Entre reinos rotos

1 JENARA

En el mundo universo en el que vivo siento que no pasa el tiempo, me siento atrapada como si no pudiera huir de mis propios pensamientos los cuales me atormentan.

A veces me gustaría largarme de aquí y dejar de ser princesa. Si lo habéis oído bien soy una princesa; pero no una cualquiera soy una de un reino mágico el cual está lleno de maravillas, pero al mismo tiempo de millones de peligros con los que desearías no encontraros jamás. Simplemente soy una joven que me   caracterizo por ser introvertida y altamente reflexiva.

Tengo tres buenas amigas en todo el reino en el que las interacciones con ellas me ayudan a enriquecerme. A veces me gusta mirar las estrellas mientras el reino esta durmiendo. Odio las injusticias y siempre estoy dispuesta a ayudar a los demás sin esperar nada a cambio.

La empatía es una parte fundamental de mi personalidad siempre me esfuerzo por comprender las emociones y perspectivas de los demás. Mi carácter se define por ser fuerte pero mi naturaleza es la emoción y la sensibilidad.

Además, soy una persona de mente organizada y decisiva por lo que siempre intento ser cautelosa con todo lo considerado novedad. La impulsividad, la terquedad son dos de mis puntos débiles.

Provengo de lo que se llamaría una especie de estirpe china, nunca lo he sabido con certeza porque mis padres fallecieron hace ya muchos años. Mi reino se llama el reino de las Montañas Celestiales el cual se alza en lo alto de las montañas dejando pasar una cascada de aguas cristalinas. En el cielo, el sol siempre brilla sobre las cumbres, pintando un cuadro eterno de majestuosas montañas contra un cielo azul profundo. Sin embargo, en Elariel también hay un reino mucho más oscuro y peligroso donde la luna llena brilla perpetuamente en el cielo nocturno y la noche nunca termina: el llamado El Reino de la Luna Eterna el cual se encuentra apartado de todos los demás reinos en donde la la oscuridad y la luna llena son eternas. En lugar de un sol radiante, una luna gigante y plateada ilumina el paisaje con su luz fría y brillante. Las estrellas parpadean con intensidad en el cielo, creando un espectáculo astronómico constante. En cuanto a los habitantes del Reino de la Luna Eterna son en su mayoría seres nocturnos, con una afinidad natural por la magia lunar. Sus ciudades y aldeas están construidas con arquitectura gótica, con torres puntiagudas y calles estrechas iluminadas por farolas de luz plateada.

En el centro de este reino se encuentra un antiguo castillo de obsidiana, donde reside un rey inmortal que se ha fusionado con el poder de la luna. A pesar de su eterna noche, el Reino de la Luna Eterna tiene una belleza propia y un misterio. que atrae a aquellos que buscan explorar sus secretos y descubrir los enigmas de la luna eterna. La magia lunar impregna cada rincón de este reino, creando un ambiente de encanto y melancolía en esta tierra donde la luna siempre es plena.

El terreno está dominado por un paisaje montañoso de picos afilados y gargantas profundas, con ríos de aguas oscuras que serpentean entre ellos. La flora y fauna de este reino han evolucionado para adaptarse a la perpetua oscuridad, con plantas que emiten una tenue luminiscencia y criaturas que cazan bajo la luz de la luna.

En el centro de nuestro mundo se encuentra el bosque de las Mariposas Lumínicas el cual está lleno de árboles gigantes cuyas hojas brillan de forma mágica por la noche. Mariposas de colores deslumbrantes revolotean por el aire, iluminando el camino de los viajeros. Los arroyos serpenteantes atraviesan el bosque, reflejando las luces de las luciérnagas que danzan en la oscuridad.

A la izquierda se encuentra el Reino de las Aguas Esmeraldas donde extensos ríos de aguas cristalinas serpentean a través de prados verdes, reflejando el cielo y las montañas circundantes. Puentes de piedra y madera cruzan los ríos, conectando aldeas y ciudades. Los habitantes de este reino viven en armonía con el agua, construyendo sus hogares sobre pilotos en medio de los ríos.