7 JENARA

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Me desperté a la mañana siguiente muy cansada, como si no hubiera dormido en toda la noche y sentí como si la cabeza me diera vueltas, la habitación daba vueltas, las mesas y las sillas se volvieron borrosas así que sin darme cuenta mis párpados se cerraron lentamente y me caí al suelo, perdí la conciencia y no sabía por qué. De pequeña me había pasado alguna vez ya que muchas de las veces estaba nerviosa o la ansiedad era demasiado fuerte que mi cuerpo y mi mente actuaban como si fuera una especie de ordenador que se apagaba cuando se sentía en peligro. Pasaron 15 minutos y todavía no había recuperado la consciencia. Los mayordomas entraron en mi habitación y me encontraron  en el suelo, me había  desmayado y me llevaron a los curanderos del reino. Me levantaron entre todos y me llevaron a una camilla en el pequeño centro donde un curandero estaba intentando averiguar que estaba pasando. 

Yo todavía seguía inconsciente  ni si quiera me había enterado de lo que realmente había pasado. Conseguí abrir los ojos después de unos cuantos minutos más y empecé a oír muchas voces de diferentes personas, eran los curanderos que estaban hablando sobre las causas de mi posible desmayo. 

Parecía que hablaban sobre que podría ser por una infección viral, también cabía la posibilidad de que fuera una enfermedad desconocida, después conjetaron que era por una especie maldición. El abanico de posibilidades era enorme y cada vez más amplio a medida que pasaba el tiempo.  Al final estuvieron deliberando durante un buen rato hasta que por fin llegaron a la conclusión de que era una maldición. Yo en ese momento me asusté,  todavía no sabían me había despertado hace rato así que eso me daba algo de ventaja pero pronto lo sabrían. Ellos siguieron discutiendo sobre las posibles soluciones para poder dar con la cura a la maldición. Estuvieron buscando en libros de diferentes curanderos, de gente muy sabia que hacía remedios tradicionales pero de momento no daban con la solución .

Siguieron buscando durante unos 30 minutos aproximadamente y fue cuando se dieron  cuenta de que tenían un viejo libro en la estantería de un reino vecino, bueno  en realidad no era tan vecino. Estaba en la otra punta del reino y era el maravilloso reino de la Luna Eterna. Allí vivían los enemigos de mi reino siempre ha habido una enemistad  debido a que sus reyes siempre fueron unos tiranos respecto al resto de pueblos y no creo que eso haya cambiado. Además de que a mi madre pidió ayuda una vez en una de sus batallas contra Las Parcas y mientras todo el reino estaba luchando por un interés común, ese reino estaba luchando por el suyo propio . Además nunca nos han gustado ni como familia ni como reino, son un reino oscuro, lleno de intrigas y secretos que nunca podré adivinar ni saber. Su magia fue la que una vez en su momento desató el caos y eso fue demasiado para nuestro universo. Ellos pidieron perdón pero creo que desde entonces no hemos podido perdonar esa pequeña traición y esa indiferencia.

Así que ahora mi vida dependa de sus medicinas, no me gustaba  en absoluto. Me despierto diciendo un pequeño buenas, me tiembla la voz y me duele todavía la cabeza, aún sigo tumbada pero por lo menos he recuperado la conciencia y puedo articular alguna palabra.

-Buenaass

-Bienvenida Sra. Jenara que tal se encuentra usted?

-Me encuentro mejor, de hecho os he oído hablar sobre las posibles soluciones y creo que la de ir al reino enemigo no es unas de ellas .

-Pero señora, hemos estado buscando un montón de soluciones y de cosas para poder salvarle y no tener que recurrir a esos malnacidos pero no hemos encontrado ninguna solución, nada más que esta.

-Lo entiendo pero primero vamos a intentar buscar en otros reinos, creo que todavía no habéis mirado bien.

-Si señora enseguida vamos a mandar una serie de comunicados al resto de los reinos a ver si tiene alguna cura o alguna solución para acabar con la maldición .

Entre reinos rotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora