien, solo fue silencioso a la hora de ingresar a ese lugar junto al conocido grupo de élite. Estaba respaldado por Tom Riddle y Regulus Black, justo al frente con aquel espectro de ojos rojos.

La orden del fénix no los esperaba, y fue una terrible sorpresa encontrar al espectro dentro de su territorio, el comprender que había logrado traspasar sus protecciones.

No toda la orden del fénix se encontraba en el ministerio, el resto estaba organizando la boda de Fleur Delacour y Bill Weasley en la madriguera, junto a Ginny Weasley, Harry Potter y Nynphadora Tonks. Pero para el espectro, estaba perfecto enfrentarse al verdadero líder de la orden, enfrentarse a Alastor Moody.

Las alertas dentro del ministerio se encendieron, Aurores, magos y brujas habían alzado sus varitas en contra del espectro, del vengador, de Tom Riddle y el grupo de élite. ¿Qué tan mal estaban de la cabeza como para creer que ganarían en contra de ellos?

El espectro había dado la orden a su grupo de élite en dividirse, sus enemigos miraban atentos cada movimiento suyo, el como había acercado sus manos al borde de aquella máscara que tapaba más de la mitad de su rostro. Sus ojos jamás dejaron de ser ese rojo intenso, y aún cuando los Aurores y cada miembro activo de la orden del fénix sabían quién se encontraba detrás de ese anonimato, les fue imposible no contener su respiración en el momento que el rostro de Amelia quedó descubierto por ella misma.

No significaba que ella dejaría de ser el espectro, más bien, era una muestra de poder a lo que Amelia realmente era capaz: era líder del grupo de élite, conocida como el espectro, era heredera Black, y además de todo, había creado la alianza más peligrosa de todos los tiempos al unir su vida con Tom Riddle, el hijo de Lord Voldemort.

Un sobrenombre más a su lista, eso era.

Alastor Moody discutía acaloradamente con Kingsley y el antigüo ministro de magia, los tres encerrados en su despacho y acorralados por la misma Amelia Black, que afuera de las paredes de su oficina, estaba creando un río de sangre y gritos desgarradores que erizaban sus pieles por el terror del momento.

-¿Quién estaba a cargo de la seguridad? -espetó ojoloco -, ¡Se suponía que los muros del ministerio serían imposibles de traspasar!

-No comprendemos aún lo que sucedió, Alastor... se tenía entendido que Amelia Black había sido obligada a ocultarse por la traición hacía Lord Voldemort -Kingsley le recordó -, Voldemort la busca, quiere a su espectro de vuelta... no se suponía que ella quisiera ir por nosotros ante ese peligro en el que está expuesta.