Entre reinos rotos

34 SECRETOS Y VERDADES

Había estado viviendo durante años con la incertidumbre de no saber quién había acabado con la vida de mis padres. Las sospechas y el dolor me habían atormentado, y finalmente, a través de una serie de revelaciones inesperadas, descubrió la impactante verdad.
En un giro sorprendente, encontré por fin pruebas contundentes que señalaban al rey Tiberius como el responsable de la muerte de mi madre. Me sentí aturdida y llena de furia, enfrentada a una realidad que no había imaginado.
Armada con esta información intento enfrentarse al rey Tiberius pero se dio cuenta de que eso afectaría a Gonza y por lo tanto no podía hacer nada por el momento.

Además lo más probable es que El rey intentará justificar sus acciones.

Estuve luchando con emociones encontradas de dolor y rabia, decidió no revelar la verdad al pueblo e intentar mantener el secreto un poco más.

Seguí luchando con el dolor de la revelación sobre mi madre y el rey, decidí asistir a la boda de mi amado, consciente de que debía enfrentar mis sentimientos y aceptar la realidad. Sin embargo, al llegar al evento, algo inusual llamó su atención.

Al ver a su amado, noté un brillo extraño en sus ojos y una actitud distante, como si estuviera bajo la influencia de algo más que la felicidad natural por el matrimonio. Entonces sus sospechas se habían vuelto realidad, comenzó a observar más detenidamente y pronto descubrió la verdad: su amado seguía estando bajo ese hechizo.

Con el corazón destrozado al presenciar la felicidad ficticia de su amado con otra persona debido a un encantamiento, Jenara sintió una mezcla de dolor, confusión y determinación.

A pesar de su sufrimiento personal, no pudo hacer nada de momento. Sólo fingir que estaba todo bien y felicitarle por su boda. Después de eso se fueron cada uno a su reino, yo me quedé con mis amigas disfrutando un poco más de la fiesta y después de bailar durante horas acabaron tan cansadas que se fueron a la habitación. Les conté toda la verdad sobre el rey Tiberius y lo difícil que era la situación en esos momentos ya que no podía decirle la verdad a la persona que realmente quería. Él ahora estaba con otra persona y ese dolo era mucho peor que el de haber descubierto la verdad sobre sus padres.

Pasaron los días y intento llevarle varias veces la poción pero el rey Tiberius se lo impidió y la guardia no me dejó entrar por lo tanto él seguía bajo el influjo del hechizo. Eso me hizo sentir tan perdida que no sabía que hacer. En estos momentos me vendría muy bien la ayuda de mis padres y el consejo de mi madre pero ella no estaba. Aquel había causado todo esto durante tanto tiempo, las Parcas seguro que serían cosa suya porque mis padres las dejaron encerradas. El verdadero enemigo era el rey Tiberius y teníamos que hacer algo pero sin ayuda de su hijo era un poco imposible.

Me senté a reflexionar sobre las posibles soluciones pero no daba con la solución. Ahora todo era complicado. Así que para no quedarme durante mucho tiempo en el castillo decidí dar una vuelta con Laurian.

Estuvimos disfrutando de un tranquilo paseo por el bosque, nos vimos sorprendidos por un extraño suceso. De repente, una oscuridad ominosa envolvió el lugar, seguida por la inquietante aparición de las tres Parcas, tejedoras del destino.
Las Parcas, con sus ojos penetrantes y su aura misteriosa, se dirigieron directamente hacia mí Sin mediar palabra, intentaron atacarme , urdiendo un plan siniestro para truncar mi vida y alterar el curso del destino.

Laurian, lleno de valentía y determinación, se interpuso entre Jenara y las Parcas, buscando proteger a su amiga con todas sus fuerzas. Un aura protectora y desconocida pareció emanar de él, enfrentándose a las Parcas con una resistencia sorprendente.
Las Parcas, sorprendidas por esta defensa inesperada, retrocedieron momentáneamente, pero no se rindieron. Con habilidades ancestrales, continuaron su intento por alcanzarme, desafiando la voluntad de Laurian y poniendo a prueba su amistad y lealtad.

Por suerte salimos ilesos y pudimos volver al reino. Laurian se aseguró de que su mejor amiga estuviera bien.
Después de la intensa batalla contra las Parcas, decidimos tomarnos un merecido descanso y fuimos a un lugar cercano donde sabíamos que encontraríamos tranquilidad. Un motel cercano a ese bosque.

Allí se encontraron a Zahara. El camarero les preparó infusiones reconfortantes y una poción revitalizante para aliviar la fatiga después de la batalla. Sentados alrededor de una hoguera, compartieron historias y reflexiones sobre lo sucedido, forjaron una amistad en este momento de paz y recuperación.
Zahara, con su sabiduría y comprensión, les enseño algunas de las técnicas de curación de su país.

Nos enseñó los métodos sobre cómo cuidar sus heridas y recargar sus energías después del enfrentamiento con las Parcas. También nos ofreció consejos sobre cómo enfrentar los desafíos futuros con valentía y sabiduría.

Le agradecimos a Zahara por su apoyo, reconociendo el valor de tener amigos confiables en tiempos de adversidad. Con sus ánimos revitalizados y su determinación fortalecida, nos despedimos n de Zahara, listos para volver a nuestro reino. Ambos nos quedamos en el castillo, cenamos, vimos una película y después de eso nos fuimos a la habitación.

La verdad es que estábamos agotados y los párpados ya no nos aguantaban más. Hicimos un ademán de quedarnos un poco más despiertos y nos pusimos al día sobre la situación y los sentimientos de cada uno respectivamente. Yo me quedé leyendo un poco más y Laurian se fue a duchar y después nos separamos a nuestros respectivos reinos y nos fuimos a dormir. Ambos quedamos agotados después de un día tan agotador así que enseguida empezamos a tener un sueño profundo y largo.